La última oportunidad

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Capítulo 18 

Capitulo Final

Llegué a la estancia para las visitas, pero no hallé sino al aseador que vaciaba los cestos de basura en su carrito. Le pregunté por las personas que estaban ahí y me informó que se habían ido...

Acudí con grandes zancadas hasta el mostrador de enfermería.

-Eran cinco adultos, los padres de mi esposa, el gerente de mi empresa, un sacerdote con anteojos y una mujer de cuello largo, ¿no sabe dónde se metieron?

Todos se habían retirado cinco minutos antes. No lo pude creer. El asunto pendiente que había traído la secretaria gerencial hasta ahí debía de ser resuelto por mí (al menos eso creía yo), de manera que si las visitas habían desaparecido, con toda seguridad Aridai no tardaría en reaparecer por algún rincón para negociar el conflicto con la persona indicada. Estuve paseándome por los pasillos alerta, pero fue inútil, Aridai no estaba...

Apreté los dientes y regresé con pasos cortos mirando a mí alrededor... Si vuelve, me consolé, seguramente irá directo a la habitación de mi hijo y ahí la estaré esperando.

_____ se había puesto de pie. Recargada en la puerta me observaba.

-¿Ella está aquí?

-Si. No sé a qué vino, pero ya se fue.

Mi esposa entró de nuevo al cuarto con actitud pensativa.

-Por favor –le dije tomándola del brazo para obligarla a voltear-. Olvidémonos de la gente que está afuera. Concentrémonos por favor en el hecho de que estamos tú y yo solos...

-¿Qué quieres decir?

-¡Estamos solos! Reconóceme. Soy la persona de que te enamoraste hace años, soy tu esposo. Juntos iniciamos una aventura en la que prometimos no separarnos. Hemos cometido errores. Los problemas nos han aplastado hasta casi asfixiarnos, pero seguimos juntos... Bien o mal aquí estamos. Con nuestro hijo... ¡Vamos a tomarnos fuerte de la mano los tres! Y si el cataclismo nos aplasta, que sea a los tres o a ninguno...

_____ bajó la cara con una angustia y dolor evidentes. No podía moverse, tal vez deseaba decirme que sí, pero también deseaba no estar ahí. Volver el tiempo atrás y comenzar de nuevo: Con la alegría y el entusiasmo que teníamos de recién casados, con las ilusiones frescas y el corazón confiado en que todo iba a ser felicidad.

-¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué no puedes perdonarme? –le pregunté-. ¿Tienes dudas al respecto a si embaracé o no a esa chica?

Movió la cabeza negativamente y caminó a la mesita para tomar los pañuelos desechables.

-Cuando Aridai me visitó y la vi mal, sentí un gran coraje contra ti por atreverte a seguir haciendo daño a otras personas, pero cuando me dijo que posiblemente estaba embarazada, me di cuenta que, si fuera cierto, la mujer no se hubiese atrevido a traerme al hospital ese dolor, a menos que se tratara de una tipa terriblemente mala o quisiera tenderme una trampa. Le dije que se fuera, que me dejara en paz y que arreglara sus problemas como pudiera, que yo no podía ni quería ayudarla...

-Gracias por no haberle creído.

-Siwon, yo sé que eres una persona honrada, un contador excesivamente ético, nunca me has sido infiel. Si me dan a elegir entre tu palabra y la de una desconocida, te creo a ti, porque te conozco en ese aspecto; pero caramba, tú mismo me acabas de confesar que te enamoraste de ella, la acariciaste, la besaste. Eso me parte en dos ¿Sabes por qué? Porque no es la fidelidad del cuerpo lo más importante en la pareja, sino la del alma. Además tu agresividad, tus golpes, la presencia del licor la noche en la que nuestro hijo tuvo el estatus epiléptico. Todo eso me hace sentir insegura a tu lado. Estamos solos tú y yo con nuestro hijo, es cierto, pero he llegado a creer que estaríamos mejor sin ti...

"La Última Oportunidad"  -adaptada- Siwon Y Tn___Donde viven las historias. Descúbrelo ahora