Salón de Esther
-¿¡Lloró con la vida es bella?!- sus amigas no dejaban de reírse
- Chica te echas unos amigos más extraños...- dijo Marina
- Hombre ¿ Por qué sí no os elegiría a vosotras?- la picó Clara
-Dejadla seguir- dijo Ana, quién se había enganchado a la historia.
Villanova
Clara no salía de su asombro ¡Tendría que vendarse los ojos por segunda vez en el día!
Cuando habían terminado de comer Jonai la había sorprendido de nuevo
- Bueno y ahora a por tu regalo
- ¿Más? Yo con la feria estaba contenta- Clara estaba siendo sincera, lo de la feria había superado, ampliamente, sus expectativas de regalo de cumpleaños.
- Pues claro. Pero te vas a tener que vendar los ojos
- Nooooo¿Por qué?
- Tú regalo está al final de una senda. He llenado esa senda de cuerdas a las que te irás agarrando para avanzar y al final te daré el regalo
Clara aceptó el reto
Así que ahora estaba en mitad del bosque de Villanova, avanzando guiada de las cuerdas. ¿Pero qué le pasaba al mundo hoy?
Siguió avanzando hasta que oyó la voz de Jonai decir
- Rubia, quieta. Lo has logrado.
Clara se quitó la venda y se encontró con su mejor amigo frente a ella sosteniendo un paquete dorado.
-Abrelo- le invitó él.
Y lo abrió. Casi llora de la emoción.
Clara no es que sea una piedra, pero lleva muy mal llorar en público.
Era un colgante precioso. Era azul, de basalto, muy brillante y estaba atado a una cuerda azul.
A Clara le encantaba. Se lo ató al cuello
- Tu padre me dijo que es tu color favorito.
- Me encanta. Me lo quitaré el día que dejemos de estar juntos.
Clara le abrazó y el aprovechó para levantarla del suelo y darla una vuelta en el aire.
- Eres el mejor- dijo ella.
Él la miró y la volvió a abrazar
- Te quiero rubita de ciudad
- Y yo a ti enano creído.
-Anda vamos que aún queda una sorpresa.
-¿Más aún?- Clara no salía de su asombro.
Jonai asintió.
Recorrienon el camino de forma inversa y Clara descubrio que era muy corto, tan sólo era que su amigo había intentado liarla.
Llegaron a casa de Jonai cuando el sol se ponía.
Jonai la condujo hasta la piscina y la cogió como sí fuera un saco de patatas
- Al agua rubita- dijo él
- ¿¡Pero que haces ca...?!- pero Clara no tuvo tiempo de acabar, porque el rubio saltó a la piscina con ella a su espalda.
-¡Estás loco!- chilló ella una vez en la superficie del agua.
- Como si tú estuvieses mejor- se burló él
- Te vas a enterar- dijo ella y empezó a lanzarle agua. Y así, por segunda vez en el día, Clara y Jonai se sumergieron en una batalla acuática.
Pero ésta vez el rubio se rindió primero
- Vale suficiente por hoy- dijo él alzando las manos en señal de rendición
- Trato hecho
Pero cuando salieron del agua la rubia aprovechó y empujó al chico a la piscina
-¿¡Pero qué te crees que haces!?
- Eh tranquilo. Eso por lo de antes.
Cogió una toalla y se fue de allí sonriendo, la venganza es un plato que se sirve frío y que siempre es dulce.
Jonai suspiró, estúpida rubia
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Te quiero
Teen FictionClara una chica rara y extraña. Con mala fama se enamora de el chico perfecto. Maravillosa combinación