Besos Inmortales

8-cap

Dante:

Sabía que esta ciudad era pequeña, pero no tanto, cómo para encontrarme con ella así de repente.

Al parecer ella al igual que yo también está sorprendida por este repentino encuentro, ya que no ha dicho ni una palabra. Así que soy yo quién toma la decisión de hablar primero.

--- ¡hola! --- la saludo con una sonrisa, para romper el hielo y animarle a decir algo

--- hola Dante --- me devuelve el saludo y la sonrisa también

--- ¿y ... cómo estas? --- si, lo sé soy muy formal pero eso suele pasar cuándo naces en 1917 y creces con unos padres muy estrictos como los míos

--- amm... bién, gracias ¿y tú? ¿Cómo has estado? --- ahora ella me pregunta e igualando mi tono de formalidad, creó que nos llevaremos muy bién

--- bién gracias --- lo digo con una sonrisa, debo de parecer idiota sonriendo a cada rato pero con ella es inevitable --- ¿y que te trae a este parque?

--- aparte de los pies, el autobús que puedes tomar a unas cuadras de aqui y los taxis...--- al escucharla es imposible no soltar una pequeña risa al igual que ella

--- ¡ok! ¡ok! ¿cuáles son los motivos, razones o circunstancias que te traen aquí? --- volví a preguntarle

se acomoda para poder estar frente a frente --- pues... huyó de mi tía y sus consejos de moda --- rueda los ojos

Se ve tan graciosa cuando hace ese gesto, parece una niña tierna pero a la vez sexy... eso no sonó tan bién como me imaginé, lo bueno es que lo pensé y no lo dije.

Ya me veo yo intentando darle una explicación a eso, sería vergonzoso e incómodo.

Aún que... siendo yo un vampiro y ella una humana, la puedo obligar a que olvidé lo que dije y así empezar de nuevo la conversación.

Muy buena idea, Dante. --- me animo interiormente, pero de pronto un pequeño movimiento en mi hombro izquierdo, me saca de mis pensamientos poco éticos.

--- Dante... estas bién --- Dalia me pregunta algo confundida y preocupada, puedo ver como frunce su entrecejo

--- si... perdón, me distraje por un momento --- retomo mi postura para verla a ella y no al poste de luz que estaba viendo fijamente cuanto me quedé atrapado en mis pensamientos

--- ¡wow! no me había dado cuenta señor --- lo dice con sarcasmo y riéndose, suprimo mi risa moviendo la cabeza de un lado a otro

--- si, disculpame pero últimamente me distraigo fácilmente --- ella hace un gesto con la cabeza indicando que no me preocupé --- pero en fin, en que estábamos... --- hago memoria --- así, a simple vista se ve que tienes un buen gusto para la ropa

Ella mira su atuendo, no muy convencida de lo que acabó de decir

---¿¡enserio!? --- me pregunta sorprendida --- si lo dices por mi jeans y mi sudadera ... es mi look de todos los dias --- se acomoda la sudadera color gris

--- pues... --- me rasco la barbilla --- te queda bién ese look --- le respondí

--- gracias, creó... --- agacha la mirada --- en ocasiones mi tía me compra vestidos o faldas, pero no las uso --- lo dice levantado la mirada

--- te verías muy bién con vestido --- ella hace un gesto de desagrado --- porque no te gustan

--- no lo se... y si mejor cambiamos de tema, por favor --- asiento con la cabeza

--- y como de qué quieres hablar --- pregunto esperando su respuesta

--- pues... dime como conseguiste el libró que me regalaste --- me mira con entusiasmó --- ese libró es imposible encontrarlo

¡Oh oh!...

Por qué le dí a escoger, hubiera preferido que tocara el tema de la menstruación y todas esa cosas de mujeres pero, bueno piensa en algo bueno y convincente...

--- mí padre me heredó esa afición por coleccionar libros --- buen comienzo --- y fue él quién lo encontró en un bazar

--- que padre --- sus ojos muestran un brillo especial --- y cuánto tardó en encontrarlo

La pregunta del millón de dólares...

--- pues... tardé como cinco años, en lo que buscaba a...

--- perdón por interrumpir, pero dijiste, "tardé" --- me mira extrañada,  maldición ya lo eché a perder todo

--- enserio --- finjo confucion --- no perdón, mi padre tardó cinco años en encontrarlo --- ella sonríe --- su contenido es hermoso

--- si, lo se ya lo empecé a leer... en verdad muchas gracias --- sonrió y yo también

Después de algunos minutos de estar hablando sobre uno de los libros de Julio verne: viaje al centro de la tierra.

Como amé ese libro, pero en fin...

Suena su teléfono y muy apenada lo contesta, se retira para que no pueda escuchar, pero eso es inútil.

Ella contesta, pero solo dice monosílabos y cuelga, para después dirigirse a mí.

--- lo siento, me tengo que ir --- guarda su móvil en una pequeña bolsa de su pantalón --- mi tía me esta esperando

--- descuida, yo también me tengo que ir --- meto mis manos a las bolsas de mi pantalón negro, para dar un aspecto más relajado

--- bueno entonces me voy, adios nos vemos el lunes en la escuela --- se da media vuelta y empieza a caminar

--- ¡Dalia! --- digo antes de que avance más --- ella se detiene y voltea a verme

--- si... Dante --- empieza a caminar hacía mí

Lo digo o no lo digo... no quiero que piense que la hostigo, que más da lo diré.

--- y si te acompaño, sirve que practicamos más --- esperó su respuesta

--- de acuerdo --- me responde casi de inmediato

¡¡siiii!!...

Caminamos como veinte minuto para llegar a su casa y en ese tiempo seguimos la charla de los libros del escritor Julio Verne, quién si batalle para matarlo.

Llegamos y me despido a nuestro destino.

--- bueno llegamos --- digo apuntado a su casa

--- si, gracias por acompañarme, se me hizo más corto el camino --- dice Dalia --- te invitaría a pasar pero vamos a salir

--- no te preocupes,  yo también tengo que llegar a casa, ya que deje a mi abuelo sólo --- respondí

---ok, bueno adios --- sonríe por ultima vez para después entrar a su casa

--- adiós... chica --- digo aun parado a fuera del pórtico y sigo mí camino hacía mi casa...

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Perdón por haber tardando, en verdad lo siento.
Pensé hacelo corto pero me emocioné y lo hice  más largo de lo que pense...