Dalia :
Camino aproximadamente 20 minutos para llegar a mi casa, en el camino Alondra, la chica que me atendió en la cafetería me manda algunos mensajes y yo se los respondo tan rápido como puedo que por poco me caigo en un agujero que estaba en la banqueta.
Eso de responder mensajes mientras caminas, no es muy buena idea...
Me cuenta que ya tiene el otro código para poderse registrar en la biblioteca.
Me alegro por ella, en verdad. Se podrá llevar los libros que necesite para sus estudios y eso es GENIAL!!
--- Por fin llegué --- digo en cuanto llego a la puerta de la casa, abro la puerta y entro.
Me dirijo a la sala y me tumbó en el sofá --- veamos que hay en la tele... --- tomo el control remoto y la prendo
Cambio de canal una y otra vez, hasta que por fin un programa de detectives, me encantan esos programas.
Después de varios capitulos, se termina y empieza uno de pasteles.
Ohh por Dios tanto dulce me provoca un hambre asesina, en este instante me podría comer una Pizza Jumbo yo sola.
Me levanto del sofá muy perezosa y voy a la cocina para abrir el refrigerador. Vamos a ver que hay ...
--- Lasaña que rico --- la saco del refrigerador y la pongo en el microondas, le pongo 10 minutos y esperó anciosa...
Miro por esté y veo como el queso se va derritiendo... y se ve ¡¡¡DELICIOSO!!!
¡Se me hace agua la boca!...
Me quedo mirando el horno y pensando en una estupidez...
¿Que pasará si metemos al horno un huevo crudo?...
La alarma del microondas suena y me saca de mi pensamiento idiota y sin sentido.
Saco el plato con cuidado para no quemarme y espero a que se enfríe.
Cuando ya esta a una temperatura adecuada para poder comerla, el ruido de un motor a fuera de la casa, interrumpe mi deliciosa cena.
Silenciosamente camino hacia la ventana y me asomó por ella, veo a mi tía bajar de un auto blanco del lado del copiloto y del otro lado a un señor muy elegante con traje, aproximadamente ha de tener unos 45...
Algo grande para mi tía que tiene 38 primaveras, pero bueno para el amor no hay edades, verdad...
Se acercan a la puerta y me escondo a lado de esta para que no me vean, escucho como se despiden y mi tía entra.
--- ¡¿Y bien?! - dije con una sonrisa de oreja a oreja y saltando de donde estaba
--- ¡¡Hay!! ¡Dalia me asustas!... ¡que haces atrás de la puerta! --- me mira sería, ups... creó que ya la regue
--- nada... ---me hago la inocente --- pero que tal tu CITA --- remarcó lo último
--- no fue una cita, simplemente me invito a comer como compañeros de trabajo que somos y eso fue todo señorira --- respondió dejando su bolso en una silla
--- pero me imagino que él quiere algo más --- dije con una mirada pícara y siguiendo sus pasos hacia las escaleras
--- si, pero le dije que sólo podíamos ser amigos y nada más --- dice subiendo los primeros escalones
--- ¡pero tía! porque no le das una oportunidad --- dije sin subir las escaleras --- se ve que es muy atento el señor
--- porque no... y ya vete a dormir --- responde a mitad de las escaleras --- que ya es tarde
---no, no quiero hasta que me digas que le daras darás una oportunidad a tu compañero --- le dije cruzando mis brazos
--- Dalia... por favor, no pienso discutir este asunto contigo --- se detiene para mirarme y decirmelo con su voz tranquila
--- ¡pero tía tu eres muy hermosa y.... --- no me deja terminar
---¡¡DALIA POR FAVOR ENTIENDE... NO QUIERO QUE ME VUELVAN A LASTIMAR COMO LA ULTIMA VEZ... --- me dice con su voz amenazando llanto y subiendo los últimos escalones para después entrar en su cuarto y azotar la puerta
Eso fue demasiado raro, nunca la habia visto así, pobre de la puerta.
Voy a su habitación para ver que le sucede
--- ¿tía que le ocurre?... lamento si en algún momento sé sintió incómoda, por mis palabras --- dije tocando la puerta y con mi voz suave
--- por favor, no es buen momento y estoy cansada, vete a tu habitación --- respondió con la voz quebrada
Se me rompe el corazón, al ver a mi tía así, quiera o no voy a entrar hablar con ella, esperó que esté vestida.
Una vez entré sin tocar y ella estaba en paños menos, no tiene mal cuerpo pero es mi TÍA...
Tuve pesadillas durante una semana, como diría el Lonje moco: ¡FUE HORRIBLE FUE HORRIBLE!
--- perdón, pero no pienso dejarte así y menos si es por mi culpa, y no me pidas que me vaya porque no lo haré --- respondí entrando a su habitación
--- igual de terca que tú madre --- me dice en cuando me ve entrar, me siento en la cama a su lado y acaricia mi mejilla --- ¿de verdad quieres saber? es algo dramático --- respondió mirando me a los ojos, como suplicandome que le diga que No...
Pero, quiero saber porque esos hermosos ojos color miel se humedecieron.
--- vamos tía, me encanta el drama --- dije animando la a contarme
--- de acuerdo --- digo resignada y soltó un suspiro --- lo que me haces hacer niña --- le sonreí
Estoy ansiosa y nerviosa y creó que hasta emocionada, por lo que me va a decir, puede que sea tan dramático como pienso que va hacer, pero no me importa, porque por primera vez mi tía se va abrir a mí.
--- estás lista mi pequeña niña --- me dice mirándome a los ojos como una madre mira a su hija
Y ella es lo que es para mí, mi mamá...
--- tía, ya no soy pequeña y mucho menos una niña --- se lo dije con una sonrisa en los labios
--- lo se... --- acaricia mi pelo --- y eso es lo que temo Dalia --- me sonríe --- ya te dije que te pareces tanto a tu abuela
--- si... y que mi mamá se parecía a ella también --- cruzo mis brazos --- por lo tanto también me parezco a mi mamá --- la miro seriamente --- intentas distraerme para cambiar de tema ¿verda?
Ella suelta una sonora risa, lo que me provoca una igual a mí.
--- ok, te cuento --- la miro y me siento en su cama, como a una niña que le van a contar un cuento, que tengo la imprecionde que no va a ver FINAL FELIZ esta vez.
--- todo empezó cuando yo tenía tu edad --- empezo a contar y yo la escuchaba atenta --- 18 años y conocí a un chico, él se llamaba Richard...
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Besos Inmortales
VampirUna chica de dieciocho años, que como toda adolescente tiene sueños, pero, no es como las demás, no, ya que posee un secreto, que ni ella misma está consciente de el. Un Vampiro de noventa y ocho años, después de cometer un acto imperdonable para...