Capítulo 26.

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Los días pasaban lentos, pero todo iba mejorando, Caín iba recordando de a poco y ya permitía que Jason se le acercará, su memoria estaba volviendo, aunque había noches en las que se despertaba llorando y gritando, pues las imágenes de aquel fatal día, también estaban volviendo. Papá sólo corría a su habitación y la sostenía en sus brazos hasta que su llanto cesaba, aunque había otras veces que le gritaba que se fuera, y sólo permitía que Alaric o Aleksey se le acercarán, para mi y para Cailin era duro, y para Jason era aun peor, pero la entendíamos, su memoria se había borrado por completo, en este último año, Alaric había estado a su lado, y Aleksey en estos últimos meses.

Todos viviamos con el miedo de que Dereck saliera de su maldito escondite y atacará, aunque Jason parecía no temer, cuando hablaba de él, sus ojos se convertían en llamas, llenas de odio, rencor y muchas cosas más. Cuando decía que lo mataría, hablaba con una determinación que te hacía estremecer.

Mi relación con Aleksey era cada día mejor, aunque casi no saliamos a citas, o algún lugar especial como las parejas normales, todo iba viento en popa.
Con Alaric las cosas iban bien, reíamos juntos, entrenabamos juntos y él me contaba pequeñas anecdotas de toda su vida. Stef está que explotaba de la felicidad de tener nuevamente a su hijo. Era como si nada pudiera romper nuestra burbuja de felicidad momentánea, pero sabíamos que tarde o temprano tendríamos que volver a la realidad.

Segui golpeando el saco de box, hasta que una pelirroja vino a mi mente, deje de golpear y mi respiración se acelero mucho más, no sabía nada de Agnese, y eso en cierto punto me preocupaba como el demonio, Dereck era capaz de todo, y si la encontraba la traería de vuelta y definitivamente le haría daño. Agnese era una persona importante para mi, no quería que ese hijo de puta la dañara más.

Volví a concentrarme en el saco de box, hasta que un grito me sorprendio, camine a la puerta y los gritos se hacían más fuertes, era Caín, sin duda lo era, eche a correr escaleras arriba y sali por la sala de estar, todos estaban ahí reunidos y pequeños chillidos se hacían presentes.

Caín abrazaba a Jason y repartía besos por todo su rostro, algo en mi pecho vibró, había recordado, lo sabía por la cara que todos tenían, sus ojos brillaban de felicidad y Cailin lloraba, pero también sonreía, me acerque lentamente a ellos, la primera que me vio fue ella, esos ojos que eran idénticos a los mios, soltó a Jason y se echo a correr, hacia mi, sus brazos me envolvieron, y yo sentí que mi corazón se curaba, que todo lo malo se iba, yo me sentía en el mismo cielo.

-Mi bebé.-susurro. Yo me sentí morir, las lágrimas no tardaron en correr por mi rostro, la abrace fuerte, había necesitado tanto de ella, la amaba tanto, que sentía que si la soltaba ella desaparecería.

-Mamá.-sursurre con la voz entrecortada, ella me abrazo más fuerte y sus sollozos le daban pequeñas sacudidas a su cuerpo. Mis lágrimas mojaban todo mi rostro, pero no ne importaba, la había extrañado tanto, tenía el corazón tan roto por su partida, que ahora todo se sentía irreal.

-Está bien amor, ya todo está bien.-sus manos daban pequeñas caricias en mi cabello, y yo sentía que nada en este maldito mundo importaba, mamá estaba de vuelta, mi familia no estaría pérdida una vez más, porque ella le daba vida a todos, ella era la mujer más increíble de todo el mundo.
Me alejo lentamente y tomo mi rostro entre sus manos, sus ojos estaban empañados, quite las lágrimas y bese su frente.-Perdón, perdón mami.-susurre. Cerre los ojos con fuerza, no podía mirarla sin sentir que todo era mi culpa, sin sentir que ella había sufrido por mis errores.

