CAPÍTULO 12:

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- ¡ALEXA! ¡SAL DE AHÍ EN ESTE INSTANTE Y ATIENDE EL MALDITO TELÉFONO! - El grito furioso de Evelyne retumbó en el departamento en el momento en el que abría la puerta. Scott corrió a saludarme, frenético y sacudiendo su cola como un loco, jugué con él en forma de saludo, saltando sobre él y rascando su estómago, mientras seguía escuchando los gritos de Evelyne, los golpes y los gruñidos de Blacky. Dejé a Scott jugando con el juguete que le había comprado, y el resto de las compras en la cocina, para luego caminar derecho hacia las escaleras y a la habitación de Blacky. - ¡POR DIOS, ALEXA! SON TUS AMIGOS ¡HABLA CON ELLOS!

- ¡NO QUIERO! - Mordí la sonrisa que intentaba escaparse de mis labios, ya podía imaginarla haciendo ese dulce puchero con sus labios rosados, con ambos brazos cruzados bajo su generoso pecho... Okey, esa imagen no era buena para ciertas partes de mi anatomía que no deberían de estar despiertas a esta hora de la mañana, pero es Blacky de quien hablamos, así que no es muy extraño que el muchacho quiera saludarla desde temprano. Es como un reflejo que se produce al saber que está cerca de ella.

- ¿Qué sucede? - Pregunté al llegar a la puerta. Evelyne gruñó con ira.

- La niña decidió que no quiere hablar con nadie y se encerró en su habitación, Gavin no para de llamar y las perras mandan mensajes como locas. Al parecer ninguno sabía que ella estaría mudándose, así que no tienen la nueva dirección. - Fulminó la puerta con la mirada y desde dentro se escuchó el bufido de Blacky. - ¡Eso es todo! ¡Tiraré la jodida puerta y hablarás con ellos!

- ¡¿Y qué quieres que les diga?! Hey, chicos, a que no adivinan ¡Estoy embarazada! Max es el padre y no quiere tener nada que ver con el bebé, así que quiero quedarme tirada en el suelo de mi habitación y morir... ¡CLARO! - Le espetó. Evelyne se tensó y gruñó.

- ¡¿Me estás jodiendo?!

- ¡No me van las mujeres, Eve! - 

- Lamentablemente, eso es algo que me gustaría ver. - Murmuré por lo bajo. El cuello de Evelyne se retorció con un latigazo y la mirada furiosa en sus ojos me hizo retroceder un paso, levantando ambas manos en señal de rendición, al tiempo que escuchaba a Blacky gruñir entre dientes.

- Cerdo.

- ¡Alexa!

- ¡No! - Suspiré.

- ¿Y si les hablas tú? - Le pregunté a Evelyne, que se detuvo en seco a mitad de un grito estridente.

- ¿Eh? - Se volteó.

- Tienes su teléfono. - Apunté hacia su mano izquierda, donde sostenía con fuerza el pobre artefacto. - Podrías responder tú los mensajes, decirle que vengan para que ella hable con ellos. - Evelyne se vio sorprendida por unos segundos, hasta que una sonrisa malvada se dibujó en sus labios.

- Tienes razón...

- ¡No, Eve, por favor!

- Gavin está muy preocupado por ti, linda. Voy a responder. - Como si supiera que estaban hablando de él, teléfono de Blacky se iluminó y una foto de Gavin y ella apareció en la pantalla. Evelyne se apresuró a responder y bajó trotando las escaleras. - ¡Hola, Gavin!... Em, soy Evelyne... - Se escuchó desde el otro lado de la puerta un gruñido de Blacky y el cerrojo siendo abierto, pasó hecha una furia junto a mí y corrió hacia donde Evelyne hablaba con Gavin. - En serio, nada malo está pasando con... Sí, pero... ¡Espera! ¿Podrías dejar de interrumpirme por un maldito segundo? - Bajé las escaleras y me detuve junto a Blacky, que fulminaba a Evelyne con la mirada desde el otro extremo del sofá. - Alexa está bien, si tienes algo para anotar puedo pasarte su nueva dirección.

Maldita Venganza. (¡Malditas Traiciones! 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora