Capítulo 4

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-Lis- fue lo único que dijo, con la mirada más desafiante del universo...

-Que tal padre?- dije con la sonrisa más falsa del universo.

-Y eso que te incumbe? Como vas en tus estudios?- dijo cuando me estaba ubicando en la mesa.

-No lo sé. Se supone que eres mi padre y debías haber asistido a la reunión de entrega de boletines.- dije totalmente odiada.Cuando Amelia, la cocinera que solo viene para cocinar el almuerzo y la cena, trajo los platos de salmón rosado con papas. E inmediatamente llevé un trozo a mi boca.

-Sabes que estoy ocupado en el trabajo.- dijo con toda seriedad.

-Y sabes que soy tu hija.- dije sabiendo que esto podría terminar mal. Pero mi padre consiguió un trabajo nuevo hace poco tiempo y cambió totalmente su forma de ser. Antes teníamos la perfecta cantidad de dinero, pasábamos mucho tiempo juntos, éramos unidos y nos llevábamos genial. Pero le ofrecieron un trabajo donde le pagarían más y la ambición lo cambió, la ambición y la estricta estructura del trabajo.

-Pero sabes que estoy en asuntos importantes que te pagan todo lo que tienes- dijo en un tono más alto, mientras mamá solo quería desaparecer.

-Pero yo nunca te lo pedí!! Antes podías pagarlo, y no tenías este trabajo!!- dije recordando lo felices que éramos.

-Pero yo tomé una decisión, y eso no puedes cambiarlo!!!- dijo parándose y gritándome-Y hasta que no me traigas un 10 en economía no tendrás ni mesada ni comida preparada por Amelia ni por tu madre!!

-Perfecto!! Ahora mismo te traigo el diez que me saqué en economía en la prueba de el martes!- dije feliz de ser buena en economía. Parándome para correr a toda velocidad hasta la mochila que estaba en mi habitación. Tomé la prueba y bajé como una reina las escaleras. Llegué hasta donde se encontraba mi padre y le dije-Aquí está tu estúpido 10.

-...- me miró con cara de piedra y se retiró hacia su oficina de la casa. En tu cara. Pero definitivamente había comenzado una guerra con mi padre.

-Lis, que fue todo eso!!- me gritó mi madre con los ojos abiertos como platos. Sinceramente no lo sabía, el odio que tenía hizo que me dejara llevar.

-...- no le respondí, porque sucedió y ya. Yo no tenía intenciones de que pasara.

-Me hablaste con tanta tranquilidad en tu habitación... Realmente no me lo esperaba!!!- volvió a gritarme.- Piensa que por lo menos lo puedes ver!! Lis, no lo ves en todo el día y en el poco tiempo que lo haces así lo tratas!!!!!!- gritó con todas sus fuerzas. El odio y la tristeza se reflejaba en sus ojos.

-No es mi culpa que él se haya vuelto tan mala persona.- susurré para ir a mi habitación.

Una vez allí decidí ir al balcón. Estaba perfectamente limpio. Pasé la mano por toda la baranda. Me sentía realmente mal, deseaba volver el tiempo atrás para impedirle a mi padre que aceptara el trabajo. De repente ya no veía más el mar verdoso y cristalino, todo era borroso, hasta que sentí algo en mi mejilla y volví a verlo. Pero cerré los ojos al saber que lo necesitaba, debía soltar todo lo que estaba reprimiendo. Así que lloré, lloré a más no poder con mi cabeza en mis brazos que estaban apoyados en la baranda. Cuando sentí que ya lo había soltado volví a levantar la vista. Respiré hondo un par de veces y me fui del balcón hacia mi habitación. Me senté en la cama y miré a el suelo. Quería irme lo antes posible de mi casa. Un segundo...
Claro! Quedé en verme con Dan!
Desbloqueé el celular y tenía mensajes en whatsapp

La bienvenida de Emi

Ana: Holaaa. Dentro de media hora ya pueden venir!

Lena: Yo ya estoy 😝

Alex: Yo también 😆

Ana: Y si bobis, si me están ayudando a limpiar.

Daian: Ok, estoy con Umi comprando las cosas. En un rato salimos para allá.

Ana: 👌

Yo: Ok. En un rato salgo. *Envié solo para no clavar el visto*

*En el chat con Dan*

Yo: Ey lindo! Ya puedes venir por mí.

Mi lindo: Enseguida voy 😘

Revolví todo el vestidor, cosa que me llevó mucho tiempo, en busca de un buzo turquesa. Lo hallé, me lo puse, y decidí bajar hasta la cocina para sacar el pastel de la nevera y colocarlo en un recipiente. Me puse una campera verde militar, la escogí por ser la más liviana que se hallaba en el perchero. Con el pastel en mano, el celular en el bolsillo y abrigada, decidí esperar a Dan en el parque de la entrada. Abrí la puerta siguiéndola con la mirada desde que la abría hasta que la cerraba. La cerré y quedé frente a ella sin ninguna esperanza de voltear rápido, no estaba de humor.
Esperé unos segundos y cuando quise voltearme algo me lo impidió e hizo que me tensara.

Algo había rosado con mi oreja...

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Holaa. Espero que les guste este capítulo porque me costó mucho hacerlo.
Sinceramente no sé si esta semana voy a publicar nuevos capítulos porque tengo muchas tareas y problemas personales...
Otro de 800 palabras
Bye

El Derrumbe De La Vida IdealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora