¿EXISTE LA PAREJA IDEAL?

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CAPITULO 10 -PARTE 1- 

Salí muy despacio y caminé por el pasillo junto al guardia.  

Llegamos a una sala alfombrada con un escritorio viejo. El abogado de la empresa me esperaba a ahí. 

- Le tengo una buena noticia -dijo en cuanto me paré al frente-. Algunos de los ilícitos que cometió se perseguirán de oficio, pero otros los más graves no. 

- ¿Qué quiere decir? 

- Me comuniqué con su esposa hace unas horas. Accedió a comer conmigo. Me sinceré con ella. Le planteé la gravedad de la situación legal. Pensé que no había nada que perder y ya ve. La señora se mostró accesible. A todas luces pude percibir lo mucho que había sufrido. Tal vez no me lo crea, pero aceptó levantar los cargos en su contra. 

Me quedé impáviado con los ojos muy abiertos. Dios mío... ¡Qué tremenda bofetada con guante blanco! 

- El monto de la fianza bajó automáticamente. El doctor Park Jung   Soo me dio instrucciones de pagarla y me pidió que le dijera que mañana a primera hora usted debe presentarse en su oficina... 

El abogado se puso de pie. Yo agaché la cabeza para no exhibir más lágrimas y di las gracias.

- Tendrá que esperar en esta sala un rato mientras termino de arreglar los papeles. 

Cuando el licenciado salió y me quedé solo puse el viejo cuaderno sobre la mesa y escribí. Lo hice con tanta fuerza que en algunas partes traspasé la hoja con la punta del bolígrafo. 

A partir de hoy, estoy decidido a hacerme una firme promesa. Ignoro lo que será de mí en el futuro, pero definitivamente no voy a darme el lujo de seguirme destruyendo. 

Estoy hastiado de mí mismo, harto de tomarme las ofensas tan enserio. Todas las personas tienen sus puntos de vista y sus razones validas para hacer lo que hacen. No debo molestarme si piensan diferente de mi. De ahora en adelante me prometo que si alguien me agrede no me defenderé. He aprendido que EL QUE GANA UNA PELEA ES EL QUE SE NIEGA A PELEAR. Si me insultan, no voy a dejar que el insulto penetre a mi corazón. sólo yo tengo la llave para abrirlo. Voy a impedir que entre basura en él. Si todo lo que me dicen otros lo considero cierto y lo hago mío volveré a caer en la trampa de perder el control. 

Me prometo que la próxima vez que sienta ira, lo primero que haré será buscar la soledad. Ahí arreglaré mis desavenencias y me presentaré ante el mundo cuando me sienta en paz con él. Esto no es un juego . Es una promesa que, por el bien de mi vida y de mis seres queridos, no voy a permitirme romper. 


Levanté la pluma del papel y observé el texto. No se requería haber estudiado grafología para identificar en los rasgos para identificar en los rasgos firmes , grandes e inclinados un estado de ánimo  vehemente.  Sin querer recordé a Daniel. 

¡DE qué manera me cimbraba el no haberle dado paz en su corta vida! Desde muy pequeño me había escuchado grita, exigir, maldecir. Reviví mentalmente la forma es que me observó cuando le describí  su nacimiento... ¡Hasta entonces me di cuenta de lo sensible que era! ¿Cómo se encontraría ahora? No puede evitar  un hálito de angustia al rememorar la escena en que lo hallé  tirado en el piso junto al tarro de crema hecho añicos... 

Volví a tomar la pluma para escribirle a mi hijo.  

Al comenzar a redactar evoqué las escenas de un día en que lo regañé injustamente y no tuve el valor de disculparme... Un texto de Livingston Larned llamado "papá olvida" se instalo en mi pensamiento en cuanto comencé a escribir. Continué redactando sin importar mezclar mis ideas con las de larden y transcribí una nueva versión del poema en la misma hoja en la que había escrito mi juramento. 


Daniel:      

Hace un par de años me diste una lección que apenas hoy he comprendido. Tuve que estar en la cárcel  para captar la magnitud del mensaje que me enviaste... 

Era una mañana como cualquier  otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos, te reprendí porque masticabas con la boca abierta. comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levante de los cabellos  y te empujé  violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato. Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del coche llevabas la vista perdida. Te despediste de mi tímidamente y yo sólo te advertí  que no hicieras travesuras. 

Por la tarde, cuando volví a la casa después de un día de mucho trabajo, me encontré con que estabas jugando en el jardín. Llevabas puesto un pantalón nuevo y estabas sucio y mojado. Te dije frente a tus amigos que debías cuidar la ropa y los zapatos, que parecía no interesarte el sacrificio de tus padres para vestirte, te hice entrar en la casa a cambiar y mientras marchabas delante de mí te indiqué que caminaras erguido. Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie  furioso porque tú no parabas de jugar. Dije que no soportaba más ese escándalo y me subí a mi estudio. 

Al poco rato la ira comenzó a apagarse, me di cuenta de que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajara a buscarte para darte una caricia pero no pude; ¿cómo podía un padre, después de hacer su teatro de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido? 

Escuche unos leves golpecitos en la puerta. 

-Adelante... 

Abriste muy despacio y te detuviste en el umbral de la habitación indeciso. 

Me volví con seriedad hacia a ti 

- ¿Vienes a despedirte al fin?

No contestaste. Caminaste lentamente, con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñozamente.    Te abracé y percibí la ligereza de tu cuerpecito delgado con un nudo en la garganta. 

Tus manitas rodearon mi cuello fuertemente y me diste un dulce y suave beso en la mejilla. Sentí que mi alma se quebrantaba. 

- Hasta mañana papito -me dijiste. 

Me quede helado, en mi silla. 

¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Por qué me desesperaba tan fácilmente? Me había acostumbrado a tratarte como una persona adulta, a exigirte como si fuera igual a mí, y ciertamente no eras igual; tú tenías una calidad humana de la que yo carecía, eras legítimo, purro, bueno y sobre todo sabías demostrar tu amor...   ¿por qué me costaba a mi tanto trabajo?  ¿por qué tenía el hábito de siempre estar enojado? ¿Qué es lo que me estaba ocurriendo? Yo también fui un niño, ¿cuándo fue que comencé a contaminarme? 

Después de un rato entré en tu habitación y encendí la luz con sigilo. Dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba  ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como e de un bebe... Me incliné para rozar con mis labios tus mejillas, respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener la congoja y cerré los ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel.   No te inmutaste. Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. Es tan difícil  aprender a dominarse, aprender a comprender le nuestros hijos. somos los adultos quienes los hacemos temerosos, rencorosos, violentos.. Te cubrí cuidadosamente con las cobijas y salí de la habitación.

Llevo tres días encerrado, reflexionando en tantos errores cometidos.  Si Dios me da otra oportunidad y te permite vivir, algún día, cuando esta carta, sabrás que tu padre no era perfecto, pero obre todo, ojalá que te des cuenta con ella, que pese a todos sus errores te amaba más que a su vida misma... 



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CAPITULO  TERMINADO 

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Nota: tienes una novela. .. puedes compartirla y con gusto la leeré,  Comenta  cual y con gusto la leeré ...

Gracias por leer !!!

#yazRUSHERgirl
#YazRUSHERgirlSUJU
Besos a tod@s ..

"La Última Oportunidad"  -adaptada- Siwon Y Tn___Donde viven las historias. Descúbrelo ahora