Dalia:
--- Oh, we made quite a mess, babe. It's probably better off this way. --- musitó "I almost do" canción de Taylor Swift. Lo hago una y otra vez, intentando que cada palabra no se me entierre en el corazón. Más de lo que ya están.
Pero es inevitable, a ella le gustaba esa canción, era una de sus favoritas. Yo siempre la molestaba, por el amor que le tenía a esa cantante.
Recuerdo el día que nos conocimos, ambas se nos olvidó hacer la tarea y nos mandaron a la dirección. Teníamos 15 años. Ella iba en el salón de la maestra René y yo con la maestra Fabiola.
Nos hicimos amigas por nuestro gusto a los libros. A excepción de los géneros, ella era más de documentales y yo más de fantasía.
Era una amistad de las que sólo existen una cada mil años...
Éramos tan diferentes, pero cuando estábamos juntas, nos convertiamos en una sola.
Sin embargo, sólo éramos adolescentes en plena pubertad, todo lo del exterior. Lo veíamos cómo otro mundo, distinto al de nosotras. Estábamos en desarrollo, tanto físico cómo mental.
Podíamos pasar horas hablando y nunca aburrirnos.
En poco tiempo éramos inseparables.
Y ese día, debo admitir que me dejo sin aliento. Nuestra amistad estaba creciendo, y se transformó en algo más.
Algo que no sabíamos cómo lo íbamos a manejar, todo eso era nuevo para nosotras.
Pero fuimos felices.
Aún recuerdo el día que me beso por primera vez "mi primer beso" y ella se lo llevo. Ese miércoles a ella le dolia demasiado el estómago y me pidio que la acompañará a la enfermería, a la hora del receso.
Mientras esperábamos que llegara la enfermera. Le dio un dolor, muy fuerte. Lo cual, la abracé para tranquilizar la, y le regalé una de mis mejores sonrisas, admirando esos ojos de color azul, su genética me encantaba. Pues su cabello castaño combinaba a la perfección con las pecas de su rostro.
Sus padres eran pelirrojos y al igual que ella tenían ojos de color azules y sus muy distingidas pecas. Pero la genética de su pelo fue por parte de su abuela materna o es lo que ella mencionaba...
Ella correspondió a mi gesto, en sus ojos tenía un brillo, que me encantaba ver. Y sólo aparecía cada que me contaba o veía algo que a ella le gustaba.
Por un instante nuestras palpitaciones se empezaron a acelerar, sin ninguna razón.
Y la distancia de nuestros rostros, se a cortaba. Estábamos abrazadas, y yo no podía moverme. Ella se acercó más a mí, sus labios atraían a mis ojos. En ese momento sólo quería tocarlos, sentirlos. Finalmente me besó, tontamente seguí el beso. Mi corazón se puso frenético, ella terminó el beso con una sonrisa y colocó su cabeza en mi cuello.
Yo me quedé inmóvil, no sabía cómo debía reaccionar a lo que había pasado. Estaba un poco confundida y excitada por el momento.
Antes de que la encargada de enfermería, entrará, me susurro algo en el oído.
"Tú eres mis letras"
Con esas palabras, lo comprendí todo. Todas esas cartas de amor, poemas e intentos de canciones. Eran para mí...
Y yo me sentí apenada, pero al mismo tiempo halagada, por ella.
Ambas cometimos el mismo error, enamorarse una de la otra.

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Besos Inmortales
VampireUna chica de dieciocho años, que como toda adolescente tiene sueños, pero, no es como las demás, no, ya que posee un secreto, que ni ella misma está consciente de el. Un Vampiro de noventa y ocho años, después de cometer un acto imperdonable para...