Dante :
Hace dos semanas que llegué a la ciudad despues de viajar por todo el mundo.
Pues me aburrí de ver el mundo una y otra vez, de cualquier expectativa.
Y he venido aquí para empezar de nuevo ''otra vez"
He ido a inscribirme a la escuela, se que es tonto, pero creó que eso me distraera un poco.
...
Salgo de la última clases y me dirijo al estacionamiento.
No estuvo mal mi primer día y fue interesante, lo pienso con una sonrisa de oreja a oreja y recordando a la chica de la cafetería, aunque me siento fatal, por lo que pasó, de alguna manera se lo reconpensare.
Quise disculparme con ella pero ní siquiera me dejo hablar, investigue un poco sobre ella, al parecer no es muy conocida en el Instituto.
Muchos me dijeron que era rara y nada social, me dijeron que se llama Amalia y otros Dalia.
Bueno que sea más rara que yo, no estoy seguro.
Antes de subir a mi Audi negro, como amo los DEPORTIVOS, tenía un clásico pero hace cinco años lo choque y me dolió tanto desaserme de él, en fin esa es otra historia.
Dos chicas muy guapas se me acercan.
--- hola, tú debes --- acomoda un mechón de cabello --- ser el nuevo . ¿cierto? --- dice la rubia
--- Sí, soy Dante --- digo amablemente
--- soy Carla --- me saluda de beso en la mejilla --- y ella es --- apunta a la pelirroja --- Ana --- me saluda de beso de igual manera.
--- Mucho gusto, a ambas
--- queríamos invitarte a una fiesta, que estamos organizado por el inicio de curso --- dice Ana
Últimamente odio las fiestas de adolescentes, me recuerdan a alguien...
--- No lo sé chicas --- pasó una mano por mi nuca
--- Piénsalo, será divertido --- dice Carla --- será el próximo sábado
--- ok --- digo y antes de que ellas se retiren --- ustedes conocen a la chica con quien tropecé en la cafetería --- ambas se miran y sonríen .
--- Sí --- dice Ana --- se llama Tania
--- oh, muchas gracias chicas --- ellas se van y yo subo al auto.
Como es posible que nadie me supo decir bien su nombre, claro exepto las chicas.
Me dirijo a la casa de mi abuelo, en realidad es hijo de un primo lejano pero no puedo andar por ahí diciéndole sobrino, cuando el ya tiene sesenta y cinco años.
En fin...
Llegó a casa y bajó al sótano, como pienso quedarme un buen tiempo lo he adaptado para mis necesidades, compré un servibar para poner mis bolsas de sangre.
A Arturo no le gusta que las tenga en su refrigerador.
Y puse algunos aparatos para hacer ejercicio, a él también le serviría un poco de ejercicio para su salud.
Bebiendo una bolsa de sangre, se derrama algunas gotas en mi playera maldigo interiormente, de pronto siento una presencia detrás de mí.
--- Hola, Arturo --- digo sin voltear
--- hola tío Dante --- dice sarcástico --- que haces
--- No puedes decirme tío --- volteó --- lo sabes --- digo --- tomó un trago, gustas --- le enseñó la bolsa
--- jamás lo haría y lo sabes --- dice seriamente y con el ceño fruncido
--- Lo sé, ABUELO --- remarcó lo último --- tú siempre haciendo lo correcto
Él me mira enojado, sabe muy bien a que me refiero .
--- Espera... --- digo antes de que salga --- conocí a una chica en el instituto
--- a una chica o a una víctima --- dice con sarcasmo e irritante
Lo miro seriamente, se que cometí errores pero pude por sólo un minuto dejar de restregarmelo.
--- ok. ¿Como la conociste y cómo se llama? --- dice rápidamente, al parecer quiere terminar esto ya.
--- accidentalmente choque con ella y --- rasco mi nuca --- todos se burlaron, pues le tire su comida encima
--- ¿y como se llama? --- dice cruzando los brazos
--- Tania, pero --- hago una pausa --- no es muy sociable, al principio me dieron otros nombres
Para ser honesto, que nadie me haya dicho su nombre correctamente a la primera me intriga pero más me intriga esos ojos, siento que ya los había visto antes.
Unos chasquidos me sacan de mis pensamientos.
--- ¿y que quieres de mí --- ahora pone sus manos en la cintura --- al contarme esto?
--- está ciudad es muy chica --- su mirada se dirige al techo y después a mí --- y tal vez la conozcas y me ayudes a disculparme --- dije
--- y porque no mejor, la obligas a perdonarte --- veo en sus ojos desprecio --- como lo hacen todos los vampiros, es lo mejor que haces ¡¿No!?
Esta conversación se ésta saliendo de control.
--- por favor, sabes que estoy haciendo todo --- digo alterado --- lo posible para cambiar --- pasó mis manos por mis cabellos a modo de frustración --- so... sólo quiero empezar desde cero, pero contigo no se puede
Salgo del sótano dejando lo sólo, antes que está conversación salga de nuestras manos y terminé clavándole los colmillos.
Entró a mi habitación y me doy una ducha, saliendo del baño escuchó que tocan mi puerta.
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Besos Inmortales
Про вампировUna chica de dieciocho años, que como toda adolescente tiene sueños, pero, no es como las demás, no, ya que posee un secreto, que ni ella misma está consciente de el. Un Vampiro de noventa y ocho años, después de cometer un acto imperdonable para...