Capítulo 23.

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No podía creer que hubiera dicho eso, que le hubiera pedido condones a la mamá, no quería que ella se enterara de nuestra vida sexual, eso era muy privado para mi, aparte que Patricia me acababa de conocer y no sabia que pensaría de mí, había intentado decir lo menos posible para no joderla y viene Alonso y le dice eso a su madre.

Patricia nos queda mirando y parpadea un par de veces

- Es mejor prevenir que lamentar - dijo Alonso encogiéndose de hombros.

- Son muy pequeños para tener hijos todavía, mañana iré a la farmacia y compraré una caja de condones.

- Que sean 2 y compra de los mas largos - dijo Alonso.

Se me cae la cara de vergüenza, me arden las mejillas de lo rojas que están.

- Entonces que sean 2 cajas - dijo Patricia, y salió de la sala.

- ¿Porque hiciste eso? -pregunté en un susurro.

- Porque no estoy listo para ser papá - dijo encogiéndose de hombros.

- Me refiero a decirlo tan directo, no estoy preparada para que sepa que tenemos vida sexual. - dije con las manos en la cara.

- Tranquila amor, mi mamá sabe todo de mi, le cuento todo, tenemos mucha confianza, ella es mi papá y mamá si que no te preucupes. - dijo Alonso abrazandome.

Volvió Patricia con una bolsa y se la paso a Alonso.

-Son mías pero están por vencer, las compre y nunca las ocupé. - dijo Patricia - no se si son de tu talla pero servirán supongo, de igual manera mañana te compraré más.

- Gracias mamá - dijo Alonso abrazándola, son muy afectivos.

Me tape de nuevo la cara de la vergüenza.

- Tranquila cariño, es normal en los adolescentes, sabia que este día llegaria, no pensé que sería tan pronto ni que tampoco seria con una chica tan bonita  pero no te preucupes. - dijo Patricia comprensivamente.

- Amor, quiero mostrarte mi dormitorio. - dijo Alonso tomándome de la mano y paradose del sillón.

-Después nos vemos .- intente sonreirle a Patricia.

-En un rato mas les llevare algunos sándwich y un poco de jugo de frutas - dijo Patricia devolviendome una sonrisa.

Fuimos al dormitorio de Alonso el cual estaba pintado de azul, un azul brillante, tenia una pequeña cama, al lado un mueble con una foto de su banda, salian Fabrizzio, Bernard, José y Alonso, se veían muy felices, tambien en su dormitorio había un mueble de ropa, muchas fotografias enmarcadas de bandas de rock, un pequeño mueble de computadora con una silla y lo que más me gustó fue ver un estante lleno de libros, desde Orgullo y Prejuicio hasta Hush Hush, tenia una colección enorme con unos 100 libros, habían sagas completas y muchos autores que siempre me han encantado, sabía que Alonso le gustaba leer pero no sabia que leyera tanto.

- Me he leído cada uno de ellos. - dijo Alonso orgulloso.

- Debes ser millonario porque yo solo tengo la mitad y lo demás leo en PDF. - dije asombrada.

- No soy millonario, tu padre si, mi casa es como el cuarto de la de él, mis pantalones y ropa en general esta toda desgastada, no tengo gran celular, no tengo computador ni nada, no es la gran cosa pero al menos no me ha faltado nada en la vida. - contesto Alonso con nostálgia - aparte la mayoría no son originales, excepto algunos que Me los he ganado en concursos de poesía.

- ¿Escribes poesía? - pregunte incrédula.

- Amor, por si no sabias yo escribo las letras de las canciones de la banda, se hace muy fácil escribir Cuando haz leído tanto y tienes imaginación.

-Si, si sabia que escribías las canciones pero pense que no todas. - respondí.

- Pues ahora lo sabes, por eso es que Fabrizzio y Bernard no se pueden enojar conmigo ni decirme nada porque paso tiempo contigo. -murmuro Alonso.

- ¿Y en quien pensabas cuando escribías las canciones? - pregunte.

- Pues en ti - contesto Alonso.

- ¿En mi? - dije - pero si ni siquiera me conocías cuando escribiste esas canciones.

- No hacia falta, ya antes de conocerte pensaba en ti en todo tiempo, soñaba contigo, no sabía cuando llegarias pero sabia que lo harías, tarde o temprano iba a conocerte, no sabia como eras físicamente pero sabia que quería a alguien como tu en mi vida, sólo esperé y te encontré en el lugar en que menos pensé, en la playa y después fuiste al bar donde nos habían contratado y supe que eras tú, te vi cuando entraste, algo mágico me dijo que estarías allí esa noche y te estuve esperando. - Alonso me abraza y Me besa con pasión.

- Te amo con locura mi príncipe, gracias por salvarme, con tu alegre corsel. - le dije besándole el cuello

- No le llames alegre corsel a José. - murmuro Alonso tomandome en brazos y besándome.

No pude evitar reírme.

- Amo cuando te ríes, quiero besar tu risa.-

Me tira a la cama y nos seguimos besando, empieza a subir la temperatura entre nosotros y la ropa empieza a estorbar, Alonso se saca la camisa, se ve muy guapo.

Derrepente se abre la puerta.

- Les traje Sándwiches - dice Patricia.



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