TONYNo quiero salir de mi habitación, se que haya afuera voy a encontrarme con el Capi, estoy viendo al techo, no puedo creer que tenga al Capi a unas habitaciones de distancia, me levante y abrí la puerta lentamente, no había nadie, la puerta de enfrente está abierta, la curiosidad me gana y voy a ver.
Oh mi dios, como alguien puede ser sumamente perfecto, está el tirado sobre la cama en bóxers, bóxers ajustados, como es que un hombre tiene un culo tan grande. Sentí que se movía, así que corrí literalmente para que no me viera y me fui a cocinar.
Luego de preparar el desayuno, que me llevo unos cuantos minutos porque seguía embobado, llegó el Capi y si, aún estaba en bóxers y se tallaba los ojos, santa mierda...
- Hola rubia - lo salude - Ya está listo el desayuno.
- Y tu lo preparaste? - se rió - ¡Preparence, hoy se acaba el mundo!
- Ja-Ja, amaneciste chistoso hoy - lo mire mal - Nada más estas buscando que te deje sin comida.
- No serías capaz, tan malo no eres - sonrió y se fue.
- Te odio - murmuré.
Serví el desayuno y lo lleve a la mesa, ahora se que sentía mi madre en navidad, y todos los días del año, cuando nos servía a mi padre y a mi, ah, que buenos tiempos... Pero no, el me los arrebato, arruino mi felicidad, asesinó a mi madre! Golpee con el puño la mesa y Steve me miró asombrado.
- Yo... Ya no tengo hambre - tire el tenedor sobre el plato y me fui.
Me encerré en mi taller, no quería saber de nada ni de nadie, otra vez esos recuerdos, recuerdos que me torturan una y otra vez, tiro de mis orejas, eso hago cuando estoy estresado. Me siento y empiezo a modificar un traje, pero mi cola me incomoda.
- ¡Maldicion! - suspire rendido- Acaso ya no puedo trabajar bien tampoco?
Luego de gritarle al cielo, me relaje un poco y seguí arreglando mi traje, tal vez así logre calmarme un poco.
STEVE
No se que le pasó a Tony, esta mañana solo quedó sumido en sus pensamientos y de un momento a otro se enoja y se va, ay que bipolar eres Tony.
Salí al parque a correr un rato, ya se había hecho de tarde así que regrese, aún no había señales de Tony por ningún lado que que decidí ir a buscarlo.
- Hey, Stark - toque.
Nada.
- Tony, ábreme - volví a tocar, esta vez más fuerte.
Nada, aún.
Me asuste, así que tumbe la puerta de un solo golpe y lo vi ahí, dormido mientras babeaba la mesa, sonreí. Luego de salir de mi trance lo cargue y lo lleve arriba, abrí su habitación y lo deje sobre su cama, me gusta como se ve así, tan... vulnerable.
Lo cubro con su manta y me voy a mi habitación, me pregunto cómo estará Eddie, digo, como lo estarán cuidando, si se sentirá bien, acaso me extrañara? No, no lo creo.
Luego de leer un rato me fui a ver cómo estaba Tony, no había nadie en su cama. Alarmado, fui hacia su taller y tampoco estaba ahí, como es que se pudo desaparecer así como así.
Camine por el pasillo y escuche unos sollozos en el baño, es Tony, me acerque más a la puerta y pude escuchar con claridad, Tony estaba llorando.
- ¡Maldicion! - susurraba - Porque ahora, porque hoy, tenía que estar el aquí!
Oh mierda, Tony esta así por mi culpa, no se que hice, pero esta vulnerable por mi...
Me debato entre entrar o no, pero la primera opcion es por la que opto así que logro tumbar la puerta de un golpe y lo veo ahi, luego corro a abrazarlo...
TONY
Me había largado al baño a llorar luego de haber soñado con mi madre, de verdad la hecho mucho de menos. Me siento tan mal, tan triste, tan... Pequeño.
Me acurruqué en el suelo del baño y abrace mis piernas tratando de que las lagrimas pararan de salir, nada, intente pensar en algo lindo, ir a mi lugar feliz. Y luego recordé esa tarde con el Capi en el parque, estábamos tomados de las manos, parecíamos una feliz pareja, el estaba feliz, yo estaba feliz, ambos éramos felices.
Por alguna razón aún me sentía triste, necesitaba a alguien, pero a quien? Nunca he sido alguien dependiente a las personas pero por alguna razón hoy tengo una sensación de vacío, como si me faltara algo o alguien...
Justo en ese instante algo interrumpe mis pensamientos, la puerta del baño esta en suelo, en ese momento miro sorprendido a Steve, que solo corre a abrazarme.
- Ya no llores Tony, por favor... - susurra Steve.
Me hago bolita en sus brazos y sollozo sobre su hombro, que escena tan cliché es la que esta pasando, pero es hermosa en todos sus sentidos.
Al dejar de llorar, mire a Steve y deposite un pequeño beso en sus labios, luego salí del baño rápidamente y me encerré en mi habitación, necesitaba pensar y necesitaba dormir. Bebí una de las pastillas que uso para dormir, desde mis ataques de ansiedad, no puedo conciliar bien el sueño.
Me pregunto como estara mi otro yo, si se preocupara al no vernos a Steve o a mi... No lo creo, el es un gato, de seguro y no sabe ni la mitad de cosas que están pasando.
Me recuesto en mi cama viendo al techo, pensando, en cómo me sentiría ahora sí no hubiese hecho todo lo que hice y no le hubiese roto el corazón a Steve...
Dan ganas de agarrarlos a ambos a coñazos.
Traten de comentar más, pls.