Cerré la carpeta
Todos mis problemas me alejaron de Dios. Comprendí que sólo ayudado por El, iba a poder saltar de la navaja... Quise hablarle pero no pude. ¡Yo era, ni mas ni menos, un dragón solitario y espantable!
¡Vaya que había sabiduría en el pasaje!
Había aparentado constantemente lo que no sentía y me había mostrado fuerte cuando deseaba llorar.
Era demasiado. No sabría dar un paso más así. Mordí el cojín y dejé que el llanto lastimero y desgarrador fluyera, drenando consigo toda la amargura contenida en el alma durante meses, durante años quizá. Nadie me veía. Eso me permitió desahogarme de forma ingente. Mi llanto se volvió tan profuso a ratos, que varias veces perdí la respiración.
La congoja comenzó a matizarse de angustia. Me atormentaba la idea de perder a mi hijo justo en el momento en que había aprendido a amarlo.
Me puse de pie y decidí vestirme para ir al hospital, aunque tuviera que permanecer en el sillón de la recepción esperando que amaneciera. Sentí que mi alma se partía en dos. Necesitaba saltar de la navaja ya... Hecho un mar de lágrimas me arrodillé y encorvé el tronco poniendo la frente sobre el piso;
-Dios mío... -invoqué entrecortadamente-. Ayúdame a reconstruir mi vida... No te lleves a mi hijo... Dame la fuerza de saber que al menos tú si me amas... Creo en ti, sé que existes y me escuchas, he aprendido la lección.
Mi voz siguió saliendo, mi mente orando. No puedo recordar cuanto dije en esa plegaria, sólo sé que mi oración se prolongo durante mucho tiempo. La tregua de Dios comenzó a percibirse en mi guerra interior. Los pensamientos se clarificaron y y un deseo inerme de mutilar la parte de mí que seguía unida al pasado me hizo levantarme y caminar trastabillando a la cómoda.
Aunque me divorcio fuera irreversible. La vida tenía que seguir. Tomé una pluma y comencé a escribirle a mi esposa la última carta de despedida.
TN_____:
Hace tres días consumé el acto más terrible y doloroso de mi vida; me siento un miserable, deshecho, acabado; nunca me imaginé que firmar ese papel me causaría tal sensación de frustración...
Estoy en la habitación de un hotel. Siempre creí que el divorcio me daría libertad y felicidad... Qué equivocado estaba...
Tú y y yo solíamos hacer huracanes en vasos de agua, discutíamos de manera enconada por detalles de poca importancia...
¿Por qué nos separamos? No lo sé, no existen razones verdaderamente fuertes, excepto que al pelear nos faltamos al respeto, que enojados dijimos cosas imperdonables, que durante la riña hicimos todo por herirnos, que llegamos al extremos terribles, a gritos, agresiones, insultos.
No fue el motivo de las peleas lo que nos separó, sino las peleas mismas. Y las peleas surgían continuamente, de la nada.
Somos diferentes y eso causaba incomodidades al otro; tú madre sobreprotectora, yo padre liberal; la lista podría ser interminable. Me deshice al divorciarme de todo aquello que califiqué como defectos tuyos, sin embargo, en la soledad de esta habitación han venido a mi mente muchas virtudes tuyas que también perdí al perderte. Sin querer he recordado la forma en que nos enamoramos, la belleza de nuestra identificación espontánea, la grandeza de nuestras promesas eternas, la primera vez que nuestros cuerpos se fundieron con desesperación y ternura, tu sufrimiento y angustia cuando nació nuestro hijo, tu modestia, tu sencillez...
Al poner en la balanza las cosas buenas y las malas me doy cuenta por qué me siento un desdichado.
Caramba... tengo bajo mi cargo un empleado que llega tarde, que ha robado, que ha hablado mal de mí y aun, con todo, lo tolero porque me saca adelante mucho trabajo, porque aunque tiene defectos, sus virtudes son difíciles de hallar y pesan mucho más... Tú también soportabas que la sirvienta fuera respondona, un poco abusiva y sucia y lo hacías porque sabías que si te ponías tan estricta con ella, también perderías todos sus enormes beneficios... Ambos usamos la balanza mental para aceptar a un empleado o a una sirvienta ¿Por qué no fuimos capaces de usarla entre nosotros?
Realmente nos amábamos. Eramos importantes el uno para el otro. ¿Como permitimos que cosas tan sencillas nos separaran?
Ahora que estoy lejos de ti me doy cuenta que una parte de mi se quedó contigo... Escribo esta carta con el lamento de un miserable hundido, la escribo llorando profusamente como un niño que se ha perdido... Las lágrimas no me permiten continuar. Dios mío... El día que rapté a Daniel me dijo que mamá estaba muy extraña, me imploró que ya no me peleara con ella, me preguntó cuándo regresaríamos todos a casa y yo no pude decirle la verdad, me quedé con el terrible nudo en la garganta y balbuceé apenas que volveríamos muy pronto... Adoro a mi hijo y no me gusta verlo sufrir... El no tiene la culpa de la ineptitud de sus padres...
Sé que lo nuestro no tiene arreglo, y como despedida, quiero decirle a la mujer de la cual me enamoré hace muchos años que a pesar de no poder reparar lo que rompimos, una zona de mi corazón sigue implorando tu presencia, algunas células de mi ser que se niegan a morir siguen clamando por ti y una parte de mi alma se quedó contigo para siempre...
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El capítulo de hoy
.. Vota y comenta que te parece ...linduras hermosas ya solo nos quedan 6 capítulos que espero pronto terminar de subir. Siempre y cuando ustedes hagan acto de lectura osea boten o comente y mas rápido se actualiza.
El siguiente .. se que lo van a amar esta muy bueno así que atentas.
y con el cambio de portada en honor a Kim Jong Hyun oppa de SHINNee , mi pregunta es la deja como portada final osea que no se cambie para nada ó solo hasta terminar la novela y hacer la dinamica de quien sera la ____ de la portada, comenten que les gustaría por favor.
gracias por su tiempo y den le mucho amor a esta linda historia.
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Gracias por leer
#yazRUSHERgirl
#YazRUSHERgirlSUJUBesos a tod@s ...
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"La Última Oportunidad" -adaptada- Siwon Y Tn___
RandomSi alguna vez a cruzado por su mente la idea de disolver su matrimonio, si siente que no vale la pena seguir luchando por ese trabajo o esas personas que lo han despreciado; haga un alto y dese la oportunidad de leer esta historia ... Autor: Carlos...