Un bebé es lo más lindo y hermoso, un milagro desde la perspectiva de Baekhyun y por supuesto para Chanyeol, pero sabían que ese pequeñito milagro no debía aparecer. No en sus estados actuales.
No era el momento ni el lugar preciso para hablar del...
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••• Chanyeol
No sentía y veía nada, no sabía ni que paso durante y después de que me había consumido esta oscuridad, escuchaba voces que hablaban en un lengua diferente al mío pero que extrañamente comprendía. Llevaba un buen rato en este sitio y me punzaba constantemente un poco la cabeza, me levanté y me digne abrir los ojos.
En cuanto los abro encuentro al instante la familiaridad del lugar. Había un aire "hogareño" pero no del bueno o dulce y cálido. Uno en el que conviví demasiado tiempo. Me preguntaba si realmente es así, porque a este punto ¿realmente estoy en casa?
Sentí un aroma conocido para mi, azufre, inhaló profundo ese olor que sentía llevaba un largo tiempo sin llegar a oler. En mi rabillo del ojo pude observar una figura que llevaba tiempo observandome y ya me estaba molestando e incomodando.
— se que estás ahí — descubrí a la persona que mantenía un ojo sobre mí. La ira se desprendía como una energía de mi cuerpo, era difícil no llevarla al límite. Quemaba e incendiaba todo a su paso. Me estaba matando.
La figura se mostró a los segundos y avanzaba con temor de mi cuando llegó a mi lado que estaba iluminado al contrario de donde el lugar que me rodeaba por fin había salido la criatura.
— ¡Mi señor! — exclamó un chico con una particular corona de flores en su cabeza, su cabello verde y sus ojos de jade me miraron fascinado. Corrió hacia mi tan rápido que no tuve tiempo de apartarlo de mi hasta después de sentir su liviano peso en mi, me tenía abrazado fuertemente.
— ¡es usted, es usted! — hablaba con tal felicidad que me irritaba — por fin regreso con nosotros, conmigo, como prometió que haría! — reía mientras me inspeccionaba el rostro con incomoda adoración — aunque no pensé que lo haría de esta manera, señor — arrugo su ceño en negativa.
Aparte al chico de mi, me incomodaba de sobre manera, para que hablará con claridad.
— ¿no entiendo lo que dices? Jamás he estado, además, — ¿dije confundido para pasar a fruncir el ceño aumentando mi enojó sin sentido. — ¿quien rayos eres?
El chico me miró sorprendido y después se mostró algo consternado por mi reciente comentario, este por fin se quedo quieto y se sentó al frente mío, parecía analizar lo que pasaba.
— así que esto es lo que ha hecho — habló con rabia contenida. Su corona que hace poco tenía flores, se marchita y su vestimenta oscurecio — yo soy un tipo de deidad, un dios de los ocho reinos de Myruk... Me llamó Suk-Min. — sonrió tomando mis manos — usted me salvó, mi señor.
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