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PARTE 1 CAPITULO 12
El penetrante repiqueteo del teléfono me despertó, pero no violentamente. En mis sueños imaginaba la campana lejana de una escuela que llamaba incesantemente para salir de clases.
Los timbrazos se aproximaron poco a poco hasta que mi cerebro dio la señal de que era el teléfono, de que había quedado dormido sobre la cómoda después de escribir la carta, de que mi hijo estaba en el hospital y de que quizá se trataba de una llamada de emergencia. Todo en un segundo.
Salté subrepticiamente y descolgué la bocina.
-Siwon, ¿te encuentras bien?
-Si -articulé pastosamente todavía semidormido-. ¿Quién habla?
-Park Shin Hye.
-¿Pasa algo malo?
-No. Quizá lo contrario. Llamé al hospital hace unos minutos y me informaron que el niño, aunque sigue inconsciente, ha comenzado a dar muestras de sensibilidad. ¡Parece que puede oír!
Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón comenzó a latir apresuradamente.
Miré el reloj. Iban a dar las diez de la mañana.
-¿Te pido un favor? -pregunté alargando la mano hasta mis pantalones y poniéndomelos.
-Sí.
-Dile al señor Park que iré a verlo más tarde.
-Ya lo hice. Daniel está en la habitación nueve del séptimo piso.
- Gracias.
Y colgué sin decir nada más.
Llegué corriendo al hospital y entré como ráfaga por el recibidor sin solicitar información ni pedir permiso.
Choqué de frente con una enfermera. Tirarla, ayudarla a levantarse, pedir disculpas y seguir corriendo fueron sólo un acto.
Ni siquiera me molesté en oprimir el botón para llamar al elevador, entré corriendo a las escaleras y subí los siete pisos sin reparar en la fatiga.
Me detuve en el umbral del cuarto de Daan jadeando. Dentro estaba mi esposa, mis suegros y el neurólogo Kim Young Woon (Kang in).
- ¿Puedo pasar?
- Adelante -dijo el doctor. El resto de los presentes me ignoró.
_____ hablaba al oído del niño, mi suegro le sobaba los pies y la señora acariciaba su frente.
Observé la escena sin decir nada. Al cabo de unos minutos me aproximé a _____.
-Déjame intentarlo.
Se puso de pie y me cedió su lugar sin hacer otro comentario.
- Daniel -le hablé con un volumen más alto-. Soy yo, tu papá, ¿me escuchas? Sé que me escuchas -rectifiqué- y no quiero que te angusties. Estamos a tu lado, no vamos a dejarte; te queremos mucho hijo, relájate y siéntete tranquilo.
El médico percibió una ligera respuesta en el EEG permanente y nos animó a seguirle hablando.
Al momento todos los presentes comenzamos a a proferir frases costas y deshilvanadas, unos le urgían a despertar, otros le prometían viajes y juguetes, su madre y yo le asegurábamos cariño. El doctor Kang in detuvo la zambra haciéndonos señas con las manos.
De repente Daniel levantó la ceja izquierda como si tuviera un tic.
-¡Está tratando de decirnos algo! -profirió _____ al borde de la histeria-. Doctor por favor ayúdelo. !Está escuchando, está pensando!
- Tranquilícese. Baje la voz.
Si eso era cierto, no debíamos transmitirle nuestra angustia. Y en verdad que nos invadió -a mí al menos-, una sensación de impotencia y pánico. Estar encerrado en un cuerpo que se niega a obedecer, razoné profanamente, debe producir claustrofobia.
-Háblele usted señor. Platique con él lo más que pueda -indico la autoridad discerniendo que fue mi voz la que lo había hecho reaccionar.
Le dí la espalda a los presentes y me enfrenté a Daniel. Parecía dormido; inspiraba y espiraba ayudado por un artilugio mecánico; de su cuero cabelludo rodeado por una suerte de malla, salían los cables de electrodos que conectados a un aparato detrás de su cabeza, medían los pulsos cerebrales en micro voltios. Traté de desaparecer de mi mente el tétrico escenario e imaginé que estábamos sólo el y yo.
-Daan -le dije-. Estoy muy contento por lo que platicamos en el campo de golf. ¿Te acuerdas? Haberte relatado la forma en que naciste me hizo sentir más cerca de ti y también me ayudó a darme cuenta que ya no eres un niño y mereces que te compartamos todo...
En el recinto se hizo el silencio automáticamente. Parecía que los presentes se hubieran quedado congelados.
- Cuando llegué a la habitación y te vi en el suelo -continué-, me asusté mucho. Tal vez no recuerdes lo que te pasó; quiero explicarte que fue sólo un ataque muy fuerte. En este momento estás volviendo de él. Sé que te está costando más trabajo, pero lo vas a lograr, tenlo por seguro. Dios está contigo. ¿Recuerdas lo que hablamos en el campo de golf? Tú eres una bendición. Naciste, aunque los médicos decían que eso iba a ser imposible. Y ante los malos augurios después de tu llegada, saliste adelante y creciste. Eres un chico muy fuerte.
La voz se me quebró un poco. En otra ocasión hubiese respirado hondo y apretado las mandíbulas para mantener la ecuanimidad, pero no me esforcé por eso.
Me acerqué a Daan y me estreché con él.
- No se te olvide lo que te dije. Estabas muy grave, en una incubadora, conectado a sondas y dependiendo de colchones térmicos. Tu vida se hallaba en un hilo. Los doctores recomendaban que me resignara a perderte, pero no quise hacerles caso -las lágrimas comenzaron a fluir, no las detuve-, le dije a Dios que no importaba si mi hijo estaba enfermo, le pedí llorando que, a cualquier precio, te permitiera vivir...
La nostalgia comenzó a invadir toda la habitación. De cualquier manera la presencia de los espectadores ya no me inhibía.
Estaba solo con Daan.
- Y cuando se lo pedí, hijo lindo, sentí su imponente presencia -hice una pausa para limpiarme un poco el rostro empapado, pero era inútil; mi llanto se había vuelto copioso-. Sentí su infinito poder -continué-, su infinita bondad. En mi delirio imaginé que El me veía y entonces no me importó que nadie en el mundo celebrara conmigo tu nacimiento.
Me separé del pequeño cuerpo unos instantes. Seguía inmóvil, serio, respirando rítmicamente a través del fuelle de oxígeno.
- Ese día, hice una oración, -proseguí reponiéndome un poco-, ¿la recuerdas?, te dije en el campo de golf. Fue algo mágico. Mi vida cambió cuando la hice... ¿Te parece si la hacemos juntos hoy? ....
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#YazRUSHERgirlSuJuBesos a tod@s ...
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"La Última Oportunidad" -adaptada- Siwon Y Tn___
RandomSi alguna vez a cruzado por su mente la idea de disolver su matrimonio, si siente que no vale la pena seguir luchando por ese trabajo o esas personas que lo han despreciado; haga un alto y dese la oportunidad de leer esta historia ... Autor: Carlos...