Capítulo 15

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El domingo Zea y yo desayunamos en mi pequeña terraza, mi amiga se quedo a dormir y por alguna razón creo que quería evitar regresar a casa. El miércoles de esta semana teníamos la junta mensual más importante de todo el año, así que aunque era domingo, nos pusimos a organizarnos bien.

Zea estaba en una laptop y yo tenia la tablet y el blackberry. Mañana seria un día bastante largo así que decidimos revisar las cosas para la junta.

-Mañana no llegare a la empresa, iré a revisar la orden de los bocadillos, las flores, espero no tardarme mucho- dije revisando la agenda del blackberry -¿Sabes si ya confirmo Mía?- Mía era la hermana pequeña de Ricardo, y era raro verla en las juntas, mas porque siempre llegaba sin avisar y eso movía nuestros planes.

-Hasta donde yo se, no ha dicho si vendrá, pero ya sabes como es- dijo con una sacudida de mano, restándole importancia.

El resto del domingo se fue muy rápido, la tarde la pasamos viendo películas cómicas, mientras comíamos palomitas, nieve y cualquier otra chuchería

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El resto del domingo se fue muy rápido, la tarde la pasamos viendo películas cómicas, mientras comíamos palomitas, nieve y cualquier otra chuchería. Sabía que mañana tendría que comenzar de nuevo en el gym.

Después de varias películas Zea se fue a su casa, pero algo me decía que en realidad no quería irse, mas no se si era por no dejarme sola o porque no quería estar en casa.

El lunes me levante temprano, aproveche al máximo la mañana antes de ir a dar mil vueltas por la ciudad, fui al gym que hay en el edificio, puse la caminadora y con la música me ayudo a tranquilizar el nudo que se estaba formando en mi estomago.

Después de tomar un riquísimo baño, estaba de pie frente a mi armario, no sabia que ponerme, hoy era un lunes muy diferente a los que había vivido, volvería a ver a Ricardo, mi jefe ególatra y guapísimo que me había poseído el viernes y parte del sábado.

No quería ponerme algo que llamara la atención, pero tampoco quería verme sin chiste. Buscando entre mi ropa, di con un vestido rosa palo, lo consideraba de buena suerte. El corte era ajustado, no tenía mangas, el vestido tenia  un acabado de tejido de punto suave. Con escote redondo.

-Este mero- lo coloque en la cama, mientras sacaba los zapatos blancos con un moño rosa y de ¿Ropa interior? No sabía si quería el conjunto blanco o el celeste, hasta que decidí por el blanco y comencé a vestirme

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-Este mero- lo coloque en la cama, mientras sacaba los zapatos blancos con un moño rosa y de ¿Ropa interior? No sabía si quería el conjunto blanco o el celeste, hasta que decidí por el blanco y comencé a vestirme.

Desastre... A corto plazo. (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora