Un joven castaño con ojos color chocolate se paseaba de un lado al otro en su departamento, aparentemente desesperado. La razón era simple, se había quedado dormido, sus primeras clases en la universidad estaban a punto de empezar y él seguía en su hogar tratando de vestirse lo más rápido posible después de haber tomado una ducha. ¿Tan mala suerte tenía? claro que sí o al menos eso pensaba él. Despistado era la única palabra que lograba definirlo bien, aunque en la actualidad había mejorado un poco debido al "entrenamiento" que le brindaba su tío, Reborn, pero eso era otra historia
-Demonios – sus maldiciones adornaban el silencio en el departamento después de haber tropezado y caído, pero en ese momento no estaba para preocuparse por eso, tenía que salir disparado si quería por lo menos alcanzar la mitad de su clase de literatura
Al vivir en el sexto piso del edificio departamental se veía en la "horrible" necesidad de usar el elevador en circunstancias desesperadas como ésta. Presionó el botón para que el dichoso aparato abriera sus puertas pero nada. La espera se hizo eterna y mientras tanto terminaba de asegurarse de estar bien vestido, de repente las puertas se abrieron y entró sin observar si estaba acompañado o no. Con desesperación presionó el botón de planta baja, respirando pues al menos ya estaba en el ascensor. Cuando el horrible aparato empezó a descender logró respirar calmadamente o al menos lo intentó, fue solo entonces que reconoció un aura atemorizante a su lado. De reojo observó a un hombre alto de buena presencia, cabello negro y ojos azulados casi metálicos, de inmediato lo reconoció... era su vecino. Saltó del susto y sonrió nervioso
-Bu-buenos días, Hibari-san... - mencionó avergonzado por su falta de tacto ante aquel hombre
-hmm...- contestó o algo así. El más alto le lanzó una mirada seria logrando que el pobre castaño se tensara y sintiera un escalofrío recorrerle el cuerpo – buenos días, Sawada
El castaño, llamado Tsunayoshi mejor conocido como Tsuna, se limitó a observar la pantallita que mostraba el piso en que se encontraba. Deseaba salir corriendo de ahí, aquel hombre era aterrador. De pronto y como si el destino lo odiara sintió un pequeño jaleo en el ascensor, luego simplemente sintió que el desplazamiento se detuvo. Vanamente intentó presionar el botón un par de veces sin obtener respuesta
- ¿por qué me pasa esto ahora? – Susurraba el más bajo mientras se agarraba los cabellos con desesperación – no lograré llegar – se lamentaba dramáticamente, de pronto recordó su celular y al intentar buscarlo, de nueva cuenta su mala suerte se hizo presente "NO ESTÁ" gritaba su subconsciente
-oye... - habló el más alto asustando al pequeño que se limitó a apoyarse en uno de los rincones – por más que intentes no funcionará
-¿eh? – esas palabras... ¿acaso estaba tratando de asustarlo más?
-es una falla técnica – explicaba sin prisa – seguramente pronto lo arreglarán
-¿t-tardarán mucho? –sus palabras sonaban temblorosas
-no pasará de unos veinte minutos como máximo – el azabache le restó importancia y apoyó su espalda a una de las paredes del aparato, odiaba la sensación de estar enjaulado pero no podía hacer nada por el momento
-no... no puede ser – hablaba nervioso el castaño mientras apretaba la maleta que traía consigo – no soportaré tanto tiempo – podía sentir su respiración empezar a acelerarse, eso era malo, muy malo
-no llegarás a tiempo ni aunque salieras en este preciso momento – comentó el mayor mientras observaba al desesperado castaño
-¿a qué se refiere? – preguntó intrigado ante las palabras del mayor. Era la primera vez que intercambiaban más que un saludo desde que se conocieron, si mal no recordaba... desde que se mudó
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Ayudándote a superar tu claustrofobia
FanfictionUn día espantoso se volvió más ESPANTOSO, ¿acaso la vida estaba en su contra? solo quedar atrapado en el ascensor podía cerrar su desesperante mañana con broche de oro Y lo peor de todo, ¡no estaba solo!, su aterrador vecino estaba con él Hibari...