Maldito amago de Gyrados

4 0 0
                                    

Se acercó a ella y la obligó a mirarle a los ojos.

-Lo siento. De verdad. Era un niño pequeño, no sabía lo que hacía, jamás pensé que te afectaría así. Por favor perdóname.

Al fin Clara levantó la cabeza

-Jugaste conmigo, con mis sentimientos, como si de simples juguetes se trataran y no te importó tirarlos una vez te divertiste con ellos- tenía los ojos rojos de tanto llorar y se los frotaba en un desesperado e inútil intento de ocultar el llanto.

Él suspiró y su rostro se convirtió en una mueca de cansancio, resignación y arrepentimiento.

-Yo... Sé que lo que hice estuvo mal, sé que jamás me perdonaras porque lo que hice no tiene precio, pero, a fin de cuentas, lo hecho hecho está y hay que mirar al frente.

Clara siguió sus instrucciones y al frente se encontró sus ojos

-En frente está un chico que no reconozco, un chico al que daría una oportunidad, pero ¿Y si otra vez está jugando conmigo?

- No lo está haciendo, por favor dame la oportunidad de ser tu amigo- su mirada parecía sincera y repitió-. Por favor.

Clara ladeo la cabeza sin apartar sus ojos de él y él pudo leer en sus ojos que miraba así que añadió

-No puedes seguir fingiendo ser algo que no eres.

Ella se resignó y él le tendió la mano

-Vamos, cógela.

Y así lo hizo, él la levantó como si de una pluma se tratase y la abrazó tomándola completamente desprevenida.

Al principio ella se mostró reacia pero al final terminó aceptando el abrazo.

Así los encontró Claudia que, sin ser vista, se alejó de allí con una sonrisa en sus labios y con el pensamiento de "Maldito amago de Gyrados"

14 de febrero

Aquel era el día perfecto, aquel día Clara se declararía a Él. No pensaba pedirle salir, ella tenía novio, tan sólo se quitaría un peso de encima y le diría todo lo que llevaba sintiendo dos años. Sólo había un problema, aquel viernes iba a visitarla Jonai y aquello no sabía por qué la angustiaba.

Tenía muchas ganas de ver a Jonai, pero aquello era eclipsado por el hecho de la declaración. Jonai conocía las intenciones de Clara y no le molestaba en absoluto, de hecho lo apoyaba, él la quería de manera completa y sus sentimientos estaban dentro de todo aquello.

También sus amigas lo sabían y lo respetaban. Eso hacía feliz a Clara.

Estuvo todo el día en las nubes hasta que llegó el final de las clases.

Jonai y ella se verían después.

Se encaminó hacia el pelinegro y habló.

-¿Crees que podrías acompañarme? Me he dejado una cosa en el polideportivo.

Él accedió y la acompañó. Una vez solos en la secretaría ella habló

-Te quiero-

A Clara le habían costado 1 año y 6 meses decir esas dos simples palabras.

Y ahora estaba allí, delante de aquellos ojos verdes, conteniendo las lágrimas valientemente. Él la contemplaba sin poder creerselo. Ella era de hielo, no tenía sentimientos. O eso pensaba él. Ahora ya sabéis mi historia completa

Te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora