Llegaron a casa de Ren sin contratiempo y allí Soul ayudó al castaño a caminar hasta la puerta de la casa. Los recibió la mamá de Ren a quien Elizabeth había llamado por el camino para avisarle.
—Sandra, qué bueno verte, querida —ambas se abrazaron y Sandra volteó a ver a su hijo.
—Cielo, ¿qué te sientes?
—Estoy bien... parece que algo me cayó mal en la escuela. Ma, solo quiero llegar a mi cuarto... —Soul lo ayudó a caminar en la dirección que quería mientras Elizabeth, Sharon y Sandra hablaban sobre lo que Soul le había dado al castaño para calmar las náuseas.
Soul no pudo menos que admirar la casa del castaño, realmente era hermosa. Los detalles, los cuadros, los muebles, todo tenía un aire antiguo bien cuidado. Al llegar a la habitación de Ren el estilo cambió a uno más acorde a su edad. Ren tenía un sistema de entretenimiento dentro de su cuarto. En los estantes tenía discos de juegos, películas y programas. También tenía una especie de centro de cómputos y libros de referencia. La cama estaba impecable y en las paredes contaba con carteles de fútbol y uno que otro arte gráfico. En una esquina pudo ver varios instrumentos musicales bien puestos, incluyendo su guitarra.
—Vaya que tienes un cuarto impresionante —Ren no pudo responderle sino que intentó llegar a la cama. Soul lo ayudó.
—¿Quieres que te busque un pijama? —el castaño asintió dejándose caer en la cama y Soul buscó alrededor hasta encontrar dónde las guardaba. Ren tenía un armario del tamaño de un cuarto pequeño, todo perfectamente ordenado. Encontró lo que buscaba y regresó al lado de su novio que parecía estar incómodo nuevamente.
—Levántate para que puedas cambiarte.
—Cámbiame tú... —murmuró el castaño con cansancio. Soul dudó por un momento, pero luego se dijo a sí mismo que no hacía nada fuera de lugar, tan solo ayudarlo. Lo sostuvo para que pudiera sentarse en la cama y le sacó la camisa. Sus ojos recorrieron el pecho desnudo y sintió un cosquilleo en el estómago que tuvo que ignorar. Luego notó que la marca de Ren en su hombro parecía un poco enconada.
—¿Y a esto qué diablos le pasa? —susurró acariciando la piel con suavidad. Ren no pudo contener un gemido de alivio.
—Souso, eso se siente bien, hazlo de nuevo, por favor —le rogó acercándose más a su mano.
Soul sonrió levemente al escuchar la especie de ronroneo que su caricia sobre la marca de Ren provocaba.
—Vamos, cachorro, hay que ponerte esto... —le urgió, intentando que subiera los brazos.
—No quiero, sólo necesito los pantalones.
—Cachorro... no te pongas difícil.
—¿No te gusta que me ponga difícil? Pero a ti te gusta ponerte difícil conmigo —se quejó haciendo un puchero.
Soul logró quitarle los pantalones y luego los bóxers, incapaz de no echarle un vistazo al cuerpo desnudo antes de ponerle el pantalón del pijama.
—¿Te gusta lo que ves? —Soul le puso una mano en la cara y lo empujó a la cama.
—No quieras pasarte de listo. Tienes que descansar.
—Pero me siento mejor cuando estás cerca —gimoteó el castaño.
—Hace un rato estabas casi dormido, ¿y ahora quieres jugar? No señor, debes descansar. O tal vez quieras que te lleven a la sala de emergencias a ver qué es lo que tienes.
—Si tú me llevas, peque, voy a donde sea.
—Idiota —susurró con cariño—, ya debo irme. Te llamaré temprano para que me digas cómo sigues.
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‡My sweet devil‡ {Diabolicamente Dulce}
Fiksi RemajaSoul es el chico de nuevo en el colegio por traslado. Callado, introvertido, de buen ver, con dinero y con una herencia especial. Ren es el mas popular en la escuela y con las mejores notas. Al conocer a Soul comienza su nueva obsecion y hará todo...