-Mi amor, no tengo nada que perdonarte, eres mi más grande amor, por ti y por Cailin hubiera dado todo.-beso mis párpados.-Mírame Duncan.-así lo hice.-Te amo cariño.-mis lágrimas no paraban de salir.-Pero mira que grande estás, y que guapo eres mi pequeño.-reí.

Volteo a donde Cailin y ella se acerco corriendo a mamá. Caín apenas tuvo tiempo de sostenerla. Cailin lloraba como cuando era niña y mamá la sostenía como siempre lo había hecho. Las abrace y pronto Jason se nos unió. Todos llorabamos de felicidad. Caín había vuelto y la paz en nuestra familia también.

...

Los días transcurrían bien. Todos estabamos que moríamos de felicidad por tener de nuevo a Caín, no podíamos creerlo, por eso no perdíamos ni un minuto para estár a su lado, menos Cailin, papá y yo.

Parecíamos perritos falderos, siempre tras ella, ella se veía tan feliz y la familia mucho más.

Caín nos contaba cada cosa que le pasaba por la mente, cada recuerdo que volvía. Jason la miraba con tanto amor, con tanta adoración. Aunque últimamente habían discutido un poco, a Jason le hervía la sangre de solo pensar que Dereck había besado a mamá, que habían compartido un año juntos. Ella le aseguraba que nunca paso nada, que Dereck siempre la tenía dormida o encerrada en su habitación, pero aún así Jason explotaba de los celos.

Salí de mis pensamientos cuando sentí que alguien me abrazaba por la espalda, sabia quien era, su loción me volvía loco.

-Hola guapo.-me susurro al oído.

-Hola.-la puse frente a mi y la bese.

Estos últimos días casi no pasábamos tiempo juntos, pues yo lo pasaba con mamá, pero Alek me entendía y me daba tiempo.

-Hoy tu y yo saldremos.-le dije.

-¿Estás hablando en serio?.-hablo emocionada. Asentí.
Lo había hablado con Jason y me dijo que estaba bien, iríamos con algunos hombres por si a Dereck se le ocurría aparecer, aunque yo no lo creía.
Nadie salía de casa, pero Jason decía que nos haría bien un respiro, además que él necesitaba estár con mamá a solas, esa idea me daba escalofríos, reí por mi estupidez.

-Si, así que anda por tus cosas, nos vamos ahora mismo.-Aleksey soltó un gritito de felicidad y corrio hacia las escaleras, yo la segui pues debía tomar mi pistola. Pura precaución.

Entre a la habitación y Alek estaba retocandose en maquillaje, sonrei.

Cinco minutos después saliamos de casa, con 5 hombres tras nosotros, era en cierto punto incómodo, pero realmente no podíamos andarnos por las ramas.

Maneje hasta el centro de la ciudad, ahí aparque en un restaurante muy bonito y lujoso, las reservaciones ya las tenía listas, despues de comer dimos vueltas por todo el centro, comprábamos cualquier pequeñez que nos parecia curiosa y tomábamos fotos con muecas divertidas, en realidad no sabía como mierda se planeaba una cita, hacia mucho tiempo no salía de esta forma con alguien.

Ya entrada la noche, fuimos a mi apartamento, Aleksey reía por uno de mis malos chistes, mientras yo me quitaba la chaqueta, ella se acerco a mi y me beso.

-Hace mucho no estábamos solos.-beso mi cuello.

-Mm-hm.-respondi, ella solto una risita.

Sus manos se colaron debajo de mi jersey y me la saco en cuestión de segundos. Mis manos fueron a sus muslos, enredo sus piernas en mi cadera y camine con ella besándome hasta la habitación. Se sentía tan bien esto, pero era como si solo fuera sexo, no sabía que mierda me pasaba, pero sólo se sentía de esa forma. La bese con pasión intentando sacar esas ideas estúpidas de mi mente y lo logre cuando los gemidos de Alek llegaron a mis oídos. Sólo eso necesitaba para saber que la quería y que solo necesitabamos pasar más tiempo juntos para terminar de conocernos y para enamorarnos más el uno del otro.

Esa noche hicimos el amor, y aunque al principio no se siento así, al final se sintio bien, se sintio reconfortante.

Duncan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora