Capítulo 13

302 17 4
                                    

*Cuatro*

Le pregunte a Tris si quería hacer algo después de la escuela. Lo tengo todo planeado.

Cuando llega el tiempo de recoger a Tris, me puse unos jeans negros, una camisa negra y una chaqueta de cuero negra. Timbro y la espero. Sale usando la misma ropa, nos subimos al carro y manejamos hacia el parque.

La llevo a un lugar solitario donde previamente arregle todo para el picnic.

-¿Un picnic?- Pregunta.

- Si - contesto nerviosamente - Si no te gusta podríamos ir a algún otro lugar y...

Me interrumpe con un abrazo.

- Es asombroso, vamos a comer.

Saco tres sándwiches y dos rebanadas de pastel.

-¿Tres? - Pregunta.

- No te vi comer hoy en el almuerzo así que pensé que tendrías hambre. - Wow, sueno como un completo acosador.

- Tienes razón, gracias. - Dice. Por lo menos no la asuste.

- Entonces - Comienzo - ¿Quieres jugar a las 20 preguntas? Así podemos conocernos mejor

-Si, empieza

- Ok - Pienso en algo fácil pero útil - ¿Cual es tu nombre?

- Tris

- No - sacudo mi cabeza - Tu verdadero nombre. Tris es un apodo ¿cierto?

Tal vez ella es como yo, queriendo ocultar su nombre para poder ocultar su pasado.

- Mi nombre es Beatrice Prior. Cambie mi nombre a Tris cuando fui adoptada.

Wow, estaba esperando que evadiera la pregunta.

- Tu turno - es todo lo que digo.

-¿Cual es tu verdadero nombre? - Me pregunta. Una pregunta justa, decido confiarle esa información.

- Mi nombre es Tobias Eaton.

Sonríe - Tobias - dice, probando mi nombre en sus hermosos labios - me gusta.

Sonrío - Puedes llamarme así, pero solo cuando estemos solos, nadie sabe mi verdadero nombre.

Asiente - No me llames Beatrice, odio ese nombre.

Solo me río, prefiero Tris, seguimos jugando.

Comemos, hablamos, bromeamos y reímos hasta las 6:00. Miro arriba y gotas de lluvia empiezan a caer y pronto estamos empapados. Tris se empieza a reír y no puedo evitar reírme también, su risa es música para mis oídos, se ve tan libre. De repente me dejo de reír. Tris lleva puesto una camisa blanca que ahora esta completamente empapada, haciéndola casi transparente. Yo, siendo un chico adolescente, no puedo evitar mirar su busto, esta usando un brasier de realce....Demonios, no puedo dejar de mirar.

Ella sigue mi mirada y entendimiento llena sus ojos. Se sonroja y se voltea.

Nos quedamos en silencio, dejo de llover hace un rato.

- Emmm deberíamos irnos - Digo incómodamente, todavía embobado. Se voltea para caminar hacia el auto pero tropieza por culpa de sus tacones, cayendo sobre mi y enviándonos a ambos al suelo, ella encima mio.

Nuestras caras están a centímetros de distancia, su cabello cae sobre mi rostro pero no me importa, el atardecer envía luces de colores que lo hace relucir, igual que su cara. Nuestras respiraciones se mezclan pero ninguno de nosotros hace amague de apartarse. Abre su boca para decir algo pero no me puedo contener por mas tiempo, presiono mis labios contra los suyos y ella me devuelve el beso. Nos besamos hasta que oscurece y nos acostamos uno junto al otro mirando las estrellas.

- Tris - digo.

-¿mmm? - es su respuesta.

- ¿ Serias mi novia? - Pregunto, esperando que diga que si.

- si, ¿por que no? - Sonrío. Nos reímos y nos besamos un poco mas.

Después, nos levantamos y guardamos todo, le presto mi chaqueta. No quiero a otros chicos mirándola.

- Sabes, me encanta la vista pero no quiero a otros chicos mirando - digo. Eso la hace sonrojar.

Una vez llegamos a su casa la acompaño hasta la puerta y nos damos un beso de buenas noches. Ah, este fue el mejor día de mi vida.

Voy a mi casa esperando encontrar soledad pero encuentro a Marcus en el sofá.

-¿Donde estabas? - Me pregunta.

- Estaba con Tris - respondo.

-¿Quien es esa? - Dice, alzando una ceja.

- Mi novia - Ahh, eso suena bien.

- Tráela a cenar el próximo fin de semana. Quiero conocer a la persona que pone esa sonrisa estúpida en la cara de mi hijo -Suena sincero. No quiero a Tris cerca de él pero tampoco quiero que se enoje, así que acepto.

- Bueno, ya te puedes retirar.

Y con eso me voy a mi habitación y me duermo sin molestarme en cambiarme de ropa.

Secundaria Divergente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora