Capítulo 10. Y la respuesta es ...

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Narra Beth.

Dios mío, en cuanto vi que Yeremi se arrodillaba y me ofrecía ese anillo tan tremendamente hermoso, me quedé petrificada y luego está esas palabras, las palabras mágicas que a toda mujer nos encanta escuchar.
De pronto, me vino a la mente todas las imágenes, todos los recuerdos y todas las cosas que hemos vivido juntos y me emocioné.
Nunca pensé que esta situación llegaría tan rápido.
Es cierto, que es precipitado pero, también es verdad que este hombre me vuelve loca y sé que es el hombre de mi vida.
En el primer instante en que le ví acercarse en aquel bar, titubeando, con esa sonrisa que te sale cuando no te salen las palabras.
Esa sonrisa... Su sonrisa, es tan bonita. Y su mirada, oh Dios mío su mirada.
Es hipnotizante. En cuanto le miras, no puedes apartar la vista porque te atrapa en ella.
Sus labios tan suaves, tan dulces, tan apasionados que te devoran hasta dejarte sin saliva, sin respiración...
Y ya no digamos su cuerpo, parece un ángel. Su torso con piel de terciopelo, su tabletita de chocolate... mmm... qué bien sabe ( me sonrojo al recordar nuestros encuentros íntimos tan ardientes y se me escapa una sonrisa tonta).
Oh Yeremi, mi Yeremi.
Este hombre ha puesto mi mundo patas arriba y ahora me pide que me case con él...

-¿Y la respuesta es?. Me preguntó Yeremi al ver que no reaccionaba y que estaba mi mente vagando por ahí.

-Ah si, la respuesta... Es cierto, que llevamos poco tiempo Yeremi.
Somos jóvenes, tenemos tiempo de sobra para organizar nuestras vidas.
No debemos tener prisa por nada.
Te quiero mucho.-Le dije a Yeremi y al ver que su cara cambiaba de un estado de alegría a otro de tristeza, me apresuré a decirle que mi respuesta era...
-SI, mi respuesta es sí, mi amor.
Claro que quiero casarme contigo-Le dije riendome.
Él me cogió en brazos y empezamos a dar vueltas y vueltas mientras me besaba como él solo sabe besar.

-Soy el hombre más feliz del mundo.
Gracias por esto, Beth.
Eres la mujer de mi vida y no puedo permitirme perderte.
Te quiero tanto.
Debemos celebrarlo.
Tenemos que ir a las casas de nuestros padres y contarles la noticia- Me dijo mientras me bajaba al suelo.

-Bueno, no hace falta decírselo ahora mismo jajajaja.
Tenemos muchos días para decirselo-Le dije.

-Tienes razón, es que estoy tan contento, tan emocionado, que me dan ganas de gritarlo a los cuatro vientos- Me dijo mientras se reía y me abrazaba.
Fuimos a nuestro parque, donde quedamos la primera vez.
Hacía airecillo, pero era cálido.
El césped estaba húmedo, ya que hacía poco que se había regado.
Pusimos una toalla grande, que tenía Yeremi en el maletero y nos tumbamos. Se estaba de maravilla.
Me venía ese olor tan agradable del césped húmedo. Me encanta.

Me puse a pensar en nuestro futuro juntos, ¿cómo sería vivir juntos?, ¿nos iría bien?, ¿nos adaptaríamos bien el uno al otro? y ¿la boda, saldría bien?,y ¿si me caigo con los tacones?, ¿Y si...? Pufff, me entra miedo de pensar lo negativo.
De pronto Yeremi, se quedó mirándome intrigado y me preguntó que es lo que pensaba.

-¿Cómo sería nuestra boda?- Le pregunté a Yeremi.

-Mmm... Sería original, distinta a otras bodas.
Yo iría vestido con vaqueros negros y una camisa de seda de color dorado y unos zapatos negros y tu irías con un vestido largo de color plateado, con una raja desde los tobillos hasta el muslo. La parte de arriba, sería de palabra de honor y con un velo precioso.- Y justo ahí interrumpí su relato.

-¿Con una raja desde los tobillos hasta el muslo?. Estás loco, ¿cómo voy a ir así a mi boda?
No, yo prefiero un vestido de princesa.
Que sea con unos cuantos volantitos y arriba, palabra de honor.
Con el pelo recogido en un moño y ahí sujeto el velo.- Le dije.

