-¡Hija despierta!
-Mmmmh cinco minutos mas por favor... -Dije suplicando. Es verdad que me había puesto a dormir luego de llegar del instituto y ya empezaba a parecerme a una marmota pero me sentía aun un poco cansada.
-¡JESY LLEGAS TARDE LEVANTA YA! -Me chillo mi madre haciéndome dar un brinco.
-Auch... -Me queje me dolían mucho las costillas cada vez que me movía, era insoportable.
Me vestí como pude y me dirigí andando como un zombie, ya que casi no tenia movilidad, hacia las escaleras.
-¡MAMA! Ayudme a bajar las escaleras...
Vi como mi madre subía las escaleras y de repente me cogió en brazos. Yo creo que abrí la boca un poco, estaba sorprendida, seamos sinceros mi madre no tenia mucha fuerza.
-Woow... ¿Desde cuando tienes tanta fuerza mama? ¿Has echo pesas o algo? -Le pregunte aun asombrada.
-Jesy anda no digas tonterías y come. -Me dijo dándome un bocadillo. -Venga cariño.
Me subí a mi apreciada silla, nótese la ironía; y nos fuimos hacia el coche. Mi madre me ayudo a subirme, guardo la silla y nos dirigimos hacia el instituto.
-Adiós cariño. -Me dijo mi madre dándome un beso en la frente. -Que vaya bien el dia.
-Adiós. -Le dije mientras la despedía con la mano.
De repente note como alguien se ponía detrás de mi y me tapaba los ojos con sus manos.
-¿Quien soy? -Me pregunto.
-Uhm... ¿Perrie? -Dije no segura del todo.
-¡Siii! -Dijo ella con gran entusiasmo y destapándome los ojos. -¿Preparada para las clases?
-Bueno... tengo un poco de sueño... -Le dije sincera.
-Ah eso no es nada. Yo casi siempre llego tarde porque me duermo. -Me dijo riéndose.
-¡Perrie, Jesy! -Chillaron Jade y Leigh al otro lado del pasillo.
-¡Chicas! -Chillo Perrie saltando para hacerse ver.
Todos los que estaban en el pasillo observaban divertidos. Yo sentía que me moría de vergüenza, odiaba ser el centro de atención o simplemente que me miraran fijamente durante mucho rato. Al parecer a las chicas no les importaba lo mas mínimo ya que seguían siendo ellas mismas chillando y emocionándose.
-¿Preparada para hacer música Jesy? -Me pregunto Leigh sonriéndome.
-Uhm... si. -Respondí, música siempre me había gustado.
-¡Oh dios! ¿Creéis que hará lo de siempre? -Pregunto Jade muy emocionada.
-¡Ojala si! -Dijo Perrie dando saltitos de emoción.
Yo no comprendía de que hablaban ni por que estaban tan felices, solo escuchaba sus conversaciones como si nada.
-¡Venga vamos! -Dijo Perrie y me llevo. -Dios me siento como una madre llevándote con la silla.
Todas empezaron a reír y yo me puse algo roja de la vergüenza.
-¿Te puedo llamar Perrie junior? -Me dijo Perrie divertida.
-Déjala Pezza que nos la asustas. -Dijo Leigh, por fin alguien con cabeza. -Además queda mejor Leigh junior.
-Estáis locas chicas. -Dijo Jade adivinando mis pensamientos.
Llegamos a la famosa clase de música. Era muy grande y estaba llena de instrumentos. Nada a ver con la clase de música de mi antiguo instituto, la cual dejaba mucho a querer.