Capítulo 22

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Estaba sentada en mi silla al igual que la mayoría de los asistentes, Zea había ido por dos botellas de agua así que me encontraba sola. Sentí que mi cuerpo comenzó a vibrar y sabia que él estaba cerca, tal vez no tanto pero si lo suficiente como para advertirle a mi cuerpo de su presencia.

Sentí que algo golpeo mi zapato y moví la cabeza a la derecha para ver que era, note que Ricardo colocaba una mano en mi rodilla y la estrujaba mientras se agachaba para recoger algo, mi reacción fue contener un grito o peor aun un gemido y me sujete del apoyabrazos de la silla.

-Espero que recuerdes quien te cogió esta mañana, él no puede tener lo que es mío- el susurro sonaba con bastante furia y se levanto con una pluma fuente en su mano.

Después de este pequeño aviso de advertencia, la junta dio inicio con el presidente de la compañía Pink Ink, el Sr. Ferdinand MacCaa., quien dio la bienvenida a todos los presentes y comenzó su discurso recordando como había empezado esta empresa.

Era bastante incomodo estar en la junta con mi malhumorado jefe al lado, sentía que emanaba de el enojo, furia y rabia, todo a la vez y solo porque me vio hablando con Guilliam, acaso no se dio cuenta de que estaba Zea a mi lado, que estúpido es.

Los minutos pasaban y junto con el tiempo cada presentador. Algunos hablaban de sus empresas y como iba la relación con Pink Ink, otros se referían al concepto de las nuevas tecnologías.

Este sector a estado en su apogeo desde que salieron las "apps" muchas de las empresas gastan millones de dolares para que cierta compañía les desarrolle una aplicación de acuerdo a sus necesidades.

Es un genero que, por lo que parece, nuestra empresa esta dispuesta a contribuir.

Había pasado al menos 2 horas desde que la junta había iniciado, lo malo de estas reuniones es que no sabias cuando acabarían, pero sobre todo que algunos exponentes eran divertidos y trataban de aligerar un poco el ambiente.

Otros como nuestro ultimo exponente nos quería matar de aburrimiento, después de exponer nuestro jefe decidió dar por terminada la primera parte de la junta, así que era tiempo de ir al baño y de tomar los aperitivos, fui la primera en levantarme ya que tenia que indicar a los meseros que era hora de servir.

Cuando vi que todo esta ordenado fui directa al baño, después de hacer, salí del cubículo y ya estando en el lavamanos sentí una rara sensación de peligro ¿Que podría ser? Estaba en el baño de señoras por dios.

Gire hacia la izquierda y fue cuando me tope con esos ojos verdes, viéndome de arriba a bajo.

-Ricardo...- susurre.

Él se acerco a mi, tomo mi cara entre sus manos y me beso de manera posesiva y pasional. Subí mis manos hasta su cuello y lo atraje mas a mi, como si eso fuera posible, sentía como sus manos dejaban mi rostro e iban bajando hasta mi cuello para pasarme a mis pechos, una de sus manos llego mas abajo.

-Ahh...- jadee en su boca, se separo de mi el tiempo suficiente como para cargarme y sentarme sobre el lavabo, reanudo sus besos salvajes y yo comencé a acariciarlo.

- jadee en su boca, se separo de mi el tiempo suficiente como para cargarme y sentarme sobre el lavabo, reanudo sus besos salvajes y yo comencé a acariciarlo

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Me subió la falda hasta la cintura y de un tirón me despojo de mi ropa interior.

-Has echo mal Nathaly- gemí cuando dijo mi nombre y un escalofrío recorrió mi cuerpo -Me tomo del cuello y me hizo mirarlo a los ojos -Se te a olvidado que eres mía- negué con la cabeza -Al parecer tengo que recordartelo- 

Me volvió a besar mientras se abría el pantalón y sacaba su verga y sin avisar entro en mi.

-Ricardo...- gemí su nombre y comenzó a embestirme sin piedad.

-Ese es mi nombre nena, que no se te olvide- dijo mientras me abrazaba con fuerza y mordía mi cuello, sentía como sus dientes encajaban mi carne pero sin hacerme daño, sentía como sus manos recorrían mi espalda, mis piernas, mi cara y mis pechos, como si jamas me hubiera tocado -Eres exquisita- dijo cerca de mi oreja causando un enorme escalofrío.

Me aferre a sus hombros cuando me cargo y camino hasta colocar mi espalda en la pared, comenzó a besarme duramente sin dejar de embestirme.

-Dios.. vas.. a.. oh dios... ¡¡¡Ricardo!!!- eche la cabeza hacia atrás y el aprovecho para besarme el cuello y prolongar mi orgasmo. 

Sentía como se descargaba en mi, eso me lleno de placer e hizo que mi clímax fuera mas intenso si eso era posible.

Nos quedamos así por unos minutos, mientras nuestras respiración se volvían normales, cuando se separo de mi sentí un enorme vació pero de inmediato trate de ocultar lo que sentía "Que demonios me pasa? Solo es sexo" Observe como se colocaba nuevamente el traje, cualquiera que lo vea jamas imaginara que acababa de poseer a su asistente en el baño de mujeres.

De pronto se volvió camino dos pasos hasta llegar a mi, tomo mi rostro entre sus manos. No podía apartar la mirada, la de él era tan intensa que creí que descubriría mis secretos.

-Escucha... quiero decirte algo pero...- se detuvo, lo pensó mejor y cambio sus palabras -Solo quiero que sepas que hablaremos- me beso nuevamente y salio del baño.

Me pare frente al espejo y toda yo era un enorme desastre, rápidamente le envío un mensaje a Zea.

Yo- SOS, trae mi kit al baño plisss-

Segundos después...

Zea-Voy en camino 

Cuando Zea entro al baño, me encontró tratando de arreglar mi desastroso cabello.

-Vaya- fue lo primero que dijo -Dime al menos que él quedo peor que tu-

-Ojala así fuera, pero no él salio impecable de este lugar- segundos después capte lo que había dicho -Espera un segundo porque dices él...-

-Vamos, crees que voy a creer que una vieja loca ¿Te dejo así? Mejor confiesa que fue tu jefecito jajaja- su risa me contagio y ambas reímos mientras me ayudaba a arreglarme.

Minutos después regresamos a la junta y Zea se sentó a mi lado.

-Oye Mía al final de cuentas ni se apareció, creo que tampoco aviso que venia- dijo Zea mientras revisaba su tablet.

-Es extraño ya que me había dicho que estaría aquí sin falta, tal vez su vuelo se retraso o...-

-Simplemente no quiso venir- concluyo ella.

La junta se reanudo sin mas contratiempos, era el turno de Ricardo y de verdad que en cuanto se puso frente a la audiencia, me concentre totalmente en lo que decía. 

Su discurso tenia relación con los nuevos clientes de la empresa, y como trabajando juntos habían logrado posicionarse dentro de los 10 primeros lugares a nivel nacional de la publicidad en masa; así continuo hasta que antes de despedirse, pidió la mayor atención de todos los presentes.

-Como sabrán- comenzó con un tono profesional –esta empresa la fundo mi padre hace mas de 25 años y es un orgullo trabajar aquí, he aprendido muchas cosas de él siendo mi jefe y mi padre. Trabajando junto a mi hermano hemos logrado colocar nuestras marcas a nivel internacional. Estoy orgulloso de esta empresa y de todas y cada una de las personas que trabajan aquí, pero a llegado el momento de emigrar a otros lados –esperen un segundo ¿Qué es lo que acaba de decir? ¿Se va?- He comprado una pequeña empresa que se que podrá colocarse dentro del ramo publicitario- y todos aplauden y yo... yo no se lo que siento ante esta noticia, no logro terminar de escuchar el resto de su mensaje, solo logro verlo, de pie ante la sala, tratando de asimilar... que se va.

Desastre... A corto plazo. (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora