Amanece en abril

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"De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras" - Marco Aurelio (121-180) Emperador romano.

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—Por eso quiero que te cases conmigo —dijo Adrien —podemos ser perfectos juntos.

Adrien esperaba una respuesta con una gigantesca sonrisa, mientras Chloe se mordía el labio inferior. Tenia un fuerte debate interno y de repente se sintió como si estuviera en una versión rara y retorcida de su novela favorita.

—No lo sé —dijo Chloe después de un momento.

Adrien la observo junto a Plagg quienes no esperaban aquella respuesta. Johan Drez, detrás de ellos sonrió nostálgico. Él también había escuchado una respuesta como esa hacia muy poco tiempo. Pero en aquella ocasión sus esperanzas se desvanecieron en ese momento. Sin embargo, Adrien tenía muchas más oportunidades que él. Adrien se levantó sintiéndose derrotado y estuvo a punto de salir de la habitación hasta que escuchó la voz de Chloe.

—Sufrí mucho cuando negaste nuestra amistad y salías con Marinette. Sufrí mucho tratando de olvidar que te amo. Incluso me comprometí con otra persona —comenzó a explicar—. No estoy segura de que pueda aguantar otra decepción. Y no estoy segura de querer pasar el resto de mi vida pensando en si puedo confiar en que me amas o en que esto sea solo un capricho.

Adrien se sentó junto a la chica para abrazarla con fuerza. Chloe tuvo miedo de dejarse abrazar porque sabía que comenzaría a llorar. Pero no podía negarlo. Aún estaba enamorada del modelo, y aún más del héroe. Durante la siguiente hora, Chloe trato de averiguar si podía dejarlo todo atrás y aceptar la propuesta de Adrien. Pero aun quería pensar. No todos los días descubres que tu mejor amigo se hacía pasar por un héroe, el mismo héroe con el que había mantenido relaciones sexuales y del que además había resultado embarazada solo para perderlo por su propia estupidez. Necesitaba descansar y pensar, no dudo en decirlo a Adrien. Y él no tuvo otra opción que aceptarlo.

Marinette daba vueltas en su cuarto enojada. Más que enojada estaba confundida. Esa misma mañana Adrien le había gritado de un modo terrible y Nino insinuó que los sentimientos del modelo habían cambiado de forma drástica. Aun se negaba a que eso fuera cierto. ¡Con un demonio! Adrien no podía haberla abandonado por ir detrás de Chloe. Era ¡ilógico! ¡Una locura! Algo que ni en sus más tontas pesadillas podía pasar.

—Es una maldita perra —dijo al cabo de un momento.

Tikki la observaba desde un plato de galletas sobre la cama. Sus temores comenzaban a hacerse presentes. Marinette comenzaba a perder el objetivo de su misión. Y sobre todo la parte obsesiva de su personalidad, que había tratado de mantener a raya, estaba tomándola por completo. Aquello no era bueno. Ladybug nunca se había convertido y no podía nunca convertirse en una persona loca. Pero Marinette estaba comenzando a rayar esa delgada línea entre el amor y la obsesión.

— ¿Que voy a hacer Tikki? —pregunto al cabo de un momento.

Tikki trago el último pedazo de la galleta.

—Ya es tarde. Es hora de ir a dormir —dijo la pequeña Kwami.

—Tal vez si le advirtiera sobre Chloe de otra forma —en ese instante la cabeza de Marinette hizo clic.

Pero cuando giro para pedirle a Tikki que la convirtiera en heroína se acobardo. Tikki le observaba muy enojada, como si no quisiera que Marinette siguiera pensando en Adrien. Pero la chica no podía dejar de pensar en el modelo. En verdad le amaba, lo suficiente como para crear planes en su cabeza. Se acostó en su cama pensando en lo primero que le diría al chico cuando lo viera a primera hora al siguiente día. Cerró sus ojos y recordó que su madre haría panques de zanahoria para vender a la mañana siguiente.

Mas que extraños ||Miraculous Ladybug|| #ChangerMLBFandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora