Secretos.

17.Triángulo amoroso.

-¿Harry Styles?

-El mismo. Lleva tres años en combates, no ha perdido ninguno. Tiene muchísima fuerza y agilidad. Es un buen chico por el que apostar.

Estaba intentando destrozar la familia de un chico que es un profesional en el boxeo. Mis piernas temblaban inconscientemente solo de pensar en el momento de la verdad, en que todo ocurriese. Mi imaginación jugaba con mi mente.

-Se dice que tuvo un cambio en su vida que le hizo adentrarse en el boxeo.

-¿Un cambio?

-Se rumorea que la perdida de alguien pero yo creo que es mentira.

¿Su madre? ¿Y si había perdido a su madre? Recordé nuestra conversación en la cocina cuando inconscientemente le pregunte por sus padres. Primero por su padre y seguido el silencio incomodo que se produjo en la habitación cuando pregunte por su madre.

-No estoy yo tan segura.

-Yo creo que es mentira. Es una buena manera de dar pena pero que a la hora de pelear le haga más fuerte.

-Creo que la muerte de una madre no se finge.

-Lo siento, April.

-No te preocupes.-me dio un pequeño beso en la frente consiguiendo que mis lágrimas no se escaparan de mis ojos y que en vez de eso una sonrisa adornase mi cara.

Llevo sin saber nada de mi madre desde que tengo siete años, ninguno de la familia sabemos nada de ella. El único que sabría algo acerca de ella sería papá pero cada vez que le mencionábamos algo de ella se echaba a llorar.

Lo último que recuerdo de ella es la espera en una sala del hospital. Mi padre lloraba y mi hermano que era más mayor que yo se mordía las uñas. Quedé dormida en los brazos de mi padre y cuando desperté estaba en mi cuarto durmiendo. Papá y Trevor lloraban por días.

-¿Trevor?

-Estará en tu casa. Déjale dormir que el pobre todavía no esta hecho a estas mierdas y esta hecho polvo.

-Sabes que no me gusta una mierda lo que estas haciendo con mi hermano.

-Nadie le obliga a fumar ni a beber. Lo hace porque quiere.

-Vais a acabar mal.

-Prefiero arriesgarme y vivir al límite viviendo la vida, que no vivirla.

-Pero tu manera de vivir la vida te llevará a la muerte.

-Y podré decir que en esos momentos estaba vivo y fueron los mejores de mi vida.

Me levanté del sofá sabiendo que era imposible discutir con Jazz. Siempre creía que tenía la razón. Era un chico cabezota como él solo, si algo se le metía en la cabeza no había nadie que lograse cambiar su mentalidad.

-Reduce tu cantidad por mí.

-April, el daño se hizo hace tiempo. Ya da igual cuanto fume o beba, tengo el cuerpo hecho mierda.

-Ya pero en el caso de que reduzcas ambas adicciones, podrás mejorar un poco aunque sea.

Se levanto del sofá para acompañarme hasta la puerta de su casa. Su equilibrio había desaparecido completamente desde que empezó con las drogas. Era un chico ágil, rápido y con mucha estabilidad, antes de empezar a colocarse.

-Lo intentaré por ti.

-No lo harás.

-No lo haré, pero intentaré que tu hermano no se joda la vida como yo lo he hecho con la mia.-depositó un pequeño beso en mi mejilla y me sonrió- ¿Te vale?