- Estás bien. - Suspiré cuando sus brazos rodearon mi cuerpo. - Estás bien. - Repetí otra vez.
- Lo estoy, te dije que podía con él.
- Pero, verte ahí colgado... Creo que no he visto nunca una imagen peor que esa. - Le dije soltando todas las lágrim...
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- ¿Cuánto tiempo lleva ahí? - Me preguntó Finn Collins observando, a mi lado, a Clarke.
- Desde que lo han enterrado. - Respondí sin quitar la mirada de la rubia.
- Voy a hablar con ella. - Asentí antes de salir de ahí.
La muerte de Wells Jaha nos sorprendió a todos. Un terrícola había atacado a uno de los nuestros, justo al lado del campamento y nosotros ni cuenta nos dimos. No debimos dejarle ver el atardecer a él solo, alguien tenía que haber ido a acompañarlo. De esa forma él todavía estaría aquí y Clarke no estaría tan devastada delante de su tumba.
Me metí en la nave para poder coger lo que necesitaba y así regresar a ayudar en lo que hiciese falta. Después del ataque toda la seguridad que consiguiésemos era poca.
- ¡Bien! Lo conseguí. - Escuché celebrar a Monty con la pulsera de Clarke en la mano. ¿Cómo habían llegado ahí tan rápido? - Aún funciona.
- ¿Clarke? - Pregunté interrumpiendo su charla con Collins. - ¿Qué has hecho? - Algo tenía que haber pasado para que decidiese quitársela.
- Me he quitado la pulsera.
- ¿Por qué?
- Monty necesitaba una pulsera que funcionara. - Eso ni ella se lo creía.
- En realidad quiere castigar a su madre. - Eso me lo podía creer más.
No sabía lo que había pasado, ni quería saberlo, eran problemas de familia en los que yo no me iba a meter. Salí de ahí definitivamente y me acerqué al pequeño grupo de personas que estaba intentando potabilizar el agua. Miré a mi alrededor dándome cuenta de lo poco afectada que estaba la gente por la muerte del único hijo del canciller Jaha. Es más hablaban y reían mientras hacían sus labores.
- ¡Eh! - Oh no. - ¿Crees que los terrícolas esperarán a que terminemos el muro?
- John. - Dije acercándome. Ni siquiera se dignó a mirarme. Desde lo que pasó la otra noche ni si quiera me habla.
- ¿Y si dejas que la niña cargue con las cosas pesadas?
- Solo necesito un poco de agua y estaré bien.
- Murphy, dale un poco de agua.
Bell se puso en el lugar del chico una vez Murphy se hubo ido, pasó delante de mi y me guiñó un ojo. Yo solo me limité a sonreírle de vuelta.
