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—¿Unirme a qué?

—A LA MUERTE

Entonces me despierto, sudando, exaltado, gritando.

—DEJA DE GRITARME MO, EL QUE DA LAS ORDENES ACÁ SOY YO ¿ESCUCHASTE?

Pero nadie responde y por el resto del día tampoco hay señales de mi extraño amigo.

Mi padre dice que por dos días no salí de mi habitación.

No comprendo las cosas que están pasando, por lo tanto salgo afuera, al parque, compro un diario y lo leo sentado en una banca. Poniendome al día después de estos extraños acontecimientos.

"Hombre delgado y alto evita un choque de auto segundos antes de ser impactado" titula en letras negras, no hay demasiada información ni datos al respecto.

"Abogado estafador a punto de la quiebra prófugo"

"Mujer rubia perdida, cualquier noticia tiene recompensa"

Me levanto de la banca y tiro el diario al suelo, el mundo siguió su línea mientras no estuve presente, quiero hacer algo que lo cambie, algo que despierte la atención de todos, algo que produzca rencor y reconocimiento hacía mí.

¿Pero qué puedo hacer sin la ayuda de Mo?

De el monstruo que vive en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora