CAPITULO VIII "VUELO"

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DEMIAN

- dicen que el hueso que más duele cuando te lo rompen es el fémur Demian... ¿probamos?

me golpea el muslo una y otra vez mientras siento que me desmayo...

comienzo a gritar en serio y se ríe...

toso mientras arrojo sangre... grandes cantidades de sangre...

el estómago me duele...

la espalda me duele...

la cabeza también...

- vamos Demian... esas putas y tu amigo valen la pena ¿no?

me vuelve a golpear, reiteradas veces el dolor me hace gritar una y otra vez...

creo que ha conseguido lo que quería...

me cuesta mucho respirar...

me vuelve a arrojar agua helada en la cara para evitar que me duerma... el solo aire golpeando mi pierna me provoca un dolor inaguantable...

- ¿donde están las putitas Demian?

- no voy a decirte... nada...

ni siquiera puedo respirar...

- claro que lo harás... entero o hecho pedazos... pero lo dirás...

- no lo creo...

vuelve a la mesa, y toma lo que parece un látigo con cuerdas... en las puntas tiene bolas con picos de metal...

- esto también te va a doler...

me golpea la espalda y el abdomen con el látigo... cada golpe estoy a punto de perder la consciencia cuando el siguiente me hace reaccionar...

así es una y otra vez...

Respiro agitado...

Gimo...

No, no otra vez...

********

LUCCIANA

Ruido proveniente de alguna parte del piso evitó que siguiera dormida.

Me levanté y corrí a la puerta, me asomé al corredor pero no vi nada, sin embargo escuchaba.

Todo fue peor cuando descubrí que era de la habitación de Demián de donde provenían los ruidos.

Tragué saliva y me armé de valor para entrar.

Demián forcejeaba con la sábana en el suelo, se había abrigado con ella de tal modo que lo había aprisionado, seguía dormido, incluso sangraba de la frente.

- Demián, despierta...

- basta, basta...

Susurraba desesperado, por lo que tuve que arrodillarme a su lado y palmearle el rostro...

- Demy, reacciona... Demy...

Su desesperación se hizo tan mía que al igual que el comencé a inquietarme, no podía despertarlo.

Tomé el vaso con agua que se encontraba en su mesita de noche y se lo lancé en la cara...

Despertó de inmediato... su reacción-reflejo fue tomarme de los brazos con fuerza, al grado de hacerme chillar.

Me miró unos segundos y después me abrazó, su cuerpo estaba muy caliente y estaba sudoroso.

Su respiración era agitada, me dijo tanto con ese abrazo que no comprendí mi negativa a perdonar, era absurda y estúpida, pero también estaba muy dolida.

▬GUILTY PLEASURES ▬PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora