No lo tomen así. A ella le gustaría...
-Está usted un poco chiflado, por lo que se puede ver.
Tn________, escuchó discutir a sus padres y salió del cuarto para aproximarse a nosotros con grandes pasos. Cinco metros antes de llegar preguntó qué pasaba.
-Nada -me anticipé.
Los señores la tranquilizaron con un gesto.
-Ya nos vamos hija. Mañana venderemos a primera hora.
La tomaron alternadamente por los hombros y la besaron en la cara.
— Que pases buenas noches.
— Usted también.
Tn_______ me brindó una mirada francamente amenazadora antes de darse la vuelta y retirarse a la habitación del niño.
En el sillón viejo y roído del rincón, sin acostarme del todo ni cubrirme con cobijas, pasé la noche, hojeando a ratos una revista.
Entre sueños escuché voces, pasos y ruidos excesivos. Abrí los párpados un poco y miré el reloj; iban a dar las cuatro de la mañana. En el pasillo había enfermeras que corrían saliendo y entrando del cuarto ¿de Daan? Me puse de pie de un salto.
—¿Qué pasa? –caminé hacia ellas.
— El niño...
Entre a la habitación.
Mi esposa se había subido a la cama con Daniel y le hablaba. En el recinto no había órden. Dos galenos que se hallaban de guardia habían acudido y combinaban sus opiniones con mandatos y providencias. Me abrí paso. Casi me fui de espaldas sintiendo un escalofrío fulminante. ¡Daniel estaba acostado con los ojos abiertos!
El doctor Kangin Llegó en ese momento. Le informaron, que el niño había vuelto en sí, pero su reacción era muy rara...
–No reconoce a nadie -añadió uno de ellos sin que nadie le preguntará.
Llegué frente al chiquillo. _______, le comentaba cuanto lo amaba, le decía quien era ella, pero Daniel no daba señas de entenderse, sólo la miraba con las cejas fruncidas y un cierto rictus de temor. Me paré junto a la cama frente al pequeño y le pregunté si me recordaba ; siu respuesta fue igualmente ambigua. Su sistema auditivo funcionaba, pero sus neuronas no parecían lograr relacionar ideas.
Llevé mi mano derecha hasta su rostro y quise acariciarlo pero se separó desconfiado. Al instante me levanté y encaré a los médicos.
–¿Qué está pasando? ¿Puede hablar? ¿Piensa?
Ninguno de los especialistas me contestó.
Volví a la cama y tomé al pequeño por los hombros con ambas manos.
–Somos tus padres. ¿No te acuerdas de nosotros?
–¡Por favor hijo, haz un esfuerzo!
Daniel, siempre silente abría mucho los ojos y se acurrucaba con un esguince de pavor cual cervatillo acorralado por humanos.
–Vamos a tranquilizarnos–indicó el doctor kangin-. El niño requiere que sus padres le hablen y lo estimulen pero con mucha ecuanimidad para no asustarlo.
Comenzamos a hacer lo que se nos pedía de diversas maneras y por bastante tiempo, sin embargo, la mente de Daniel no lograba reconocernos ni su boca articular palabra alguna.
Fueron varias horas agobiantes. _______ y yo nos deshicimos frente a él en cuentos y dramatizaciones. Daniel observaba de ratos y a ratos prefería cerrar los ojos para evadirse de escenas que a todas luces debían parecerle grotescas. Cerca de las ocho de la mañana el pequeño volvió a quedarse profundamente dormido.
Estuvimos observándolo impotentes sin decir palabra.
Yo no lograba comprender el complejo mecanismo de la naturaleza humana. Ese cuerpo de Daan, ese cerebro pertenecía a él, pero Daan mismo estaba extraviado dentro de un universo inexplorado, al que ni los científicos ni sus seres más cercanos teníamos acceso. Caminé hacia afuera de la habitación.
Por fortuna en la salita había un pequeño sanitario donde pude arreglarme el cabello y aserme la cara; debo admitir que me entristecí más -si esto fuera posible aún -, al contemplar en el espejo mi faz ojerosa y enjuta. ¡Cómo se acartona el aspecto humano con las penas!, me dije.
Ya porque habían sufrido una fuerte tensión en las últimas horas, ya porque sembré en su corazón la semilla de una posible tregua, mis suegros no cumplieron su promesa de presentarse temprano al día siguiente. En cambio, recibimos la visita de alguien a quien no esperábamos: El señor Park Jung Soo.
Cuando salí del baño, se hallaban en la salita: _____, el Doctor Kangin y el presidente corporativo de mi empresa. El anciano llegó justo en el momento más crítico, de modo que le tocó escuchar la explicación que nos dio el médico.
-El sistema nervioso central del niño funciona bien: Todos sus sentidos responden a los estímulos y parece hallarse sano, si no fuera porque la encefalitis desconectó algunas vías conductoras de la memoria a corto y largo plazo provocándole amnesia profunda.
La noticia de su posible lesión sempiterna nos cayó como balde de agua helada, bien que, a todas luces, era preferible al estado vegetativo.
-Es como un bebé. No recuerda nada. Ni siquiera las conexiones de símbolos orales. El problema parece tan severo, que puede llegar a ser permanente –nos informó el médico-, si es así, habrá que volver a enseñarle todo... La rehabilitación de estos casos no resulta sencilla.
Nos dijo que sería trasladado a una habitación ordinaria en el tercer piso y estaría en observación veinticuatro horas más. Después de ese tiempo, sano o no lo daría de alta.
Por mi parte no logré opinar nada cuando el médico explicaba sus conclusiones. El diplomado que la vida me había hecho cursar era muy bueno, pero la factura estaba llegando excesivamente cara...
Kangin se retiró. Mientras las enfermeras hacían los preparativos para el cambio de piso, _____, Leeteuk y yo nos quedamos sentados, pensativos, cabizbajos en la sala.
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Un capítulo más ...
Y este va dedicado a todos los nuevos lectores de esta bella historia ... bienvenidos ... y espero que les guste mi trabajo ...
Gracias a todas las demás. ..
No se olviden de leer mis otras novelas ... de comentar ....
Y sigan la página ... Big Time Rush & K-POP ...
la siguiente actualización sera cuando llegue a 600 votos.
Gracias por leer ...
#yazRUSHERgirl
#yazRUSHERgirlSuJuBesos a todas ...
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"La Última Oportunidad" -adaptada- Siwon Y Tn___
RandomSi alguna vez a cruzado por su mente la idea de disolver su matrimonio, si siente que no vale la pena seguir luchando por ese trabajo o esas personas que lo han despreciado; haga un alto y dese la oportunidad de leer esta historia ... Autor: Carlos...