Amor Fantasmal

Capitulo 2. La vida de Yeremi

Yeremi es un chico de 28 años, alto, moreno, con el pelo ondulado hasta los hombros, de ojos verde esmeralda con una mirada que te penetra en el corazón. Una carita de terciopelo y un cuerpo espectacular.

A Yeremi le encanta el mundo del motor, siempre va a competiciones de coches y de motos y siempre queda en primer lugar.
Todo el mundo grita su nombre cuando sube al podio y enseña su trofeo como un gran competidor.

Todos los domingos iba de ruta con su moto Suzuki sv1000s de color azul.
Le encanta la velocidad, sobretodo cuando la carretera está solitaria.
Solo existe Yeremi, la moto y la carretera
Le encanta como ruge, parece un león.
Aumenta la velocidad cada vez más, es una forma de desahogarse cuando tiene algún tipo de problema.
Se refugia en su moto.
Para él, su moto es como si fuera su hijo. Siempre la tiene limpia, brillante. Es asombroso la forma que tiene de mimarla...

Cuando llegó a su casa, su madre le esperaba sentada en el sofá con la luz apagada.

- Por fin llegaste, estaba preocupada. No debiste de haberte ido de esa manera y menos de noche-, le dijo su madre.

- No sé que haces todavía despierta y menos a oscuras, ¿qué pasa, tanto quieres ahorrar?- le contestó él y fue caminando hacia la escalera para ir a su habitación cuando de pronto, se dió la vuelta y le dijo a su madre, - siento haberte hablado así, no tienes la culpa y no mereces que te trate así.
Es sólo que, no soporto que papá te trate así, como si fueras una mierda, no sé cómo le aguantas después de 25 años de casados... Pero bueno, tu sabrás lo que haces, yo hubiera preferido que tomases la decisión de irte con Julio, que él si que te quiere y te lo demuestra. En fin, me voy a dormir que ya es tarde.
Te quiero mamá, que descanses-

- Hasta mañana cariño, que descanses e intenta llevarte mejor con tu padre por favor, hazlo por mí.
Esta es mi decisión y no me gusta veros pelear, por favor. - Dijo la madre.

-De acuerdo mamá, lo intentaré- Dijo Yeremi.

Al día siguiente, cuando Yeremi bajó a desayunar se encontró con sus padres y su madre le hizo una señal de que se calmara.

- Buenos días mamá - Dándole un tierno beso en la mejilla.

- Buenos días cielo, ¿has dormido bien?- Dijo la madre.

- Si, he dormido bien, gracias.
Por cierto, buenos días papá.

- Buenos días, espero que hoy estés de mejor humor y no te vayas en mitad del desayuno como lo hiciste anoche cuando cenábamos- le dijo su padre.

Yeremi acalorado por el enfado miró a su madre y ésta le dijo bajito que se calmara, él cogió aire y le respondió a su padre.

- No me hubiera ido, si tratases mejor a mi madre -

Su padre le echó una mirada, que parecía que le iba a perdonar la vida.

En ese momento llamaron a la puerta y fue Yeremi a ver quién era.

- ¡Hola motero!, ¿Qué tal tio?- Le dijo su mejor amigo, Lucas, mientras chocaban la mano.

- ¡ Eyyy Lucas!, ¿ Qué tal, has desayunado?, ¿Quieres pasar? -

- Si, gracias ya he desayunado.
Se asomó y vió al padre de Yeremi y le dijo - Prefiero que vayamos a dónde te quiero llevar, es un sitio nuevo donde también hacen competiciones, ¿te vienes?

- Si claro, ahora vengo-. Yeremi se despidió de sus padres y se fue.
Cuando llegaron al sitio, Yeremi estaba flipando. Ya se veía en esas curvas con su coche de competición.
Su coche era un BMW M3 GTR, de color rojo pasión.

Al lado, había una caseta en la se estaban inscribiendo para la primera competición que por suerte era el mismo dia y ahí estaban ellos para participar.

- Empieza a las 19h- dijo Lucas.

- Falta media hora, vamos a prepararnos - dijo Yeremi.

-¡ 5,4,3,2,1....(ruido sirena)! En cuanto sonó la sirena, todos pisaron a fondo el acelerador. Yeremi iba el 5° y su amigo iba el 4°, pero no pasa nada porque a la segunda ronda Yeremi adelantó 3 posiciones y justo en la última ronda, pisó más el acelerador y adelantó a su contrincante.

- Jajajaja muy buena carrera, Yeremi. Pero que sepas que algún día te ganaré- dijo Lucas

- jajaja Sigue soñando. Vamos a tomarnos una cerveza, que te invito- dijo Yeremi.

Cuando llegaron, pidieron 2 cervezas y se sentaron el una mesa.

- Voy al baño- dijo Lucas.

En ese momento, Yeremi giró la cabeza y vió a una chica de estatura media, delgada, con el pelo largo y negro, como la noche.
Unos ojazos rasgados de color azul y una sonrisa preciosa que te contagiaba.
Yeremi, atraído por su belleza se atrevió a acercarse a ella.
Mientras iba, se le aceleraba el corazón cada vez iba más rápido, le sudaban las manos y no sabía ni qué decir.

-Hola, me llamo Yeremi y estoy ahí con mi amigo Lucas- dijo Yeremi.

La chica le miró con cara de " me parece muy bien, qué quieres que te diga"

- Hola yo soy Beth y estoy con una amiga. Espero que lo paséis genial Lucas y tu- le dijo Beth, con una sonrisa y una dulzura que a Yeremi le despertó algo dentro de él.

- Yeremi, ¿qué haces? Vamos a tomarnos esto- dijo Lucas
- Si, mejor- dijo Yeremi trastocado.

Durante el resto de la tarde se echaban miraditas ellos dos y cuando ya se iba, Yeremi le apuntó su número de teléfono en una servilleta y le dijo

- Perdona lo de antes, pero tenía que decirte algo. Me has gustado y me gustaría quedar contigo para tomar algo. Aquí te dejo mi número de teléfono, para cuando quieras quedar.
Un placer. Hasta pronto- dijo Yeremi.

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