Primera leccion.

245 10 2
                                    

- ¿Puedo ser medium? - Fue la primera pregunta que soltó Leisha.

- Bueno si, por tu energía y mente. Ya siendo parte de esto gastas mucha energía y más cuando es sobre otro mundo, el hecho de que tu energía sea grande y fuerte te favorece, además de que tu mente es muy buena, te da entendimiento. Ya eres médium, pero te puedes perfeccionar. Tus sueños es una señal de eso.

- ¿Cómo puedo hacer mi propio hechizo? - A Megan se le veía entusiasmada por esto.

- Megan tienes que aprender mucho, sobre plantas, símbolos, palabras, colores, velas, auras, piedras, herramientas, sobre muchas cosas, para poder crear uno. Debes establecer conexiones entre las cosas para que funcione y salga bien.

Después de decir esto, Lara se levantó y fue a uno de sus muchos estantes, tomó una cajita de madera y sacó 2 collares con un pentagrama. — tengan, esto significa...

— Espíritu, tierra, aire, agua y fuego, el círculo es la conexión que hay entre ellos. - dijo Leisha mientras tomaba uno y lo veía con atención. A Lara se le iluminó el rostro al oír eso. - ¿Sabes? Eso lo leí en un libro de vampiros, no planteado como en el pentagrama, pero son 5 dones, el espíritu, era el más raro y el menos común, necesitaba mucha fuerza.

— Así es señorita, en parte lo que dice tu libro es cierto, supongo que entenderán que no tiene muchas ventajas gastarlo. El pentagrama nos protege como brujas. No les pido que se quiten su pulsera, al contrario, les ayuda, pero también usen esto. — Megan tomó el suyo y se lo colgó. — Además hay más cosas que les puedo dar conforme avanzamos por ejemplo: piedras según sus necesidades.

Lara se volvió a poner de pie para ir al estante donde tenía las piedras y tomó 2 diferentes, una para cada hermana. Una piedra era color café cristalino y la otra un morado brillante.

- Megan toma este, es un cuarzo ahumado, te ayudará con tu misión. Este cuarzo es considerado el más viejo en la tierra, por lo tanto el más sabio. Sabe sobre las trampas de la vida y de lo bueno así que si te encuentras en peligro, encenderá tu lado intuitivo.

Tomó otra piedra, la morada y se la tendió a Leisha.

- Esta se llama Amatista, te pido que la tengas el mayor tiempo contigo, en especial porque suelen comunicarse mediante los sueños contigo, la piedra alejara eso. También agudizará tu sexto sentido, a la vez te protege contra ataques psíquicos. Luego les enseñaré la mejor manera de usarlas.

Lara volvió a tomar su taza, le dio un gran sorbo, se puso seria y veía hacía la ventana cubierta por las cortinas. Volteó a ver a las hermanas que se veían entusiasmadas, sorprendidas y la vez preocupadas por todo eso.

- Niñas les tengo que decir algo, una vez que ustedes toman la decisión de vivir con esto, pasarán muchas cosas, habrá pruebas, se les presentará situaciones, mientras más magia usen, menos energía tienen, esa es la consecuencia. - Lara entrelazó sus manos, tocó una clase de piedra que tenía en su anillo mientras la veía y luego vio a sus aprendices. - Una vez en esto no hay regreso atrás, no es algo que se acepta sin pensar.

- Bueno, pues, ya que tu no puedes ayudarnos, nosotras tendremos que hacerlo, no queremos a ese espíritu en nuestra casa.

- Necesitaré que ambas tengan un diario, ahí anotaran todo lo que les suceda, desde sus meditaciones, aprendizajes, experiencias, éxitos y fracasos, anotarán todo. En especial tu Megan, ya que tu harás tu propio hechizo.

- Lara, lo que dicen en libros y películas sobre las brujas ¿es cierto? que levitan, se transforman, viajan, hacen posiones y todas esas cosas. - preguntó Megan

Mientras se reía Lara contestó - Tienes que tener una mente muy abierta, ya que todo eso puede pasar, pero no necesariamente como lo plantean en las películas. Sino de diferentes maneras. Las brujas más ancianas son las que logran hacer la mayoría de las cosas, sus mentes son las más fuertes.

Durante 2 semanas estuvieron yendo con Lara, 2 horas diarias, todo eso les costó a las hermanas problemas con su familia ya que iban a base de mentiras. Lara le entregó libros a Megan, libros que tenían que mantener escondidos al igual que los pentagramas, pero los usaban cada que iban con Lara.

Lara le enseñó a Megan el significado de velas, cómo usarlas en su ventaja, le enseñó para qué servían las flores que tenía en su jardín, le enseñó símbolos, Megan anotaba todo lo que podía en su diario, y remarcaba lo que podría ayudarlas.

Leisha aprendió a meditar, a despejar su mente y poder concentrarse en algo, cada vez la sesión se intensificaba más, hubo momentos en los que llegó a sangrarle la nariz o estuvo a punto de desmayarse. Lara les dijo que como brujas tendrían que alimentarse bien, estar sanas, ejercitarse, meditar, aprender, celebrar la vida. Leisha aprendió a canalizar la energía de su hermana para no debilitarse tanto. No estaba tan consciente de qué tanto te podía desgastar la mente hasta esos días.

Era increíble lo mucho que ambas avanzaron esas semanas, en ese poco tiempo Leisha con ayuda de su hermana y de Lara pudo desarrollar un hechizo específico para la canalización de su hermana. Megan estaba sumergida en libros, escribiendo cada que podía. Lara se sentía orgullosa, era como su madre en esos momentos, ella las guiaba, enseñaba y apoyaba, le agradaba tenerlas en su casa ya que en este siglo, las brujas solían estar solas.

- Leisha necesito que practiques una vez más por favor, pero canalizando a tu hermana.

Leisha no respondió, pero se sentó en el suelo, cruzó sus piernas, cerró sus ojos. Despejó su mente, estaba concentrada, Lara le pidió que sintiera las energías que había a su alrededor. Era sofocante, sentir tanto de tantas personas que pasaban, inclusive la de los animales, sus sentidos se intensificaban, era ahí lo difícil, cuando tenía que concentrarse en todo y a la vez en nada. Sintió cómo se fue debilitando ahí supo que necesitaba a Megan quien ya estaba lista sentada a su lado. Leisha comenzó a recitar:

Deja que nuestras mentes trabajen juntas

para encontrar un entendimiento mutuo.

Puedo verte en la verdad y ser vista en especie.

Deja que nuestras palabras revelen

más de lo que obstaculizan.

En mayor parte deja que nuestras mentes,

ojos y lenguas sean guiadas por

nuestros corazones y el lenguaje

sea mucho mas antiguo que las palabras.

Sintió cada palabra que dijo, y al finalizar visualizó a su hermana en su mente mientras sentía como su espíritu dejaba de esforzarse tanto. Sintió calma y con eso pudo escuchar y sentir mejor todo lo que estaba a su alrededor.

Cierra bien la puerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora