En el cuarto nadie habló. Ya no me sentí nervioso por la posibilidad de que me sorprendieran espiando. Ensimismado, evaluaba la posibilidad que tenemos los esposos de animar y ayudar a la mujer en su importantísima y poco gratificante misión.
Pensé en el señor Park Jung Soo. ¿Por qué estaba haciendo todo eso para ayudarnos? ¿Cuál razón real? Sus empeños ya no me parecían producto de una obra altruista. ¿Qué intereses mensurables lo estaban moviendo?
Cuando más absorto me hallaba en mis cavilaciones, aparecieron al fondo del pasillo los padres de _____ caminando hacia mí. ¡Los padres de _____! ¡Dios mío! No supe qué hacer. Contemplé extasiado la pintura ficticia, pero está se desvaneció; quise entrar en la habitación, pero hubiera sido delatarme abiertamente, intenté caminar hacia ellos, pero se hubiese visto falso. Me limité, ante tan embarazosa situación a sonreír como idiota. La pareja se aproximó observándome con suspicacia. Detrás de mis suegros caminaba un joven delgado a quien fracturé el tabique nasal... Mi rostro debió azorarse más al descubierto, no tanto por haberlo agredido físicamente, ni por haberme sospechado cornudo gracias a él, sino por verlo, por primera vez, con su sotana negra...
-Queremos presentarle –comentó mi suegra en cuanto llegaron frente a mí-, al sacerdote de nuestra parroquia, el padre Lucano. Aunque –sonrió-, creo que ya se conocían.
-Padre... -le dije haciendo, un gesto de arrepentimiento- yo no sabía que usted era... Creí que...
-No se preocupe.
Me dirigí a mis suegros.
-Lo que les comenté ayer –logré articular al fin-, no fue fingido.
-Lo sabemos –dijo el señor-. Mi esposa y yo lo discutimos. Llegamos a la conclusión de que no tenemos derecho a participar en este problema...
Los miré fijamente. ¿Qué intentaban decirme?
-Yo siempre quise tener un hijo –continuó-. Cuando ____ nació recuerdo que me sentía un poco triste porque había sido niña. El médico me reprendió con una frase que no se me ha olvidado desde entonces: AL EDUCAR UN HIJO SE FORMA UN HOMBRE, PERO AL EDUCAR UNA HIJA SE FORMA UNA FAMILIA. Más que nunca se aplica eso ahora. Amamos profundamente a _____. Nos ha costado mucho trabajo entender que debemos hacernos a un lado y dejarla vivir su propia vida, aunque sufra. No tenemos nada contra usted.
Las lágrimas comenzaron a martillarme los párpados.
-Perdónenme por favor.
Mi suegro fue el primero en tenderme la mano. La tomé pero al instante, sin saber quién de los dos había inicia el gesto, nos abrazamos. Fue un abrazo firme, sincero, un apretón de dos caballeros que hacen la paz. Me separé de él y miré a la señora. Con más recelo me ofreció el saludo, pero esta vez, conscientemente de ser yo el propiciador de ademán, la traje hacia mí y la abracé. No me rechazó ni me palmeó como su esposo, simplemente se dejó hacer languideciendo de su postura firme y soltándose a llorar.
-Por favor –me dijo-. No haga sufrir a mi hija. Usted es un buen hombre.
Nos separamos y la tome por los hombros para decirle que sí.
El padre lucano presenciaba la escena callado. Le tendí la mano. Me dio la suya sin dudarlo.
-Animo –comentó-, todo se va a arreglar, ya lo verá. Por mi parte no se preocupe. Si pasó algo malo, ya no lo recuerdo.
-Gracias...
Rodeé con un brazo su espalda de la señora y entramos a la habitación. Un hálito mágico, pesaroso, incierto, inundó el reciento.
______ se quedó boquiabierta, mirándonos como si se tratara de una parición. ¡Su madre estaba llorando y yo la abrazaba!
Leeteuk se puso de pie. Las visitas lo saludaron, se acercaron a _____ para darle un beso y el sacerdote caminó hasta la cama del pequeño.
Mi esposa explicó a los presentes cómo el niño volvió en sí y las tristes circunstancias en que lo hizo. Hubo muchas preguntas y exclamaciones de asombro.
Después de un rato, el propietario de la empresa se percató de que éramos demasiadas personas en el lugar. Se despidió con ademanes corteses y salió del cuarto. Lo seguí.
-Qué rápido volvió.
-No me he ido –confesé.
-Lo supuse.
-Señor Park. ¿Por qué nos ha brindado tanto apoyo? Una cosa es la ética de ayudar a un empleado en sus conflictos y otra convertirse en mediador...
-Detesto ver que las familias se deshagan simplemente por manejar mal los conceptos...
-Discúlpeme que lo contradiga pero ésa me parece una razón ilógica. Hay millones de casos así. Las estadísticas dicen que más del 50% de los matrimonios fracasan, usted es un importante empresario, no un consejero matrimonial. ¿Por qué ha hecho todo esto por nosotros?
Me miró evasivamente como un hombre acorralado en flagrante delito. Se encogió de hombros y suspiró.
-Algo muy especial ocurrió en mi matrimonio hace años... eso me hizo formar parte de una cadena de compromiso. Algún día tal vez me entienda. Hice una promesa. Fue algo muy fuerte. Una promesa sagrada. Por eso estoy aquí.
Me encogí de hombros.
En la sala de visitas estaba parada una mujer observándonos. Sentí que el suelo se abría bajo mis pies. ¿Venía a hablar conmigo, con Leeteuk o con mi esposa? ¿Venía en son de empleada, de amante o de rival?
-Aridai... -dijo Leeteuk al verla-. ¿Qué hace usted aquí?
///////////////////////////////
Un capítulo más ... Y viene el comienzo del final ..
El mejor comentario será la multimedia del próximo capítulo .
Denle muchos votos para actualizaciones más seguidas.
.
Espero les guste ... Muchas gracias por leer ...#yazRUSHERgirl
#yazRUSHERgirlSuJu
Besos a tod@s
ESTÁS LEYENDO
"La Última Oportunidad" -adaptada- Siwon Y Tn___
RandomSi alguna vez a cruzado por su mente la idea de disolver su matrimonio, si siente que no vale la pena seguir luchando por ese trabajo o esas personas que lo han despreciado; haga un alto y dese la oportunidad de leer esta historia ... Autor: Carlos...