El Mago y El Angel

Capitulo 11: Incomodidad

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Tras ese pequeño flechazo de recuerdo, se dio cuenta que no fue, como de costumbre a su lugar lleno de fantasía, y ahora que el Mago había vuelto ¿Habrá llegado? ¿Se abría decepcionado? ¿Se abría enfadado?

Tras esa última pregunta, un escalofrió altamente potente paso por su espalda, sintiendo un frio pegajoso.

Siendo totalmente ignorante de lo que producían esas sensaciones. Ya que no fue testigo de cómo alguien ya conocido para ella destrozaba grandes hectáreas de árboles, matando a muchos animales y rugiendo como una bestia.

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Incomodidad.

No sabían de qué otra manera decirla.

Zoe y Pansy, ambas chicas miraban preocupadas y con cierta frustración a su amiga sentada entre ellas, en un estado bastante deprimente y con un aura tan triste y espesa que hasta creía verla rodeada de una nube purpura.

Estaban es la escuela, ya que el fin de semana termino, todas las estudiantes regresaron a sus deberes escolares, pero ella desde el primer momento en que llego, supieron que algo no estaba bien, y para rematar el asunto Leonor no quería hablar de eso. Quisieron cumplir el deseo de su amiga respetando su privacidad, pensando que cuando llegara las horas de clases se le calmaría esa tristeza casi flotante que llevaba y poder hablar con más calma y menos dolor.

Pero no fue así.

Leonor se encontraba sentada en su respectiva mesa pero con su cabeza recargada y ambos brazos colgando a los costados del asiento, sin vida como una muñeca de trapo. A primera vista pensaría que se había vuelto a dormir en clases, pero los constantes gemidos de lamentos que soltaba daban a entender que estaba despierta. O más bien despierta en otro mundo.

Pansy leía un pequeño libro sobre la el debate y medio que tenía el ser humano hacia la oscuridad (aprendizaje o instinto), teniendo breves pausas para mirar de manera lastimosa a Leonor.

Zoe era otra historia, estaba de brazos cruzados, tenía los ojos cerrados, su dedo índice estaba golpeando repetidamente su antebrazo, eso y un tic en la ceja izquierda mostraba que estaba a punto de perder la paciencia.

Poco le faltaba para tomar a Leonor de los hombres y zarandeándole fuertemente preguntando que mierdas le pasaba.

Mientras tanto otro ruido quejumbroso de Leonor se escuchó de fondo, haciendo gruñir levemente a Zoe y encogerse un poco de hombro a Pansy tras oír el sonido de su amiga, preocupada de lo que sucedería más adelante.

-lleva así toda la puta mañana. – dijo en voz baja, bastante molesta Zoe volteando hacia Pansy inclinando un poco su espalda.

- Dale un poco más de tiempo, talvez es algo sumamente delicado para ella. – respondió Pansy igual de bajo pero con voz más calmada sin despegar la vista del libro. – ya hablara.

- Ya hablara... eso dices tú. –

- Por supuesto –

- ¿Habéis pensado que puede ser algo de vida o muerte? –

- En todo caso más razón para que piense mejor las cosas. – hablo Pansy humedeciendo su pulgar con la lengua y dando vuelta a la página siguiente.