-Bueno, como tú veas.
Durante la misa del cura, tendríamos a un coro cantándonos la canción más bonita del mundo.
La gente echándonos serpentina y pétalos de rosas azules y moradas.
Habrá una alfombra roja, por la que pasaremos tú, mi bella princesa, las damas de honor, los niños de arras y yo.
Luego iremos a un elegante restaurante, llamado "El Lendy", donde habrá flores y todo bien decorado.
Nos servirán la mejor comida.
La tarta será en forma de corazón y de sabor a limón.
Más tarde pasaremos a la pista de baile que estará subiendo unas escaleras y saldremos a una azotea.
Allí habrá también una piscina, para el que se quiera bañar o meter los pies para descansarlos.
Habrá otra zona cubierta y aislada, donde dentro estará un spa con el techo negro y luces de ambiente, para el que se quiera relajar.
La música sonará y sonará y bailaremos hasta el amanecer.
¿Te gusta la idea?-Me dijo Yeremi.

-Me encanta. Mañana mismo pedimos la cita para reservar fecha- Le dije ilusionada.

-No puedo esperar tanto.
Necesito casarme ya.
Quiero empezar mi vida contigo, desde mañana.- Me dijo Yeremi.

-¿Mañana?. ¡Estás loco!.
¿Cómo nos vamos a casar mañana?-Le dije riéndome.

-Vale, esperaremos. Ahora es tarde, te llevaré a casa.-Me dijo mientras se ponía una rebeca por encima de los hombros.

Me llevó a casa y nos despedimos.
"Adiós mi amor, que descanses y sueñes conmigo", me dijo mientras se iba...

Me tumbé en la cama y me quedé frita.

(Suena el teléfono)

-¿Diga?. ¿Hola Sandra, qué tal?-. Dije mientras me incorporaba. Miré el reloj y eran las 4 de la mañana.
¿Sandra, sabes qué hora es?.
Si, hora de seguir durmiendo. No voy a salir a estas horas. Ya hablaremos mañana, cuidate.
Te quiero. Y colgué el teléfono.

Y justo cuando me empiezo a dormir, suena el timbre.
Ohhhhh diossss, ¿Quién será ahora?
¡Es que nadie duerme o qué!
Abrí la puerta y de repente alguien se abalanzó sobre mi y me empezó a besar, era un beso dulce. De pronto se me borró el cabreo y me dejé llevar.
Cuando conseguimos separar nuestros labios le pregunté a Yeremi el motivo de esa visita tan inesperada.

-Simplemente me dí cuenta de que se me olvidó darte las buenas noches.
Y decidí volver y dártelas.- Me dijo con voz seductora.

-Mmm... Me encanta que hayas vuelto a darme las buenas noches.-Le dije mientras nos besábamos y subía la temperatura gradualmente de nuestros cuerpos.
Una camiseta por aquí, pantalones por allá.
Me encanta cuando me quita el sujetador con su seductora boca.
Abrazó mis manos con las suyas y luego se tumbó sobre mí y de nuevo esa sensación de deseo tan conocida.
Empezó a besarme los tobillos e iba subiendo poco a poco hasta mi cuello.
Dejaba el rastro de cada beso por mi cuerpo y con cada beso, el deseo y la lujuria de tenerle.
Le cambié el sitio, de tal forma que ahora mandaba yo.
Besos por aquí, besos por allá...
Nunca me cansaba de besar y acariciar su cuerpo, era tan sensual.
Mientras le mordisqueaba la oreja, me dí cuenta de que tenía un lunar en forma de estrella.
Nos salían chispas y nuestros cuerpos temblaban de placer hasta que perdímos la consciencia...

-Aquí tienes el desayuno, señorita. Ahora he de irme al trabajo- Me despertó Yeremi con un beso y el olor a café.

-Gracias, cariño. Que tengas un buen dia.- Le dije mientras me estiraba.

Cuando me incorporé, me fijé q había una rosa de color azul, un zumo de naranja, un café recién hecho y una tostada.
Qué bien me cuida, me dije con una sonrisa.
Hoy es mi día libre así que iré a averiguar qué papeles hay que entregar para organizar la boda.

---------------------------------------------------------Lo prometido, es deuda.
Os dije que hoy actualizaba y aquí lo tenéis.

Y a mis querid@s lector@s daros las gracias por todo.

Que tengáis un/a feliz noche/tarde/día.
Besitos plateados. 😘😘😘😘

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