Señor Sesshomaru (TERMINADA)

Epílogo

Kagome contemplaba la nieve desde la ventana, los hermosos copos de nieve blanca caían y ella no podía dejar de sonreír.

El día anterior fue su graduación, iría a la universidad el próximo año.

Ésa noche ella se había entregado por completo a aquel arrogante hombre que con sólo un soplido en su oído la desarmaba. Aún estaba en su habitación, se levanta de la cama para tomar una ducha y luego cambiarse con una ropa que Kaede le había llevado.

El vestido que usó para la fiesta yacía roto por la cremallera en el suelo entonces recordó lo ocurrido en la noche, estar entre los brazos de él era como una perfecta sinfonía, un ardiente sonrojo asalta las mejillas de la azabache, él era un experto que le había mostrado un mundo de placeres inimaginables. Cada caricia, cada beso, cada gemido, cada dulce palabra estaba grabada en su ser.

Un fuego comenzaba a brotar por todo su cuerpo y deseaba tener a su querido Sesshomaru ahí mismo (Para violarlo seguramente xD)

El sonido de su celular la sacó de sus fantasías.

Eran varios mensajes.

Abrió los primeros, Kagura le había enviado varias fotografías, ellas se habían vuelto amigas desde lo del incidente con Naraku.

En todas aparecía ella junto a un sonriente Jako sosteniendo a Hakudoshi con cara de enojo y Kanna con expresión divertida 《Aún no puedo creer que esos dos se hayan mudado juntos》 piensa Kagome riendo por las fotos.

Jako después que Kagura saliera del hospital le confesó sus sentimientos, ella estaba anonadada. Al principio el rubio pensó que era porque no le correspondía, luego ella confesó sentir lo mismo. Jako sólo advirtió que si ella lo aceptaba por su parecido con su primo era mejor no estar juntos, Kagura aseguró que no era el caso. Era cierto, ella veía en Sesshomaru un salvador más que un hombre al cual amar. Jako sin embargo le había mostrado lo que era que alguien se preocupara por ti y te demostrara su amor, no había comparación, Jako era el hombre de su vida. Kagura junto a sus hermanos se instaló en una pequeña pero acogedora casa a las afueras de Tokio, Jako se había mudado con ellos hacía unos días, no podrían estar más felices.

Kagome siguió viendo las fotos, ahora eran unas enviadas por Inuyasha y Kikyo, habían regresado a Inglaterra después de quedarse en Japón por varias semanas por lo ocurrido a Sesshomaru.

Ambos estaban felices, entrarían a la misma universidad.

La puerta se abrió.

-Mamá, la tía Sango llegó con todos- Rin corría por por la habitación.

-Entonces bajemos cariño- extiende su mano para que la niña la tome, ella lo hace.

-Me hace muy feliz- dice la niña entre sonrisas.

-¿El que?

-Tener una mamá como tú y un papá como el señor Sesshomaru- Kagome sonrió, alzó a la niña en sus brazos y dieron varias vueltas gritando.

Kaede y Jaken entraron.

-Niñas tontas, nos asustaron - regaña el anciano.
.
.
.
.
Las dos amigas estaban conversando en el salón, Miroku y Shippo comían en la cocina arrasando con los biscochos que Kaede acababa de preparar.

-¡Entonces Sesshomaru te pidió que te mudes aquí!- grita Sango entre feliz e impresionada.

-Eh... s-si- sonrojada.

-Eso es bueno- sonríe -Miroku y yo... iremos a la misma Universidad, viviremos en el mismo apartamento

-Ya deberían casarse- bromea.