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Con un firme empujón el cuerpo de niall impacto contra mis nalgas y sus bolas rebotaron en mi coño, señal de que había logrado penetrarme por completo. No sabía cómo, o si podría ser incluso posible, pero había sucedido. De alguna forma TODO su grueso y venoso miembro descansaba en estos momentos en mis intestinos, ansiando depositar su carga en mi interior.

"Oh..Dios..¿Esta....todo adentro?" Pregunté con apuros.

"S..si.. Megan. Todo. Te lo comiste completito."

"Oh.. " Me sonroje.

Nos quedamos en un incomodo silencio durante algunos minutos. Finalmente niall me pregunto: "Megan.. ¿Ya me puedo mover...?"

"S..si.." Respondí apenada. "hazlo.."

Y comenzó mi castigo. Con mucho cuidado niall se hizo para atrás hasta que su pene salió de mi culo unos cuantos centímetros. Pero entonces con un movimiento firme se apretó contra mis nalgas y el sentir el golpe en mi estomago me saco un coqueto gemidito.

"¡Ahh....!"

Niall se prendió al oír mi reacción, y con más energía repitió la maniobra. Y de nuevo, al sentir el empujón dentro de mi estomago volví a gemir, esta vez de forma aun más sensual.

"¡Uhh..."

Las manos de niall se apretaron con más fuerza a mis caderas, y entonces comenzó a bombearme el culo con una energía y vigor que nunca hubiera esperado de él. El ritmo de su ataque se volvió casi frenético, con su poderosa verga moviéndose increíblemente rápido mientras mi pobre ano trataba con apuros de apretarla y detener su avance.

Slap....slap....slap....slap....slap....slap..slap.slap.slap.slap.

"D..dios....dios..." Dije febrilmente, sintiendo un exquisito dolor en la cola que me tenia retorciéndome de placer. El golpeteo en mis entrañas me tenía fascinada, y en respuesta a eso de mi coño goteaban algunos cálidos jugos que caían descaradamente en la cama, profanándola.

"Megan.. uff.. ¿T..te...acuerdas cuando... me llamaste...estúpido?" Pregunto de repente niall , sin detenerse para nada.

"Uf.....s..si....uhh.." Asentí con dificultad.

"Y... ahora..t..te estoy... dando por atrás...Megan..."

Slap..slap.slap.slap.slap.

"...s..si...ahhh.." Gemí.

"P..pues.. no soy...t..tan.... estúpido.. ¿N..no? Si te estoy.. d.dando.. por el culo.."

Me quede sin habla. Sentí una ola de calentura por toda la piel, fascinada ante la mezcla de impotencia y excitación que su comentario me había causado. El estar siendo sometida así, por la persona que menos hubiera imaginado, me tenía al borde de la locura. De la noche a la mañana había pasado de ser la capitana de porristas y la chica más sexy de la escuela, a estar en la recamara de mi odioso vecinito siendo sodomizada por él.

Y lo peor era que me estaba encantando ser tratada así.

Cerré los ojos mientras una gota de sudor resbalaba por mi rostro. Me mordí los labios en una actitud sexual, disfrutando inmensamente como mi hermoso culo era violentamente profanado una y otra vez. Sin piedad.

Pero claro, mi suerte no podía durar.

De repente, la puerta del cuarto se abrió y horrorizada vi que el papa de niall , un señor flaquito, con lentes y bonachón estaba ahí, impávido, mirándonos sorprendido sin saber qué hacer.

Y la escena frente a él no podría ser más pecaminosa.

Ahí estaba yo, la hermosa e inalcanzable vecinita, boca abajo y en posición fetal en el borde de la cama mientras su hijo me metía la verga por el culo. Me paralice sin saber qué hacer.

El nerd y la porrista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora