8. Un placer.

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Observaba su tranquilidad caminando mientras que yo luchaba por soltarme de lo brazos de este chico. Con un dedo índice Harry golpeó su hombro y este se giró lentamente para ver quien le llamaba.

-April, aléjate.- sus labios suspiraron.

En cuestión de segundos los nudillos de Harry acabaron sobre el puente de su nariz.  En el momento en que el puño golpeó en el hueso de la nariz , el chico soltó un pequeño gruñido y se llevo las manos a la nariz.

Como pude me separé de ellos dos quedándome algo más alejada pero podía seguir viendo la pelea. Un pequeño círculo se creó alrededor de ambos. Todos incitaban a Harry y al chico a seguir con gritos de pelea.

Harry le daba golpes secos e intensos. Su puño parecía pura piedra, fuerte , duro y por la expresión del chico doloroso. Verlo era doloroso, sentirlo lo sería mucho más.

El chico golpeaba contra Harry pero nada comparado con los golpes que Harry le daba. Harry pegaba con rabia como si ese chico le hubiese hecho algo. La sangre comenzaba a correr por el rostro del chico y por los nudillos de Harry.

-¡Harry! ¡Para! ¡Lo vas a matar!-dije agarrándole de la parte trasera de su camiseta y tirando de él hacia mi. Fue en vano. Solo recibí un empujón por su parte y unos cuantos gritos diciendo que me alejase. No le hacía caso. Si no le paraba los pies mataría a ese chico de un puñetazo. Me miró y en un suspiro me suplicó que me alejase.

Harry recibió un puñetazo en el estomago que le hizo caer al suelo y retorcerse. Se llevó las manos al estomago y tosía cada poco tiempo. El chico se aproximaba para golpear con sus nudillos su cara pero Harry fue algo más rápido y le golpeó varias veces seguidas dejándole con la nariz rota. La sangre del chico goteaba en la camiseta blanca y en los nudillos de Harry.

A pesar de que el chico dejase de pegar a Harry, Harry continuaba golpeándole cada vez más fuerte. Y en cuestión de minutos el chico estaba desangrándose en el suelo inconsciente. El círculo de gente se deshizo y en ese mismo instante salí corriendo del local.

Las calles eran frías y solitarias. Salí corriendo en cuanto visualicé su figura detrás de mi.

-¡April!-dijo  con una cansada y entrecortada voz. Seguí caminando, más bien corriendo, sin volver la vista atrás. -¡April! ¡Qué vuelvas, joder!

Volvía a tener la misma sensación que unos días atrás sentí cuando intentó alcanzarme. Sus largas piernas me sacaban una gran ventaja y no tardó en llegar y sujetarme del antebrazo para girarme y que le mirase la cara.

-Métete al coche.-dijo conteniendo toda su rabia.

-No.

Alguien del local debió avisar a la policía de lo sucedido ya que la sonora sirena del coche policial no dejaba de retumbar en mis oídos.

-¡He dicho que te metas en el puto coche!- dijo gritando. Respiraba cada vez más fuerte y su pecho se hinchaba cada vez más seguido.

-¡No pienso meterme en el puto coche contigo! ¡No con una persona que acaba de dejar inconsciente a un chico en el suelo!-dije soltándome del agarre de su brazo en un movimiento seco y comencé a caminar en el sentido contrario al que estaba Harry.

-April, no te lo vuelvo a repetir. Métete en el coche.

-¡Estas loco si crees que me voy a meter en el coche!-dije gesticulando muchísimo con las manos mientras que me alejaba de él.

-¿Y cómo piensas volver?-dijo gritando.

-Ya me las arreglaré, pero no voy a ir contigo.

-¡No contigo!- repetí llena de ira.

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