- Estás bien. - Suspiré cuando sus brazos rodearon mi cuerpo. - Estás bien. - Repetí otra vez.
- Lo estoy, te dije que podía con él.
- Pero, verte ahí colgado... Creo que no he visto nunca una imagen peor que esa. - Le dije soltando todas las lágrim...
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Se había desatado de repente una tormenta horrible, era prácticamente imposible estar fuera de la nave por lo que casi todo el mundo molestaba en la planta de abajo de esta misma, dónde Raven intentaba contactar con el Arca y Clarke intentaba estabilizar a Finn.
Clarke cambiaba el paño empapado en sangre cada pocos minutos y cada vez que eso ocurría provocaba que Raven se desesperase cada vez más por no conseguir respuesta de nadie ahí arriba.
- Raven. - Llamé a la morena con tranquilidad. - Lo vas a hacer, no te preocupes.
- ¿Y si no lo consigo hacer a tiempo?
- Lo harás, yo sé que lo vas a conseguir. - Le di ánimos después de una hora sin saber nada. Asintió y volvió a intentarlo una vez más.
- Llamando al Arca, los cien están vivos. - Respiró profundo y continuó hablando. - ¿Me recibe alguien?
- Este canal está registrado. - Se oyó la voz de un hombre a través de la radio. - ¿Quién habla? Identifíquese.
- Soy Raven Reyes de la estación mecánica, trasmitiendo desde la Tierra.
Cuando se oyó la voz de la doctora Griffin, después de varios llamados, respiré más tranquila. Sabía que con Clarke y Abby la vida de Finn estaría en buenas manos por lo que decidí ir con Octavia a buscar algo que nos sirviese para desinfectar los útiles que usaría la rubia.
- ¿El aguardiente de Monty? - Preguntó Clarke.
- No hay germen que sobreviva. - Respondió Octavia intentando bromear.
- La tormenta empeora. Monroe cierra las puertas. - Le ordenó Clarke a la chica que fue con nosotros en busca de Octavia.
- Aún hay gente fuera.
- Monty y Jasper aún no han vuelto. - Dije dándome cuenta de que los dos amigos no estaban en la sala.
- Ni Bellamy. - Añadió Octavia.
Sabía que por muy fuerte que hubiese sido la discusión que tuvieron cuando volvimos al campamento ella siempre se preocuparía por él, al igual que él por ella. A fin de cuentas, no dejaban de ser hermanos.
- No pasa nada. - Intenté animar a la chica y a la vez intenté animarme a mi.
- Encontrarán un sitio donde refugiarse.
Cuando Raven se aproximó a donde estábamos nosotras supe que yo, con mis pocos conocimientos, sobraba. Me acerqué a la gran puerta, que ahora se encontraba cerrada, esperando a que los chicos que todavía no habían vuelto volviesen de una vez. Esperando a que Bellamy volviese.
Seguíamos sin controlar muy bien la zona y el hecho de que lloviese como si se fuese a acabar el mundo, no ayudaba en nada. Aunque adoraba la lluvia, en ese momento solo esperaba que parase rápidamente.
