Girls Misfortune.

Episodio 1

"Salmón"

Las dos niñas empezaron a hacer fuego. Era imposible. Ya que, no tenian la suficiente fuerza ni para que se formara un pequeño agujero.

Se estaban turnando, pero ni eso lograban llegar a lo que ellas querian. Optaron por comerselo crudo haciendo arcadas en el intento.

"Salmón : son peces marinos y de agua dulce de la familia de los salmónidos, distribuidos por los océanos y mares de casi todo el mundo excepto del Océano Pacífico, se caracteriza por tener una carne color anaranjada."

Annalise lo leyo con un poco de complicaciones gracias a su falta de vocabulario, pero lo entendio muy bien.

— Es un salmón. — Dice Annalise apuntando a la fotografia que salia al final del texto.

La niña cerro el libro y lo dejo en la caja.

Un oso se acerco corriendo y gruñendo. Las niñas se asustaron y pensaron que las iba a devorar, pero los propositos de aquel mamífero eran los contrarios.

Ellas se asustaron y se escondieron detrás de la caja asomándose para ver que hacía el animal.

Resulta que estaba siendo perseguido por otro oso que rugía aún más fuerte.

El animal se lanzó encima del otro y comenzó a morderlo. Las dos niñas solo observaron como la vida del joven oso se acabava lentamente dejando un mar de sangre que se teñia la orilla del rio rojo.

Se escondierón rapidamente. Ya que, aquél gran oso había volteado a su dirección. Su tamaño era impresionante, su torso estaba cubierto de sangre, al igual que sus afilados dientes.

Comenzaron a rogar para que el animal no las descubriera. El salto de un salmón llamo la atención del oso haciendo que perdiera el interes en la caja, de la cual estaban escondidas las niñas.

Annalise, sin darse cuenta, se había abrazado a Hester por el miedo.

—  ¡Sueltame!. — Exclama Hester empujandola.

— ¿Se fue?. — Pregunta Annalise.

— Callate. — Le dice Hester en tono bajo. Se asomo y vio al oso alejandose.

— ¿Se fue?.— Vuelve a preguntar nuevamente Annalise.

— Sí, ya se fue.

Annalise dio un gran suspiro de alivio y se dejo caer al piso mirando el cielo azul adoptado por siluetas de avez que volavan tranquilamente, dejando que el viento roze suavemente sus plumas haciendo que una de ellas callera justo en su mano.