CAPÍTULO IX "NIVEL OLÍMPICO"

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DEMIAN

El dolor de cabeza no se comparaba con el dolor de mi alma, tosí un poco y fue cuando Santi apareció en mi campo de visión.

- amigo... ¿cómo te sientes?

- me siento...

- la doctora dijo que tienes neumonía bacteriana, no era para tanto pero como hace poco colapsaron tus pulmones, pudo ser fatal...

Respiro, me cuesta, pero respiro.

- ¿cuántos días han pasado?

- apenas dos amigo, no te preocupes ¿vale?

Asiento mientras acomodo la cánula en mi nariz... tengo que preguntar.

- ¿se ha ido, verdad?

Dije en voz baja, entonces recordé lo que una vez me dijo Isaac, las preguntas duelen cuando sabes la respuesta.

- ahora no, Demián, no necesitas ese tipo de tortura...

- se fue, o no...

Mascullé, ya dejando expuesta mi molestia por saber la respuesta.

- si, el día que ingresarán aquí la llevamos al aeropuerto.

Me dolió suspirar, pero no tanto como saber que se había ido importándole poco lo que pasaba conmigo...

- ya está...

Dije a punto de colapsar, pero me mantuve, no podía romperme ahora, no era justo, no era necesario.

- te dejo para que descanses, si necesitas algo estate afuera.

- gracias...

Salió de mi habitación y la rabia me invadió, me costaba respirar, quería gritar frustradamente, pero ni siquiera tenía voz para eso, exhalé suavemente, negué de manera incrédula, maldita hora en la que Tommy me metió en este rollo...

A ver Demian... no seas mediocre... es tú culpa, tu elegiste amarla, tu no pudiste negarte, eres débil, lo has sido siempre.

Fruncí los labios, molesto conmigo mismo, mi voz interna tenía razón, me había comportado como el más grande de los idiotas habidos y por haber, me enamoré de una mujer que está acostumbrada al daño, a dar cuentas falsas, a amar sin amar y a fingir todo el tiempo, era un imbécil, de los más grandes, olímpico, un campeón de la idiotez. Si no es porque la cabeza me duele ahorita mismo me azotaba contra la pared, eres un puto genio Demian, el más grande estúpido.

Lloré de frustración, como pocas veces lo había hecho, estaba cansado de caer y tener que levantar mi lastimoso ser de las profundidades, ya no  quería más de esto, no era justo para mi, no era justo.

- por más que lo pienses no vas a encontrar el punto, hermano...

Miré a la puerta y ahí estaba Grecia, con los brazos cruzados apoyada en el borde de la puerta.

- ¿de qué punto hablas?

- ese punto donde te convences a ti mismo que ella nunca sintió nada sincero por ti...

¿cómo supo que estaba pensando en ello?

Llevé las cejas y los hombros...

- creo que los actos hablan más que las promesas, sabemos lo que valen en este tiempo...

- no para todos...

- no vengas a defenderla, Grecia, a ella no le importa, y algún día dejará de importarme a mi también...

▬GUILTY PLEASURES ▬PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora