Capítulo 10

5 1 0
                                    

     Siento como los rayos de sol entran a través del cristal. Abro lentamente los ojos, y sonrío al comprobar que Rubén está dormido a mi lado. No tardo en recordar lo ocurrido anoche y mi sonrisa se hace más amplia. Aún tengo el recuerdo reciente de sus caricias y sus labios recorriendo mi cuerpo.
Me intento incorporar para ir al baño, pero un brazo me lo impide.

-Ni se te ocurra escapar de mí preciosa.-dice Rubén aún con los ojos cerrados.
-No pensaba irme lejos, solo ahí.- le respondo señalando el baño. Tira de mi mano para atraparme nuevamente bajo su cuerpo, y acto seguido comienza a besarme.
-Buenos días a ti también.-le digo riéndome, mientras separo nuestros labios.-Creo que podría acostumbrarme a despertar así.-
El semblante de Rubén cambia al escuchar mis palabras. Se acomoda a un lado y con su mano acaricia mi cuello bajando por el esternón hasta llegar al vientre.

-Ojalá no tuviese que irme hoy, después de lo de ayer, no quiero dejarte sola.-
-No pasa nada, ya te lo dije, haz lo que tengas que hacer en Barcelona y cuando acabes, quedamos en algún punto intermedio, ¿te parece bien?.-Él asiente con la cabeza, pero no parece muy convencido.
-Creo que va siendo hora de levantarse, no quiero salir muy tarde. ¿Te apetece desayunar, o quieres dormir un rato más?.-
-Me apetece desayunar contigo, ya tendré tiempo de descansar después.-

Nos arreglamos cada uno en su habitación. Hoy he optado por un pantalón pitillo negro y un jersey en tonos grises y mostaza. Mis converse y lista. Me dejo el pelo húmedo y la cara sin maquillar. De momento no pienso salir de la cabaña.

Cuando bajo huelo algo, a gofres, me encantan. Como ese sea el desayuno me pondré las botas.
-Eso huele delicioso, ¿qué es?.-
- Gofres, un pajarito me ha dicho que te gustan mucho, los iba a dejar para el fin de semana, pero como no sé si voy a estar...-
-Que bien informado te tiene ese pajarito, y sí, me encantan los gofres con nutella.-

Ahí es cuando Rubén saca un bote del armario, y rápidamente lo abro para echárselo a los gofres. Disfrutamos del desayuno, pero los dos sabíamos que de un momento a otro se tendría que marchar. Una vez terminamos el desayuno, me dispuse a limpiar lo manchado mientras él terminaba su maleta.

Cuando ya tiene todo listo y cargado en el coche, toca la despedida y tengo que decir que estoy un poco de bajón.
-Cuando llegue a Barcelona te llamo ¿vale?. Disfruta de estos días aquí, cualquier cosa me llamas por favor. Tienes el teléfono de Erica también, me dijo que te llamaría para hacer algo juntas.-
-Si papá, puedes estar tranquilo, me cuidaré, comeré bien, no saldré hasta tarde y no hablaré con desconocidos.-le digo burlándome. El me da un pellizco en el culo por mi actuación.
-Con que esas tenemos ¿eh?.-me agarra por la cintura para darme un beso feroz, lo que hace que los dos nos calentemos en cuestión de segundos.-


     Ya se ha ido y estoy sola en la cabaña, me siento un poco fuera de lugar, sin Rubén aquí no sé qué hacer ahora mismo. Decido terminar de prepararme para dar un paseo, creo que me vendrán bien estos días para pensar en todo lo sucedido.

Los paisajes aquí, son impresionantes, el verde de los árboles es casi fosforito, se nota que estamos en una zona de montaña donde predominan más las lluvias. Encuentro un sendero que decido seguir. Tengo que hablar con Rubén respecto a lo que ha pasado entre nosotros. Me ha dicho que quiere estar conmigo, pero cada uno tenemos nuestras vidas a kilómetros del otro. Nuestros trabajos nos exigen mucha dedicación y eso es difícil en una relación a distancia. Lo he pasado genial con él estos días, y creo que es bueno aclarar las cosas antes de que empiece a sentir algo más fuerte por él. Chloe, serás tonta, ya sientes algo fuerte por él. No sé cómo afrontar esto. Si le digo que ha sido genial pasar estos días con él y que ya nos veremos, va a pensar que soy una mujer fría y calculadora que lo ha usado para pasar un buen rato, y no es así, me gusta mucho. Muchísimo más bien. Y si sigo con esto adelante y comenzamos una relación, se que voy a sufrir, yo soy muy de contacto y nos veríamos de pascuas a ramos. ¡Joder! ¡Mierda! Que hago, que hago.
Sigo dándole vueltas al mismo tema, cuando me doy cuenta que me he alejado mucho de la cabaña y mis tripas están empezando a pedir alimento.

¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora