Extrañas sensaciones {Trini}

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Ren había ido a la entrada ya que Soul estaba demorando demasiado, la escena que lo recibió no le gustó para nada.  Por alguna razón se sentía como si aquel visitante poseyera la capacidad de alejar al moreno de ojos verdes de su lado.

—¿Interrumpo algo? —dijo llegando al lado de Soul y echándole un vistazo al recién llegado.  Su novio finalmente se despegó del otro, ofreciéndole una sonrisa atontada y feliz que le hizo hervir la sangre, pero hizo el esfuerzo de contenerse.

—No...  no... para nada.

—¿Quién es él? —preguntó entrecerrando los ojos.

—¡Oh!  Cierto. Es un amigo de norteamérica —la cara de felicidad de Soul no hacía más que provocarle malos pensamientos.  Aquel amigo no le daba buena espina, era como una premonición inmediata, una amenaza.  ¿Quién iba a decir que habría alguien mucho más molesto que Zelvher y que lo hiciera sentir celos con tan solo presentarse a la puerta de la casa.

Seylim le ofreció la mano a modo de saludo formal y se presentó ya que Soul parecía demasiado distraído con su presencia como para hacerlo correctamente.

—Seylim Giménez, el amigo de norteamérica de Soul —Ren tomó la mano y le dio una mirada seria al tipo.

—Ren Heatz, soy el novio de Soul —se presentó con voz tersa y sin parpadear.

—¡Qué casualidad!  Yo también soy novio de Soul —Soul abrió los ojos con sorpresa, sabiendo que aquello solo significaba problemas.  Conocía cómo era su amigo de bromista y pesado y era fácil darse cuenta que Ren se volvería su víctima porque con solo echarle un vistazo se notaba que botaba humo por las orejas aunque intentara parecer calmado.

—Seylim, no seas idiota.  No le hagas caso, cachorro, es un bromista y un pesado, solo quiere molestarte, pero él es como un hermano para mi.

Seylim sonrió ante la ironía de las palabras y susurró algo para sí mismo que ninguno de los dos entendió.

—Pero bueno, Soul, ¿me vas a dejar aquí parado?  Mira que parece que va a hacer algo de frío —Soul se alejó de la puerta y lo invitó a pasar, pero Ren se quedó parado —Uh... Soul, ¿no muerde?  Parece que tiene ganas de comerme.  ¿Tienes hambre, cachorro?

Al decirlo se inclinó un poco para ver a Ren más de cerca y el castaño pudo ver cuán profundos eran aquellos ojos morados.  Por unos segundos sintió que perdía el suelo a causa del vértigo.  La presencia de Seylim lo envolvía de un modo que lo abrumaba, muy parecido a la forma en que Octavious lo había a agobiado.  Una sensación de peligro inminente lo sacó del trance y notó que sin darse cuenta había dejado la boca abierta.  La cerró de golpe y entrecerró los ojos, fastidiado de haberse permitido aquella expresión tonta.

—Gracias, enano —al pasar junto a Soul le revolvió el cabello y le dio una sonrisa de victoria al castaño.

—Puedes pasar al recibidor, es la puerta a la derecha.

—¡Vale!

Ren tomó a Soul del brazo con más brusquedad de la que hubiera deseado.

—¿Quién es?

—Ya te dije, es solo un amigo, un muy buen amigo, solo es un poco pesado.

—Se tienen mucha confianza y eso- —Soul levantó una mano y la marca en el hombro de Ren ardió lo suficiente como para interrumpirlo.  Apretó los puños con fuerza, aquello era solo un recordatorio de que se estaba pasando de la raya, pero más que nada, de que Soul no iba a permitir que le reclamara por aquel supuesto amigo.

‡My sweet devil‡ {Diabolicamente Dulce}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora