6. Damien

10.2K 1.1K 101
                                    


Después de un fin de semana de muerte, como casi todos los que paso con mi familia, el tan temido lunes llegó.

Decido que no voy a hacer nada al respecto. Voy a simular que no pasó, que no sentí, que no soy quien soy.

Lo siento. Si piensan que es el camino fácil, no tienen ni idea.

Decirlo es la parte sencilla; hacerlo, la complicada. Me tienta cerrar todas mis redes sociales, porque no hago más que buscarlo.

También evalúo la posibilidad de bloquear a Lore, porque estuve todo el día sacándole tema de conversación para ver si lo menciona.

Soy patético.

Tengo miedo.

De hecho, estoy aterrado. Sé que mi papá no lo va a aceptar, no es eso lo que me preocupa. Al fin de cuentas, ya me levantó la mano una vez...

«Enterrá ese recuerdo», me ordena mi instinto de autoconservación.

Lo que me asusta es mi mamá. ¿Y si ella no me acepta?

Pero ese no es mi único miedo. Tengo pavor a todo lo que se viene. Intentarlo y fallar. A perder todo por ir detrás de lo desconocido.

Siento mis manos me sudar y me palpita la sien. Señales de un eminente ataque de ansiedad.

Intento dejar mis pensamientos atrás y focalizarme en mirar adelante. Quizás, incluso, probar de nuevo tener novia. Puede que no haya funcionado aquella vez porque no era la indicada.

«Ja, claro».

Número desconocido: "Soy Alejo".

Número desconocido: "Hola, je je. Ahora entiendo lo de no saludar antes..."

Me paso una hora mirando esos dos mensajes. Sé que Alejo puede ver que estoy en línea en el WhatsApp. De hecho, puede ver la palabra «escribiendo» cada vez que intento contestar. Pero nunca doy «enviar». Borro y vuelvo a empezar.

Me río cuando vuelvo a leer su comentario sobre el saludo. Me acuerdo de mi metida de pata. Siento que me está cayendo una lágrima.

**********************

Entonces, me besó (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora