Capítulo 5

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Estamos sentadas en una mesa en "El Mesón" un antro que lleva poco mas de 2 meses abierto, vamos por la segunda ronda de cervezas y me da gusto haber aceptado la invitación de Zea. 

Me siento relajada y muy sexy ya que he notado la mirada de varios hombres sobre mi, llevo un vestido animal print sin mangas ni tirantes, su corte es arriba de las rodillas pero no tanto como el que llevaba Rubí en la mañana, zapatos negros y mi cabello al natural, poco maquillaje y me siento de maravilla.

Mi amiga y yo hemos platicado un poco de todo, pero sin entrar en detalles, prometimos que esta noche no hablaríamos de cosas malas, la música suena en lo alto y nosotras vamos por la tercera ronda. 

Un poco mas tarde estoy en los baños, ya no aguantaba más, al salir choco con un hombre alto y bastante guapo, pero puedo oler que esta bastante tomado.

-Hola nena- dice arrastrando las palabras, no es posible esta ebrio- ¿Por qué no me acompañas a mi casa bebe?- pongo los ojos en blanco y trato de esquivarlo pero el también se mueve y me bloquea el paso- vamos nena, no te hagas la santa- y me toma del brazo, yo forcejeo pero no me suelta, siento que me sostiene mas fuerte.

-Suéltame loco- grito en su cara pero solo sonríe y con la mano que tiene libre me manosea el trasero.

-Vamos nena no te vestirías así si no quisieras acción- dice el muy engreído.

Vuelto a intentar soltarme pero solo consigo hacerme daño, doy un paso atrás y mi tacón me traiciona haciendo que caiga al piso, levanto mi cabeza y veo como el hombre intenta acostarse sobre mi, pero unas grandes manos lo lanzan lejos de mi y choca contra la pared.

-Lárgate- gruñe una voz masculina... bastante familiar.

El borracho se levanta a duras penas y sale de mi vista tambaleándose. Las manos me toman por la cintura y me ayudan a levantarme, -¿Estas bien?- pregunta esa voz, que yo conozco, pero ¿Será posible que sea él? Sus manos se posan en mi cintura, pegándome a él, su aroma llega hasta lo más profundo de mí ser y se me hace agua la boca.

Despacio levanto mi vista y me topo con unos hermosos ojos verdes, mirándome con preocupación -¿Ricardo?- preguntó confusa, no puedo creer que él este aquí pegado a mi.

Su mano derecha se desliza por mi brazo hasta mi barbilla, su ojos analizan mi cara para revisar que no estuviera golpeada, -Contéstame ¿Estas bien?- pregunta con esa voz que me encanta. Al ver que comenzaba a desesperarse porque no respondía, me salí de mi ensimismamiento y le respondí que estaba bien.

Su mano regresa a mi cintura y sentí como sus poderosos dedos se aferran a esa parte de mí –Vamos, Zea te esta esperando- dice mientras me jala de la mano y ambos salimos del pasillo.

-Espera- en el momento que esa palabra sale de mi boca, deseo que me trague la tierra, me despedirá por tutearlo, rápidamente corrijo mi error y mientras intento que suelte mi mano le digo- Espere ¿Como sabia que yo estaba ahí?- digo señalando el pasillo que lleva al baño.

Nos detenemos ante la pista de baile y veo como él se estira como buscando a alguien    –Veras tu mejor amiga a estado bailando con mi mejor amigo- señala a la pista en donde los veo bailar- Ella me comento que te habías ido al baño pero ya te habías tardado- dijo viéndome directo a los ojos, continúo su camino hasta una mesa VIP, sentí un pequeño toque eléctrico en mi mano derecha, baje mi vista y de mi boca salió una pequeña exhalación de sorpresa al ver nuestras manos entrelazadas.

Desastre... A corto plazo. (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora