La historia se trata de Olivia, una chica de 15 años pero de una mentalidad como 13, es tímida y es una característica que no puede dejar desde hace años. Ella no es el problema, el problema es su celoso y protector padre. Si se le llegara a acerca...
Me dejé llevar, no pude evitar rechazar esa muestra de afecto por parte de Harry, era casi imposible. Sus labios eran adictivos y daban ganas de no dejarlos nunca más. Eran suaves y tibios sin contar su lengua, que estaba inquieta, moviéndose de un lado hacia otro buscando desesperadamente rozar contra la mía. Me impactó un poco, pero solo fueron unos segundos que tomé para poder responder gustosamente. Pero, esto no está bien, tengo novio y no quiero hacerle daño a Liam, ¿qué pensará él de mí?
-H-Harry-dije entre besos, no podía separarme, sus brazos me rodeaban la cintura, no dándome posibilidades de librarme de él.-¡Basta!-Lo empujé con todas mis fuerzas, haciendo que Harry cayera hacia el suelo. Me tapé mi boca con mis manos-Oh l-lo siento
Se paró rápidamente, frotándose su trasero repetidas veces por la caída.
-¿Qué diablos te sucede?-Preguntó, claramente, enfadado.
-Desearía saberlo, pero el punto aquí es: ¿Qué diablos te sucede a tí?-Le devolví la pregunta
-Me he dado cuenta de algo...-Tomó un respiro largo-Algo que he sentido sin saberlo desde hace algunas semanas.
-Yo...Tengo que contarte algo, no sé si te tomarás bien o mal, espero que no te enfades conmigo.
-Bien, las damas primero.
-Si así lo deseas...-Tomé una pausa-Tengo novio.-Y, efectivamente, no se lo tomó para nada bien.
Harry tomó sus cabellos entre las manos, jalándolos frecuentemente. Su mandíbula estaba apretada, escuchaba los dientes rechinar muy fuerte, Dios.
-¿¡Y no me has preguntado?!-Vociferó con furia, mientras caminaba de un lado a otro de la habitación, sus pies pisaban con fuerza el suelo de madera, tanto, que también rechinaba junto a sus dientes.
-¿Qué se supone que debo preguntarte?-Le pregunté con un tono burlesco-Oh, ¿así? "Oh papi, Liam me ha pedido ser su novia, ¿me dejas serlo?"
-¿¡LIAM?!-Gritó con todas sus fuerzas, una vena sobresaltaba su cuello, realmente se ha enojado, joder.-Lo voy a matar, voy a matarlo a golpes. No me importa lo que pase luego de esto.-Estaba decidido a ir, pero mis palabras lo hicieron parar de golpe.
-Voy a contarlo todo.-Amenacé con los brazos cruzados.
Estaba de espaldas, pero lo oí suspirar fuertemente, como si estuviera tratando de controlarse para ir y moler a golpes a Liam. Respiró hondo más de una vez, autocontrolándose. Con los puños cerrados y sus nudillos blancos por la fuerza que hacía, se dio la vuelta.
-Eso creí.-Su mirada se levantó, me encontré con ella.-Ahora, quiero que me cuentes lo que me querías decir antes de que te haya agarrado un ataque de furia.
-Lo que iba a decirte, era que creí que me había enamorado de mi hijastra, pero lo pensé bien, y no puede ser. Eres un monstruo, igual que tu madre e igual que la puta de tu hermana.
-Ahora los papeles se intercambian, ¿verdad? hace apenas unas semanas eras tu el monstruo.
-Sólo quería tener una familia perfecta, y lo estaba logrando hasta que a ti se te ocurrió matar a tu madre.
-Abre los ojos de una puta vez Harry, nunca íbamos a serlo. Mamá te engañaba y tu a ella, Cynthia se drogaba, o más bien, se droga. Y yo, una bebé llorona que no encaja en el prototipo de la familia perfecta.
-Eres una asesina y una cínica, Olivia, ¿te has dado cuenta de ello?
-Sí, y déjame decirte, que ahora me importa una mierda.-Sonreí sin mostrar los dientes.
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