9

175 27 0
                                    

Siempre quise a alguien con quien hablar y que me escuchara tanto como ésta señora pero ahora que tengo esta posibilidad no se me ocurre nada que decir, y Mo se concentra demasiado en llevar la conversación a lo lindo que se ven las nubes en la lejanía, la doctora está anotando eso, quizás me va a dar un diagnóstico errado.

Entonces por primera vez hablo con ella:

—¿Usted cree que los monstruos pueden vivir dentro de la gente? o ¿la gente es el mismo monstruo?

Su rostro estupefacto me da una mala suposición de lo que va a decir. Pero cuando empieza a hablar dice algo que totalmente no esperaba.

—Creo que los monstruos pueden estar en cualquier lado, y está en nosotros querer acabar con ellos o no, aunque a veces es muy difícil hacerlo.

Sus palabras me completan, como si pudieran darme ese abrazo que nadie me dio en todos estos días, la forma en la que habla me hace querer escucharla por horas.
¿Me entiende o finge hacerlo?

—¿Cómo acabo con un monstruo?

—Hay muchos tipos de monstruos y no hay una receta exacta para hacer que desaparezcan, cada monstruo es distinto y tiene distintos puntos débiles. Tenés que encontrar sus puntos débiles, estoy segura de que tiene un montón de ellos.

La miro, callado, Mo empieza a hablarme diciendo insultos, no me interesa, pero de tanto que lo ignoro comienza a gritar. Gracias a eso ahora la doctora sabe con lo que lucho. Pero ella me sigue mirando atónita, claramente no escucha lo que está en mi cabeza, para que ella se de cuenta comienzo a gritar lo que Mo me está gritando, como si yo fuera su altavoz.

La psicóloga se para de golpe, desde lo alto me habla con palabras tranquilizadoras, la miro a los ojos buscando ayuda y cuándo se acerca a abrazarme sé que estoy a salvo.

—Se llama Mo

Le digo al oído, acusándolo, el monstruo se enoja tanto que comienza a hacer más ruido y gritar más fuerte, término tapándome los oídos pero el ruido no está fuera sino dentro.

Me desmayo, quizás eso es lo bueno de comer tan poco.

De el monstruo que vive en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora