¿Bailamos? {Nemo}

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Mientras Ren y Soul se entretenían comiendo o intentando comer, las amigas del moreno discutían el por qué Soul no había comentado nada acerca de su reciente noviazgo con el goleador de la escuela, con Allen como mero espectador de la ira de la pelirroja. Zamantha era linda pero era de temer, Allen comenzaba a entender por qué ellas se complementaban tan bien.

—No entiendo por qué no me dijo nada. Soy su mejor amiga, se supone que me cuente todo.

—Siempre te pones así cuando no te cuentan algo, Zam. Seguramente no ha tenido tiempo aún.

—Pudo enviarme siquiera un mensaje. ¡Kath! ¡Ren le comió el cerebro! —Katherine se echó a reír por lo bajo y no pudo evitar molestar a la pelirroja.

—¿Pensabas quedarte con Soul para ti solita, eh? —la pelirroja se sonrojó fuertemente.

—Kath, qué dices. No hablaba de esa forma.

—Pues casi me haces creer que no quieres compartirlo. ¿Verdad, Allen? —el castaño sonrió y levantó las manos en señal de rendición.

—Prefiero quedarme al margen de esa discusión.

—¡Ah, no! Tu tienes mucho que ver aquí, Allen —el tono de la pelirroja era acusador—. A mí me tiene que contar lo que pasó. El viernes no eran nada ¿y hoy lunes sí? ¿Acaso se vieron el fin de semana? —Zam se levantó de la silla y golpeó la mesa con las manos, decidida a ir en busca de Soul, pero justo en esos momentos Soul pasaba por su lado y hacia la salida de la cafetería como una centella—. ¿¡Soul!? —pero el moreno no se detuvo ni miró atrás—. ¡Seguramente ya le hizo algo!

Todos en la mesa voltearon a ver a Ren quien parecía muy feliz comiendo.

—No parece que estén discutiendo —notó Katherine.

—Le preguntaré más tarde entonces.

—Se preocupan demasiado por él. Seguramente le cayó mal la comida —Allen no podía evitar reír. Sabía el esfuerzo que había puesto Ren en preparar la comida pero conociéndolo sólo él sería capaz de comerla y no morir en el intento.

Más tarde, cuando Zamantha estaba a punto de ir a buscar a Soul ella misma, vieron a Ren salir de la cafetería, al parecer con la misma intención.

Ni Soul ni Ren estuvieron presentes en la siguiente clase, cosa que preocupó a la pelirroja y no fue hasta la próxima clase que Soul pudo reintegrarse, aunque se le notaba algo pálido.

—Soul, ¿te sientes bien? —la preocupación de Zamantha era evidente y Soul trató de sonreír.

—Solo algo indispuesto, pero ya me dieron algo en la enfermería.

—¿Estuviste en la enfermería? —le daba pena explicarle a la pelirroja lo que había pasado por lo que se limitó a decirle por encima lo que había sucedido.

—Sí, Ren me ayudó a llegar allá. El problema es que me perdí la clase. ¿Podrías prestarme los apuntes?

—Claro que sí, no te preocupes por eso, Soul. ¿Pero seguro estás bien? ¿No te dijo la enfermera si podías irte a casa?

—No, sería más problemático perderme las demás clases. Lo tomaré con calma —la pelirroja se sintió satisfecha aunque continuaba preocupada por su amigo.

—Puedo prestarte el resto de los apuntes, solo descansa —le dio una enorme sonrisa. Al menos podía hacer algo por el moreno y eso la hacía sentir mejor.

Cuando llegaron a la última clase la profesora de música parecía estar muy emocionada. Les mostró a cada uno un anuncio mientras les decía que la profesora de artes, la señora Ryd, estaba buscando voluntarios para ayudar en los preparativos de la fiesta de fin de semestre.

‡My sweet devil‡ {Diabolicamente Dulce}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora