Amor Fantasmal

Capitulo 17. Va por ti, Beth.

Marisa fue a la habitación de Yeremi, a ver cómo se encontraba.
Pero Yetemi, no estaba. Fué a hacerse la prueba, el Tac

Llevaba unas velas blancas y unas cerillas en una bolsa.
Abrió la bolsa, puso un plato en la ventana y puso las velas.
La ventana estaba cerrada con una llave de seguridad.

Yeremi cuando volvió a la habitación y vio a su madre encendiendo las velas, se enfadó mucho.

-¿Qué haces encendiendo esas velas?.-Gritó Yeremi.

-Hola hijo, pues porque aquí, en este hospital murió Beth y para que tenga luz en su camino, pues le enciendo estas velas... - Le dijo su madre con mucha amabilidad.

-No quiero velas para nadie.
Apágalas y llévatelas. -Le dijo con desprecio.

-No hijo, no las pienso apagar.
Y ahora debo irme. Tengo que ir a casa a preparar la comida.
Pasaré esta noche a verte.
Te quiero, cariño.- Le dijo dándole un beso en la frente, luego le arropó y se fue.

Él, se quedó mirando la luz de las velas y pensaba que para qué va a necesitar Beth las velas, si ella está bien, él la veía bien.
Y al pensar en ella, se dió cuenta en lo mal que se portó con ella.
En todas las groserías que le dijo y en lo mal que la trató.
Al darse la vuelta en la cama, se le cayó un lágrima en la almohada y recordó cuando se le cayó la lágrima a Beth, en la mano de él y lo que éste le había contestado...

-Si es que soy un maleducado. No debería de haberla tratado asi.
Pobre Beth. ¿Dónde estará ahora?, ¿estará en la calle?, ¿pasará frío?. - Se dijo él mismo.

Se dio cuenta de que en el armario, se dibujaba una silueta y esa silueta aparecía detrás de él, ¿sería Beth?.
Entonces él se dio la vuelta de nuevo y vió una sombra oscura, que ocupaba media habitación, había alguien en la habitación y no era su amada Beth.
Era algo o alguien, que caminaba hacia la ventana y al acercarse, cogió una vela, se volvió hacia Yeremi y le dijo.

-Esto, se lo dedico a Beth. Tu amada esposa. Que se muera en el infierno.-
Dijo la sombra y acto seguido soltó la vela y todo empezó a arder.

Yeremi empezó a gritar y pedir auxilio, pero nadie le escuchaba.
La sombra comenzó a reírse y Yeremi intentaba levantarse de la cama, pero no podía. Volvió a gritar y nada. El fuego se extendía cada vez más por la habitación.

Yeremi se levantó de la cama y como era lógico, se cayó de la cama.

Una enfermera le vió y salió corriendo para ayudarle.

-Dios mío,pero ¿qué ha pasado aqui?.
Yeremi, ¿estás bien?.- Dijo la enfermera preocupada, mientras llamaba a otras enfermeras o a alguien para que llamase a los bomberos.

-Yeremi ven conmigo, tengo que cambiarte de habitación. Alisea, ayúdame a cogerle- Dijo un enfermero a la enfermera que fue a ayudar a Yeremi.

Entre los dos, le llevaron a otra habitación más grande.

-Os dejo, voy a ver si necesitan ayuda en la otra habitación.- Dijo el enfermero.

-¿Estas bien?,¿cómo surgió el incendio?- Preguntó Alisea.

-No lo sé, mi madre vino a poner unas velas por Beth, para que tenga luz en su camino o no se qué chorradas de ella. Y luego vino eso... Era algo raro, extraño lo que vi. Además, para qué te lo voy a decir si creerás que estoy loco, como piensan los demás.
Mejor me callo y punto.- Dijo Yeremi.

-No, yo no pienso que estés loco.
Siempre me ha llamado la atención el mundo de los espíritus y he conocido a gente que los ve. Ojalá yo pudiera verlos y ayudarles. Tiene que molar.- Dijo Alisea con una sonrisa en sus labios.

Yeremi la miró con gesto de pocos amigos.

- No sabes lo que dices. Se nota que nunca los has visto, ni has estado con ellos, ni has tenido una pareja que los vea.
No puedes dormir, porque cuando necesitan ayuda te despiertan sin más.
Te molestan en el trabajo e incluso si sales de paseo con tu pareja...
Deja de decir esas cosas tan incoherentes.- Dijo Yeremi acordándose de la discusión con Beth y el malhumor que le dejó.

-Vaya, lo siento. No quería molestarte.
Mejor me voy.-

-No, espera. El que lo siente soy yo.
Últimamente he estado con rabia y dolor. Entiende que Beth, era mi esposa y murió. Sé que a pasado poco tiempo, pero para mí es como si hubiese ocurrido ayer.
Me duele despertarme y no verla, no escuchar su sonrisa, ni su dulce voz.
Echo de menos no poder ver esos ojos azules, como un océano.
Te perdías en su mirada... -Dijo Yeremi, mirando por la ventana.

-Si que la querías. Siento mucho lo de su muerte, pero no puedes decaer.
La vida sigue y eres muy joven para hundirte en la pena.
Es bueno que pases un determinado tiempo el luto, porque así cicatrizarás la herida.
Pero no puedes estar toda la vida pensando en eso, te amargará la vida, no disfrutarás de las cosas tan bellas que hay y al fin morirás con ella.
Al menos esa es mi opinión.-Dijo Alisea bajando la cabeza.

-Sé que tienes razón, pero es más fácil decirlo que hacerlo.-

-Te entiendo perfectamente.
Se pasa muy mal cuando pierdes a un ser querido.
Sientes que tu vida se va con esa persona y crees que no puedes evitarlo.
Pasan los días, meses, incluso algunos años pensando en que nunca lo vas a superar, hasta que te plantas y te dices a ti mismo que no puedes seguir así. Tu vida se escapa y el tiempo no se recupera.
No desaproveches tu vida así.
Nunca la olvidarás, porque la tendrás siempre aquí.- Le dijo Alisea tocándole en el corazón.
-Ahora has de disculparme, pero tengo que ir a seguir con mi trabajo.
Me alegro de haber hablado contigo.
Si necesitas algo, estaré por aquí.-

-Muchas gracias, Alisea, ¿verdad?.
Tienes un nombre muy bonito- Dijo Yeremi sonriendo.

Ella salió de la habitación y Yeremi se quedó pensando.

¿Qué le habrá pasado a esta chica tan joven?.

Hablaba como si hubiese perdido a alguien muy querido para ella, ¿sería su pareja o algún amigo...?
La verdad es que me ha echo bien hablar con ella.

Era como si tuviera tanta confianza con ella, como para abrirle mi corazón y expresarle mis sentimientos.
Es como si la conociera de siempre.

No tengo con quien hablar de estos temas.
Antes hablaba con Beth de mis problemas pero ahora que no está, ¿con quién me iba a desahogar?
Me alegro mucho de haberla conocido.

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Queridos/as lectores/as.

Muchas gracias por leerme y tener tanta paciencia para esperar a que suba el capítulo.

Me hace mucha ilusión cuando me escribís y me decís que queréis capítulo ya, eso significa que os tiene enganchados/as ☺

Os deseo un buen fin de semana.
Sois los mejores. 😜

Mil besos morados. 😘