¿Bailamos? {Trini}

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Ren se estremeció al escuchar su nombre en los labios del padre de Soul, no podía evitarlo, pero se concentró en ignorar su malestar a favor de no causar una mala impresión.

—Eres el amigo de mi Soul, ¿cierto? Me han hablado mucho de ti.

—Un placer, señor Crimson. Sí, soy el amigo de Souso —el hombre sonrió ampliamente y le dio una buena palmada en el hombro, casi haciéndolo tambalear a pesar de no ser un debilucho.

—Me han contado muchas cosas de ti, pero primero déjame ver cuánto ha crecido mi renacuajo favorito —Soul se puso rojo cuando su padre dijo aquello.

—¡Papá!

—Este renacuajo es el mejor nadador que jamás hayas visto. Es como un pez, nadie le gana. Déjame verte bien. Has crecido, has crecido, y yo que pensaba que ibas a sacar la altura de tu madre.

—Amor, ya deja de molestar a tu hijo, recuerda que tenemos visitas.

—No lo estoy molestando, cielo. Solo que me sorprende. Se ve muy bien, pero se verá mejor con esto —el hombre sacó una cajita alargada que le entregó a su hijo.

—¿Qué es?

—Ábrelo.

Soul rompió el papel con rapidez y no pudo creer lo que veía. El celular que quería.

—¡A ver eso! —en un segundo Sharon le había arrebatado la cajita y había echado a correr por el pasillo.

—¡No, Shay! ¡Devuélvemelo! —salió corriendo tras ella sin pensarlo. Su papá se echó a reír a carcajadas.

—Niños. Y bien, acompáñame a la sala de estar para que hablemos mientras está lista la comida —le dijo a Ren y echó a andar sin esperar respuesta.

Ren lo siguió y por unos instantes sintió una extraña aura proveniente de aquel hombre. Se quedó viendo su espalda fijamente y de pronto tuvo la sensación de que se encontraba en un peligro inminente, como si la silueta del papá de Soul se oscureciera repentina y solo pudiera ver unos ojos iluminados y una sonrisa infinitamente malvada.

—Renninster —al escuchar su nombre volvió a la realidad y vio que el papá de Soul se había detenido justo frente a la entrada a la sala de estar. La sonrisa en el rostro del hombre era una cálida y benigna.

Parpadeó confundido, sus sentidos rara vez le jugaban malas pasadas como esa. De pronto había sentido como si hubiera estado de pie frente a un monstruo de una magnitud imposible de entender y al siguiente tan solo veía al señor Crimson con su cara bonachona y su actitud bromista.

El hombre lo invitó a sentarse. No entendía por qué quería conocerlo, ni quién le había hablado de él. Tenía la sensación de que conocía de su relación con Soul. Aunque aún no podía llamarle relación, pero al menos de sus intenciones hacia él.

—Señor Crimson...

—Puedes llamarme Octavious. Trátame como a un tío —le dijo y luego bajó la voz para añadir algo que Ren no pudo entender bien—. Al cabo conozco muy bien a tu padre...

—Sí... Octavious. Quería preguntar, ¿quién le habló de mí?

—Un pajarito me contó que te han visto seguido con mi hijo y me tomé la libertad de informarme un poco. Pero no te preocupes, sé que eres una buena influencia para mi hijo. Eres un buen estudiante, tienes buenas notas, respetas y amas a tu madre y te llevas bien con el resto de tu familia. Ahora dime, ¿cuáles son tus intenciones con mi hijo?

Ren parpadeó. La sonrisa del hombre se había torcido levemente y le parecía llena de malignidad. Justo en esos momentos Soul regresó con su celular nuevo en la mano.

‡My sweet devil‡ {Diabolicamente Dulce}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora