Evan Bellamy se encuentra cursando su primer año en la Universidad. Tratando de sobrellevar los fantasmas de su pasado, un hermano con problemas de alcohol y la vida sin sus padres, con su actitud ingenua, algo torpe y su mala suerte saliendo a tope...
Miro a través de la ventana del salón de clases y suelto un suspiro cansado. Hace un día soleado y fresco. De esos que te incitan a sentarte sobre el pasto de alguna plaza o parque y quedarte ahí, mirando el cielo o durmiendo hasta que anochezca. Faltan sólo dos horas para el término de las clases y no hallo el minuto para recoger mis cosas he irme de aquí.
Últimamente así han sido mis días; una eternidad cansada, desanimada, rutinaria y aburrida.
Por mucho que tengo a mis amigos de vuelta, como lo son Dalia y Derek, no me he animado a aceptar sus propuestas a salir después de clases. Por mucho que soy consciente de que lo hacen para sacarme de la burbuja que he construido a mí alrededor al paso de estas tediosas semanas, desde lo ocurrido con el innombrable, no tengo el ánimo ni mucho menos las ganas para salir con alguien. Hasta Ethan me ha invitado a salir –con Denisse, claro- y yo no he tenido la cortesía de aceptar.
Es que últimamente no he tenido ganas de nada. Ni de estar con nadie, ni de ver a nadie, ni de ser nadie. Es como si viviera y respirara sólo porque tengo que hacerlo. Sólo porque así es como funciona esto. La vida, ni las horas, ni el paso del tiempo se detiene por nada ni por nadie. Aunque en el fondo, sigo esperando por que algo bueno pase, algo que lo cambie todo, o que por lo menos, me haga sacármelo de la cabeza.
Y es que aunque trato de distraerme estudiando, leyendo, viendo series y escuchando música, no hay un minuto en el que no me detenga a pensar en él. A sabiendas de que no debería y de que no lo merece, simplemente no puedo evitarlo. No puedo evitar extrañarlo, no puedo evitar el dolor que se forma en mi pecho cuando los recuerdos vienen a mi mente, no puedo evitar pensar que me hubiera gustado nunca haber encontrado esas condenadas fotos, para seguir con él, aunque todo aquello fuese una mentira, era la mentira más hermosa en la que me había envuelto.
El profesor Johnson da las ultimas explicaciones de la tarea que ha dejado para la siguiente clase, antes de que toquen la campana que anuncia la salida. Recojo mis cosas del escritorio, guardándolas en la mochila que luego pongo sobre mi hombro. Dalia no ha venido hoy debido a que tiene que hacerse unos exámenes médicos.
Salgo del salón de clases, entonces siento mi celular vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Lo saco de su lugar y deslizo el dedo sobre la pantalla táctil para ver el reciente mensaje de Derek enviado desde WhatsApp.
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Derek: ¿Estás libre después de clases?
Derek: No es para invitarte a salir por cierto, sólo quiero hablar contigo xd
