Sinopsis
El amor es inesperado, decía mi madre, lo puedes encontrar en el lugar menos pensado y con la persona que tú crees que no es correcta y saben que, así fue.
Me enamore de un ególatra, guapo, inteligente, mujeriego, sexy, musculoso, besable...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegue directa a mi escritorio coloque el ramo de flores en un jarrón y lo puse en mi escritorio, el color amarillo hacia mas alegre el lugar.
La puerta del privado de Ricardo estaba abierta, así que supe que no estaba, encendí la computadora y comencé a revisar todos las confirmaciones que Zea me mando. Mientras leía los mails, escuche un par de zapatos entrar en la habitación, no le preste importancia hasta que oí su voz.
-Buenos días, Nathaly- saludo muy alegre Rubí. En esta ocasión traía un vestido bastante corto rojo, el pelo suelto y zapatos del mismo color.
-Buenos días, srita Rubí- dije un poco asombrada, espero que no se haya dado cuenta.
-No, no, solo dime Rubí, ¿Cómo estas?- dijo con una enorme sonrisa.
Cuando estaba por contestarle entro Ricardo, y me paralice al verlo, traía un traje azul marino, la camisa blanca y corbata azul, a este hombre cualquier color le quedaba bien, se veía guapísimo, Dios ¿Cómo podía permitir que este hombre deambulara por el mundo?
-Buenos días Rubí, ¿Qué haces aquí?- le pregunto sin siquiera mirarme, agache la cabeza y de reojo vi como se colocaba la mano en el bolsillo, Oh por Dios, era un simple movimiento pero se veía genial en esa pose.
-Me dijiste que viniera hoy, ¿Ya se te olvido?- ella parecía confusa.
-Vamos a mi despacho- se aparto un poco para dejarla pasar, y nunca me volteo a ver- No me pase llamadas- dijo y cerro la puerta tras de si. Mi corazón se estrujo e intente por todos los medios parecer normal, que no me afectaba su trato.
Oculte mi cara entre las manos que se apoyaban en el escritorio, no voy a dejar que me afecte, antes de lo que paso el fin de semana, su trato frio y déspota no me afectaba, esta vez no iba a hacer la excepción.
Escuche como se habría su puerta pero seguí escondida, el se acerco a mi escritorio y seguí sin levantar la mirada.
-Necesito que me saque 3 juegos de copias de este informe, lo quiero en mi escritorio en 20 minutos-
Me aparte de mis manos, pero la mirada la clave en los papeles de mi escritorio, me levante tome el folder azul rey sin mirarlo pase por su lado.
-Si señor- y salí rumbo a la pequeña habitación donde se encontraban 5 fotocopiadoras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
